El ayuntamiento de Valdoviño (A Coruña) accedía, esta misma mañana, a las instalaciones de la piscifactoría de Meirás tras obtener una autorización del administrador concursal.

El concejal de Obras, Benito Vega, acompañó a los técnicos municipales y a la Policía Local en esta primera evaluación de los daños derivados del abandono de las instalaciones para poder, explican desde el comcello, "garantizar la seguridad".

El problema se remonta a finales del año 2019, cuando firma responsable entraba en concurso de acreedores, dejando abandonadas unas instalaciones que, a día de hoy, siguen gozando de una autorización de explotación, emitida por la administración autonómica, que explican desde el ayuntamiento, tiene validez hasta 2027.

El deterioro, los robos y las actuaciones vandálicas, han convertido, señalan desde el concello, el lugar en una "zona peligrosa".

A las peticiones de intervención, por parte de la administración local, a los propietarios; se alegó "falta de capacidad económica", llevando al concello a la solicitud formal de acceso para poder evaluar la situación real de las instalaciones.

Así, explican, se elaborará un informe y el ayuntamiento ejecutará las obras subsidiariamente, solicitando "a los juzgados a calificación de crédito imprescindible para las intervenciones", para, recalcan desde Valdoviño, "recuperar en un futuro el gasto con cargo a la empresa".