Ferrolterra es tierra de surf. El oleaje de su costa atrae a deportistas de todo el mundo cada año, sin importar si es invierno o verano. No hay más que acercarse a cualquiera de sus playas para escuchar idiomas y acentos de cualquier rincón. La mayor parte de los surfistas que llegan a esta zona son europeos y se desplazan a la comarca exclusivamente para coger sus olas. Pero, ¿por qué Ferrolterra? La ubicación del litoral, los eventos como el Pantín Classic y la orientación de sus arenales garantizan que haya olas casi todos los días del año.

En Pantín Surf Camp calculan que las playas ferrolterranas atraen a entre 2.000 y 5.000 surfistas cada año. Aunque realmente no existen datos oficiales, explican en la Oficina de Turismo. Las únicas cifras que manejan son las de cuántos viajeros preguntan exclusivamente por actividades relacionadas con el surf o los deportes como el bodyboard. Las últimas, de 2018, reflejan que tan solo 56 personas se desplazaron a la comarca en busca de buenas olas. Esto corresponde a entre un 0,26% y un 0,32% de los visitantes totales.

Sin embargo, los datos distan de la realidad. La mayor parte de las personas que llegan para practicar este deporte no pasan por los puntos de información, explican desde Turismo. Lo que sí tienen claro es que la mayor parte de los visitantes que preguntan por este tipo de actividades lo hacen "en relación con el Pantín Classic". Y es que el campeonato se ha convertido en el principal evento de surf de Europa. Sin ir más lejos, en 2018 congregó a más de 100.000 asistentes.

La playa de A Frouxeira, cercana a la de Pantín, es uno de los lugares predilectos para los surfistas de Ferrolterra.

Pero, ¿por qué se eligió este arenal de Valdoviño? "Cuando haces un campeonato, pones la fecha un año antes. Tienes que garantizar que en esa semana vas a tener por lo menos cinco días de olas. La única playa que lo puede garantizar es Pantín. El resto de playas pueden tener muy buena calidad de olas, pero no pueden garantizar una semana seguida con olas", explican desde Pantín Surf Camp.

Olas garantizadas

"La gente que planea un viaje de surf lo que busca es poder coger olas seguro", explican desde Pantín Surf Camp. Las playas de Ferrolterra son una garantía en ese aspecto: "Aquí hay olas casi todos los días del año". La ubicación y orientación de la costa, completamente abierta al Atlántico Norte, está detrás de este fenómeno, informan desde MeteoGalicia.

"El oleaje tiene dos fuentes. Una es el viento, que transmite la energía a la superficie del mar y se crean las olas. Pero hay otra fuente importante a la que llamamos mar de fondo. No hace falta que tengamos viento local. Simplemente con que en algún lugar del Atlántico Norte haya viento, va a generar un oleaje que termina llegando hasta nuestra costa", explican desde MeteoGalicia.

Oleaje en Meirás (Valdoviño) durante un temporal.

Esto se debe a que las borrascas suelen seguir el mismo camino: circulan hacia el norte para terminar entre Terranova (Canadá) e Irlanda. "Aunque no lleguen a tocarnos, van a generar un viento que va a hacer que el oleaje llegue hasta nuestro litoral. La zona entre Ferrol y Ortegal, si miramos un mapa, vemos que está muy expuesta a ese oleaje de mar de fondo del noroeste", explican desde MeteoGalicia. Es decir, que con que haya una sola borrasca en todo el Atlántico Norte, habrá olas en Ferrolterra.

La ubicación del litoral gallego garantiza que el mar de fondo llegue durante todo el año, a diferencia de lo que sucede en otras zonas de Europa. A medida que se acerca el calor del verano, el aire frío y las borrascas se recluyen hacia la franja más septentrional del Atlántico. "Nuestra costa sigue expuesta, pero si te vas hacia el golfo de Vizcaya tenemos las Islas Británicas en medio y es más difícil que el oleaje pueda llegar", explican en MeteoGalicia.

La costa gallega está expuesta a todas las borrascas del Atlántico Norte. Fuente: MeteoGalicia.

Irlanda actúa en verano como escudo de buena parte de Europa. Allí se quedan las olas provocadas por el mar de fondo. Por eso, la época estival atrae a cientos de surfistas de países como Francia o Alemania, donde julio y agosto son sinónimo de calma marítima.

Otro de los factores que afectan al surf es la forma del fondo marino, explican en MeteoGalicia: "Si la costa es muy abrupta, las olas rompen muy cerca de la costa. Esa parte de la costa (Ferrolterra y Ortegal) tiene una configuración perfecta para que las olas rompan lo suficientemente lejos como para que sea una zona buena para hacer surf. Los fondos no son muy bruscos".

Diversidad en las playas

La ventaja añadida con la que cuenta la costa de Ferrolterra es la diversidad de sus arenales. Lo que garantiza que si en una playa no hay olas, los surfistas pueden trasladarse a otra donde sí las haya en cuestión de minutos. El viento, la orientación y la ubicación de los arenales son las claves para saber a dónde ir si quieres aprovechar el día sobre la tabla.

Oleaje en la playa de Santa Comba (Ferrol).

"La ventaja con la que cuenta Ferrolterra es que hay todo tipo de mar. Cuando tenemos grandes temporales, se pueden coger olas en la playa de Villarrube, que está bastante abrigada. Si en otras playas hay olas de 10 metros, allí las encuentras de un metro o dos. Y cuando hay muy poco oleaje, otras playas como Doniños o Pantín tienen marejadas muy grandes. Lo poquito que haya lo puedes surfear", explican desde Patín Surf Camp.

Otra de las ventajas de las que hablan en la escuela de surf es que las playas de Ferrolterra "funcionan con todos los vientos". Por ejemplo, Pantín funciona con el viento del sur, mientras Doniños lo hace con el del norte. "Tengas el viento que tengas puedes hacer surf", concluyen.