Las fiestas más importantes de Santiago de Compostela siempre abarrotan la capital gallega de visitantes. El patrón de la ciudad es también el patrón de Galicia por lo que el día festivo del 25 de julio los callejones del casco histórico acogen a viajeros y caminantes de todos los rincones de España y el mundo. La expectación para este año, en el que se han roto todos los récords en el aeropuerto y el Camino, es una ocupación del 80%, aunque pendientes de las reservas del último minuto.

Luisa Lorenzo, la presidenta de Unión Hotelera, ha señalado que este Apóstol 2023 no será mucho más diferente que el del año pasado, cuando fue el Año Santo, aunque sí menos bullicioso. "Las previsiones de julio que tenemos están un poco por debajo del año anterior. Julio en general no es un mes para tirar cohetes en Santiago, está más fuerte agosto", indica.

Desde la asociación Hostalería Compostela se mantienen positivos con alcanzar un lleno completo. "En su experiencia, ellos cuentan que haya reservas de última hora y lograr el 100% de ocupación, que ya registran varios de los establecimientos consultados a día de hoy", indican.

Aunque las celebraciones duran más de diez días, las jornadas claves para los visitantes serán la noche del día 24 de julio, así como el propio 25, Día de Galicia, y el 31, que es también cambio de quincena. Muchos miembros del sector esperan que sobre todo estos días la ciudad reciba más vecinos de municipios del área, así como familias llegadas de otros puntos de la comunidad para pasar unas horas en la capital gallega.

Estas fiestas también serán claves para descifrar cuál es el comportamiento del turista extranjero. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística en mayo de este año llegaron a la capital gallega unos 61.686 visitantes de fuera de España, un incremento del 20% en comparación con los 47.775 que pernoctaron en la ciudad en mayo de 2022, cuando todavía algunos de los países experimentaban restricciones por la pandemia del covid.

En Santiago, otros datos que indican esta tendencia de recuperación son los de las compostelas selladas en la Oficina Peregrino. El Camino ha recibido a más de 205.000 caminantes, 78.000 de los cuales han sido extranjeros, principalmente estadounidenses, alemanes e italianos.

Aunque todavía no está hecho el registro, algunos hoteles ya adelantan que hay una gran afluencia de alemanas, ingleses y estadounidenses. Una percepción que, sin datos que lo confirmen, también comparten otros miembros del sector, como Isabel Blanco, la gerente del Sicilia en Bocca. "Este ano temos bastante turista estranxeiro, curiosamente moito australiano e estadounidense", indica.

Preocupación por la inflación

A pesar de las buenas expectativas la sombra de la inflación todavía pesa sobre los hosteleros. "Xa se empeza a notar o tema", explica la vicepresidenta de Hostaleria.gal, Maica Couto. "Traballamos moito, estamos cheos e hai moita afluencia de público sen embargo o tique medio baixa e hai que traballar máis para ingresar o mesmo."

La escalada de precio afecta particularmente a este sector, que ve cómo a pesar de la moderación en el IPC, el precio de los alimentos y las bebidas alcohólicas sigue sin bajar todo lo deseado. Este fenómeno, argumentan, obliga a trabjar mucho más para contrarrestar que los clientes gasten menos. Un paseo rápido por las calles más populares de la ciudad también deja claro que son muchos los locales que han elegido incrementar los precios para hacer frente a los costes.

"Para as festas temos previsións bastante boas pero na mesma liña", apunta Couto." Estase notando a inflación, a xente ven cun pouco menos de diñeiro e un poquiño máis estresada".