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Determinar cuál es el centro de una ciudad en ocasiones se presenta una tarea complicada. No lo iba a ser menos en A Coruña, en la que en los últimos años hemos observado cómo los diferentes núcleos se han ido trasladando conjuntamente con las principales áreas comerciales.
Allá por 1986 con la apertura del Corte Inglés y del centro comercial Cuatro Caminos en la calle Ramón y Cajal, el cogollo urbano se desplazó hasta esta zona. Incluso se podría decir que en cada celebración de victoria del Deportivo la fuente de Cuatro Caminos se convertía en centro indiscutible de la ciudad, al verse la afición aglutinada alrededor de ella.
El comercio se ha ido de San Andrés a la Plaza de Lugo
Paralelamente convivían la Calle Real y San Andrés en las que destacaba el pequeño comercio entre sus escaparates. Quién no recuerda el mítico Cine París que no cerró sus puertas hasta 1999 y en el que más tarde se instaló una reconocida tienda de moda de la mano de la multinacional Inditex.
Sin embargo, fue 10 años después cuando la nueva construcción de la Plaza de Lugo comenzó a llevarse el reinado del núcleo urbano de la ciudad herculina y se convirtió en la zona comercial coruñesa por excelencia. No solo de comercio vive la Plaza de Lugo, sino que también son muchos los coruñeses que ansían comprar una vivienda en los alrededores ya que suelen tratarse de pisos amplios con techos altos y con facilidades de acceso a otras áreas de la ciudad sin necesidad de coger el coche.
Juan Flórez, el centro de los "CTV"
A pesar de que el trono se lo lleve la Plaza de Lugo, existen otros focos que gozan de mayor tranquilidad. Como es el caso del Ensanche de Juan Flórez, una zona residencial con muchos servicios al alcance en la que suelen habitar principalmente familias con hijos, gente joven, y no tan joven, y que suele ser muy demandada por los “CTV” (coruñés de toda la vida).
Otro de los epicentros a nivel residencial es el área llamada Ensanche de Riazor que abarca las calles de Fernando Macías, Alfredo Vicenti, Plaza de Maestro Mateo y Avenida Buenos Aires entre otras. Presentan unas prestaciones muy similares a las que encontramos en el Ensanche de Juan Flórez, aunque hallamos un comercio más pequeño y no es tan transitada como las anteriores.
La Marina y la calle Real, el centro del ocio
Aunque ha perdido su gran tirón comercial, bien es cierto que el Obelisco sigue siendo un punto de encuentro para muchos jóvenes ya que las calles colindantes como San Andrés, la Marina o Calle Real, en la actualidad se presentan como calles más turísticas y de ocio gastronómico por las que se puede pasear, tomar algo o disfrutar de una agradable cena. Los residentes de esta área suelen ser gente que ha vivido siempre allí o muy vinculada con la zona. Por otro lado, la demanda de residencia en estas calles frecuentemente es inferior debido a la dificultad a la hora de encontrar aparcamiento, las restricciones de tráfico y por el hecho encontrar más oferta hostelera, lo que supone que en las horas nocturnas no son unas de las calles más tranquilas de la metropoli.
Hay un centro para todos los gustos
Otros de los barrios que cabe destacar son el de Cuatro Caminos, que aunque tuvo su reinado, en la actualidad es una zona más tranquila con multitud de servicios, comodidades y donde se encuentran viviendas de calidad además de estar ubicada al lado de un centro comercial. Por su parte, Montealto se podría denominar como un distrito dormitorio, muy demandado por la gente joven por su cercanía a zonas de ocio. Y no nos podemos olvidar de la Ciudad Vieja, en la que apenas encontramos comercio pero sí presenta bastante demanda de vivienda por los habitantes de la ciudad.
Ubicar con exactitud el centro urbano es una tarea ardua, ya que dependiendo de la época y de las tendencias de los ciudadanos va oscilando hacia una zona u otra. No se puede determinar una calle como centro únicamente, si no que pueden ser varios los focos que se pueden considerar como núcleo de la urbe.