Cada vez son más hogares los que incorporan un animal de compañía a sus vidas y en el coche deben viajar como uno más. Más de la mitad de los conductores viven situaciones de riesgo por culpa de no llevar sus mascotas bien sujetas en los vehículos y 1 de cada 5 usuarios los lleva sin ningún sistema de protección, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
La Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales establece que los dueños deben atender "las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales" en los desplazamientos, además de asegurarse de que el medio de transporte disponga de espacio y garantice "la seguridad visual y la seguridad de la mascota durante el trayecto", si bien no especifica cómo aplicarlo.
De forma paralela, la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial dice que el conductor debe garantizar que nada le entorpece ni dificulta su visibilidad. En este sentido, es importante que preste especial atención a la "adecuada colocación de objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".
A falta de una normativa mas concreta sobre la forma óptima de transportar a las macotas, la Dirección General de Tráfico recuerda lo que nunca se debe hacer: utilizar arneses baratos, sujetarlos con correas, llevarlos sueltos en el habitáculo o en el maletero, recurrir a un trasportín de plástico de mala calidad, permitir que saquen la cabeza por la ventanilla y colocarlos en los asientos delanteros.
¿Por qué es un riesgo llevar a tu mascota suelta en el coche?
Tráfico explica que cuando un vehículo frena bruscamente o sufre una colisión, los pasajeros o elementos que viajan sueltos en su interior tienden a mantener la velocidad que llevaba en los instantes previos al frenazo o colisión; es decir, no aceleran, sino que siguen a la misma velocidad.
"Sin embargo, en caso de un choque frontal a unos 50 km/h, las mascotas sin retención podrán producir altas cargas de impacto, ejerciendo fuerzas equivalentes a multiplicar hasta 35 veces su peso". ¿Qué significa esto? Un perro de 20 kg de peso podría tener una carga de impacto de media tonelada, lo que puede reducir o anular la protección de sistemas de seguridad, como asientos o airbags.
Cómo transportar animales en un vehículo
La elección de un sistema de sujeción u otro dependerá del tamaño y tipo del animal: hay desde arneses de uno o dos anclajes a trasportines en el suelo o maletero. "En general la mejor forma de llevar mascotas, si éstas son pequeñas, es en su trasportín en el suelo del vehículo", explica la Dirección General de Tráfico.
En el caso de que la mascota sea grande, lo mejor es colocar el trasportín en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. "Preferible en este caso, para mayor seguridad, combinar este sistema con la rejilla divisoria". Pero… ¿Valdría sólo la rejilla?
"Un rejilla colocada entre los pilares de la estructura del coche, separando la cabina del maletero, permite a la mascota moverse libremente sin molestar al conductor, pero en caso de colisión y según la posición del animal en ese momento, puede sufrir lesiones muy graves".
Por otra parte, es importante tener en cuenta que el trasportín no se debe sujetar con el cinturón de seguridad porque puede destrozar los puntos de sujeción, además de provocar posibles lesiones muy graves a los animales y suponer cargas importantes para los ocupantes del vehículo.
Además, tampoco es conveniente sujetar al animal con su correa, ya que no es un sistema de retención y supone un riesgo importante de lesiones, tanto para él como para el resto de ocupantes.
Otras cuestiones a tener en cuenta
La Dirección General de Tráfico recuerda que no se deben colocar objetos junto al animal, ya que en caso de impacto pueden salir despedidos, además de no dejarlo bajo ningún concepto en el interior del vehículo con altas temperaturas. También hay que atender las necesidades del animal, por lo que es recomendable para dar dos horas para que orine o defeque, pasee y se hidrate.
"Si el animal tiene tendencia a marearse, es preferible no darle de comer o beber en las horas previas al viaje. En las paradas aprovechar para que beba, pero en pequeñas cantidades".