La Semana Santa es para la hostelería la semana clave que da una impresión de cómo irá la temporada estival. Este año en Santiago de Compostela, tras dos años de Xacobeo, miembros del sector creen que será algo más relajado, aunque todavía están pendientes de las reservas de última hora para hacer predicciones seguras.

En la capital gallega, la festividad religiosa en la que participan más de una decena de cofradías está considerada una fiesta de Interés turístico de Galicia, un calificativo que suele atraer a un buen número de turistas hasta la ciudad. Son varios los hosteleros que se sienten motivados para este abril, sobre todo teniendo en cuenta que "enero y febrero fueron muy buenos".

El turismo extranjero, más que el nacional, es el que parece tendrá más peso esta Semana Santa 2023. En febrero los viajeros internacionales han incrementado un 65% con respecto al 2029 en el aeropuerto de Santiago, y, de acuerdo con el INE, en enero de este 2023, la ciudad recibió a unos 6.300, sobre todo portugueses, pero también franceses y británicos. Aunque bien es cierto que otros países europeos no cuenta con el mismo número de festivos por Pascua que nosotros, siguen siendo muchos los que escogen Compostela para una corta estancia primaveral.

Optimismo parece ser la palabra clave que circula en el mundo turístico compostelano estos días, que, aunque ven cómo las reservas suben fuerte para el Jueves Santo, Viernes Santo y sábado, todavía están a la espera de que los indecisos de última hora llenen los hoteles más allá del casco histórico. De acuerdo con el portal de reservas Booking.com, un 85% de los alojamientos de la ciudad están ya reservados para ese fin de semana.

De los 54 que todavía quedan disponibles, el precio ha escalado visiblemente. Desde las asociaciones de hostelería admiten que el precio ha subido de media un 20% con respecto a 2022, pero señalan que esto no ha sido suficiente para paliar los efectos del incremento de precios de la energía y los alimentos en este último año. Sin embargo, al no ser Xacobeo y por tanto con una demanda inferior, son varios los hoteleros que dudan sobre si subir o no los precios, con miedo que eso espante a un turista que es conocedor del coste de alojamientos Santiago.

"Es cierto que la ocupación es muy dispar, los hoteles de la almendra de Santiago se encuentran con una ocupación superior, va bajando según vamos ampliando", señaló Thor Rodríguez, presidente de la asociación de Hostelaría Compostela. "Sin embargo parece que los visitantes van a responder bien sobre todo para los días jueves, viernes y sábado, que son los días donde se está presentando algún tipo de movimiento. Semana Santa se presenta buena pero dependemos de las reservas de último minuto".

Dificultades para encontrar personal

La Semana Santa también es clave para la temporada alta por el problema del personal. Durante estas épocas de alto tráfico turístico el sector suele comenzar a contratar camareros de refuerzo para poder hacer frente a la demanda. Entre las razones por las que los trabajadores suelen estar indecisos ante estas ofertas están los bajos salarios, las horas o la dificultad de conciliar al laborar durante los fines de semana.

Miembros desde Hostalaría.gal explican que son varios los locales que señalan que "existen moitas dificultades para encontrar persoal cualificado". Es un problema que se suele repetir sobre todo durante el inicio de la temporada, pero el sector lleva señalando este mal endémico desde la pandemia. Ya no es tanto la "mala fama" que pueda tener este ámbito de servicios, sino que el trabajo en sí no resulta atractivo, ni siquiera, indican algunos profesionales, entre las personas que estudian hostelería.

"Está sendo complicadísimo", señala una empresaria de Santiago, que también es docente de una escuela de hostelería. "Estame resultando case imposible, atopar xente que rematara e que quera traballar. Non preguntan as condicións, non hai xente que quera dedicarse o sector".