Santiago acoge desde mañana un evento para debatir sobre la regulación de la Inteligencia Artificial en Europa, una serie de encuentros con expertos internacionales organizados por el CiTIUS (Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes).

"La Inteligencia Artificial es la tecnología más transformadora jamás desarrollada por la humanidad, con un impacto sin precedentes en todo lo relacionado con lo social social, económico, laboral y de privacidad". Se esté o no de acuerdo con las entusiastas palabras de Senén Barro (director científico del Centro de Investigación en Tecnologías Inteligentes de la USC, CiTIUS), apenas hay duda ya de que la tecnología avanza hoy más rápido que nunca, con la inteligencia artificial a la cabeza de este proceso. La IA está remodelando el mundo y cambiando la vida de las personas y de la sociedad, convirtiéndose no sólo en "una tecnología adicional", sino cada vez más, en una parte de nuestra vida cotidiana: interactuar con tu asistente digital, pedir que te reproduzca tu música favorita, emplear un texto corrector que te ayude a escribir un correo electrónico eficiente, o utilizar aplicaciones de navegación que te desvíen teniendo en cuenta el tráfico y las obras, no son sólo meras ensoñaciones que tienen lugar en el reino de la fantasía.

Debido a su potencial y a las innovaciones de alta tecnología, la IA puede aportar una amplia gama de beneficios en todo el espectro social, económico y medioambiental. Pero, al mismo tiempo, y debido a su rápido crecimiento y al aumento de sus aplicaciones y capacidades, la IA conlleva varios riesgos potenciales, como conflictos sobre la privacidad, la desigualdad, la opacidad en la toma de decisiones, la equidad y la parcialidad o la seguridad.

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Consciente de ello, y en línea con su preocupación por regular adecuadamente el desarrollo y el uso de la IA, la Comisión Europea ha promovido varias iniciativas para establecer los principios de una IA segura y digna de confianza. En 2019, el grupo de expertos de alto nivel sobre IA presentó unas Directrices Éticas para la Inteligencia Artificial Confiable. Dos años más tarde, el 21 de abril de 2021, la Comisión Europea publicó un marco normativo para supervisar la IA, estableciendo normas armonizadas sobre el tema, finalmente llamada Ley de Inteligencia Artificial.

Los Estados miembros de la UE también han comprendido que deben seguir el ritmo de los avances de la IA. Muchos de ellos ya han adoptado estrategias nacionales sobre la materia, mientras que otros están en fase final de redacción en la actualidad. Dado que es esencial un enfoque de la IA centrado en Europa, la UE ha puesto en marcha medidas para reforzar los mecanismos de coordinación y proporcionar análisis y estudios mediante la creación de AI Watch, una iniciativa de la Comisión Europea para supervisar y facilitar la aplicación de la Estrategia Europea para la IA.