Cuando el rey Felipe V de Borbón ordenó en 1740 construir ese castillo en el lugar más remoto de su reino peninsular, probablemente no imaginaba que casi 300 años después se convertiría durante años en la propiedad inmobiliaria de mayor precio a la venta en Galicia, y una de las pocas que tiene su propia entrada en Wikipedia.
Tras años anunciado en las webs inmobiliarias, todavía nadie ha comprado el Castillo del Príncipe, erigido en aquel momento cerca del lugar de Ameixenda, en Cee, para defender la ría de Corcubión de ataques británicos junto con su vecino Castillo del Cardenal, situado en frente, en Corcubión. Del mismo modo que la ría de Ferrol tenía los famosos castillos de San Felipe y Palma (y en su momento San Martín) para defender la ciudad, o A Coruña contaba con los castillos de San Antón, Oza o Santa Cruz, la más norteña de las Rías Baixas también fue dotada de estas estructuras defensivas.
El Castillo del Príncipe ha cambiado varias veces de manos desde que el Estado lo vendió al empresario fisterrán Plácido Castro Rivas por 1.500 pesetas en 1894, dentro de una serie de subastas del Estado dedicadas a librarse de propiedades que ya no necesitaba. Desde entonces la propiedad ha sido vendida y embargada alguna que otra vez, hasta que en 2006 cayó en manos del empresario riojano Luis Ángel Ilarraza, propietario de la inmobiliaria Urbanizadora XXI y de otras empresas relacionadas.
Ilarraza lo adquirió por 3 millones de euros antes de que estallase la crisis inmobiliaria, que causó numerosos problemas a su emporio empresarial. El castillo lleva en venta desde el año 2014, pero el precio ha ido bajando desde los 10 millones del primer anuncio. De hecho, si el año pasado pedían 5 millones de euros, ahora la última oferta inmobiliaria en idealista, actualizada hace solamente unos días, rebaja en 200.000 euros las pretensiones, pidiendo 4,8 millones por la propiedad.
Los vecinos llevan años reclamando que sea de titularidad pública
En paralelo a estos cambios de propietario y ofertas inmobiliarias, el castillo no ha estado exento de polémica por tratarse de un Bien de Interés Cultural desde el año 1994. Los vecinos han pedido en vano que se cumpla la ley y el edificio esté abierto al público al menos cuatro días al mes, tal y como se establece, y llevan un tiempo pidiendo a la Xunta de Galicia que lo adquiera para que este pedazo de historia de la Costa da Morte pase a ser patrimonio de todos.
¿Qué hace tan especial al Castillo del Príncipe, llamado así en honor de Carlos, hijo de Felipe V, posteriormente Carlos III? Cuenta con una extensísima finca de más de 33.000 metros cuadrados, con varios centenares de metros de literal (fortificado), dos pequeñas playas, un embarcadero y una serie de construcciones: desde el mismo castillo de 1740 (1731 según el Catastro) hasta diferentes anexos que se han realizado en los últimos tres siglos, siendo los principales dos casas gemelas frente al edificio principal del castillo, y una piscina al aire libre.
El extenso jardín de más de 3 hectáreas cuenta con todo tipo de árboles como camelias, magnolios, cedros, rododendros, azaleas, hortensias, rosales, frutales, limoneros o naranjos, según anuncia una de las descripciones de la finca en idealista. Las agencias encargadas de su venta no realizan visitas salvo tras una "carta de intenciones", para evitar que los curiosos les hagan perder el tiempo.
"Deflación" en el precio de los castillos
El caso del Castillo del Príncipe no es el único. En Galicia hay desde hace años grandes propiedades inmobiliarias a la venta que han ido reduciendo sus pretensiones con el paso del tiempo. Sin embargo, la historia de esta propiedad de Cee es la más llamativa en cuanto a precios, ya que ha sido la "casa" más cara a la venta en Galicia durante muchos años: en 2014 pedían 10 millones de euros, en 2017 el precio ya era de 6 millones, el año pasado eran 5 "kilos" y la rebaja de las últimas semanas lo sitúa en 4,8 millones.
Por su vecino, el Castillo del Cardenal, llegaron a pedir 4 millones de euros hace años, y ahora el precio entre las varias inmobiliarias que lo han publicado en idealista es de 3 millones. Si hace unos años necesitabas 14 millones para convertirte en el dueño de ambos castillos y poder así proteger tú mismo la ría de los ingleses, ahora el precio de tal honor ha bajado hasta los 7,8 millones de euros (negociables, imaginamos). Estas fortalezas son lo único que ha logrado defenderse de la inflación.