El verano en Oleiros (A Coruña) fue entre "bueno" y "plano", según concello, hoteles y locales
Los alojamientos difieren en el balance estival, según las expectativas, mientras que la hostelería destaca la ampliación de horarios. El Gobierno local resalta "más servicios y gasto para mantener la calidad"
27 septiembre, 2024 05:00Cuando el verano acaba los ayuntamientos miran atrás para encarar el camino que afrontan por delante. Toca hacer balance de la temporada estival, con sus fiestas, sus turistas y la variada oferta de ocio, y cambiar la mentalidad para que los sectores relacionados con el turismo encaren a partir de ahora una dinámica distinta. En Oleiros, uno de los municipios más turísticos de la comarca de A Coruña, el análisis del verano recién finalizado deja satisfacción en el Concello y en la hostelería y una desigual impresión en los hoteles.
El Ayuntamiento califica el verano de 2024 como "bueno", ni mejor ni peor que otros, sino "similar". "Doblamos servicios y gasto para mantener la calidad de la oferta turística. En general, fue muy positivo para la hostelería aunque el tiempo no fue el mejor. Hubo mucha gente en las fiestas del municipio, con Alfaroleiros como el acto cultural más importante del municipio y uno de los más relevantes de Galicia con una afluencia grande", resumen fuentes del Gobierno local.
La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña carece de datos de facturación del sector por ayuntamientos. Su presidente, Héctor Cañete, destaca que Oleiros "siempre trabaja bien en verano" y agradece al Concello el apoyo y el "cariño" a los hosteleros por aceptar la petición de ampliación de horarios en los meses estivales. "Esta medida supone una mejora del servicio y de la facturación en los locales, y además genera más puestos de trabajo", indica Cañete.
Los hoteles difieren, quizá porque tenían expectativas distintas. En Noa Boutique Hotel, a los pies de la playa de Santa Cruz desde 2019, el verano de 2024 fue "plano". En otros años hubo plena ocupación "constantemente" en julio y agosto, algo que no se ha repetido, lo que deja una sensación de decepción. Pese a ello, hubo fases en las que estuvieron ocupadas sus 32 habitaciones y el hotel estima una ocupación media parecida a la de la ciudad de A Coruña, donde en junio fue del 80%, llegó al 85% en julio y alcanzó el 90% en agosto.
A los clientes les gusta una zona tranquila alejada de la ciudad en la que poder desconectar y tener cerca la naturaleza
"Este verano hubo un aumento significativo de visitantes británicos y estadounidenses, menos franceses, y los nacionales mantuvieron la tendencia, con Madrid y Barcelona como zonas de donde recibimos más turistas", repasa la directora de marketing y desarrollo de Noa Boutique Hotel, Victoria Pérez, quien destaca "la gastronomía y la atracción por la costa" como aspectos más valorados por los usuarios. "A los clientes les gusta una zona tranquila alejada de la ciudad en la que poder desconectar y tener cerca la naturaleza". La media de ocupación fue de "tres-cuatro noches".
Otro hotel, el Faranda Rías Altas de Santa Cristina, tiene una percepción diferente del verano, más positiva, aunque su opinión está condicionada por su reapertura en agosto tras dos años de reforma. "Estamos aún al 50% de disponibilidad, con 50 habitaciones, pero estamos animados porque hemos cumplido las expectativas", comentan fuentes del hotel. Un 60% de la ocupación, añaden, se alojó los fines de semana y la mayoría de usuarios se movilizó en A Coruña, Santiago y llegó hasta puntos de la Costa da Morte.
Otras fuentes hoteleras consultadas por Quincemil consideran que el verano de 2024 resultó "mejor que los anteriores", con "buena ocupación" de junio a septiembre.
Un cierre mediático en Mera
El último verano en Oleiros deparó una llamativa noticia a mediados de agosto que recogieron numerosos medios de comunicación nacionales: el cierre de un bar en la localidad de Mera durante unos días por la queja de sus responsables hacia el comportamiento de algunos clientes llegados de Madrid, a los que criticaron por "altivez, exigencias, peticiones que no son normales, mala educación y de vez en cuando un insulto xenófobo al personal que no es español".
El establecimiento reabrió días después, tras el puente festivo de mitad de mes, y el Ayuntamiento de Oleiros censuró la magnificación de la noticia por parte de los medios de comunicación. "A presión mediática non poderá manchar o nome de Oleiros, un pobo que recibe sempre cos brazos abertos a todas as persoas respectuosas que nos visitan, unha inmensa maioría", defendió el Concello.