La dotación de la fragata F-105 Cristóbal Colón, compuesta por 224 tripulantes, recibió ayer la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón, durante la estancia del buque en el puerto de Souda, en la isla griega de Creta.

La Cristóbal Colón se encuentra integrada, desde el 1 de septiembre hasta el 15 de diciembre, en la Agrupación Naval Permanente de Escoltas no 2 de la OTAN (SNMG-2) dentro de la operación Noble Shield desplegada en el mar Mediterráneo.

Durante la visita, Robles se ha interesado por los detalles de la misión y en concreto por la situación con los barcos rusos que navegan por la zona durante una sesión informativa a cargo del comandante de la fragata Alejandro Ferreiroa, que ha reseñado que “la misión es de disuasión” y que no se “ha detectado en ningún momento tensión o actitud irresponsable” por parte de las unidades rusas avistadas. En este sentido, el JEMAD ha pedido a la dotación que sean “conscientes de la misión fundamental que estáis haciendo” porque “precisamente la reacción de la OTAN y la presencia e incremento de la vigilancia es lo que ha contenido y está conteniendo el que el conflicto que se está viviendo en Ucrania no se expanda a Europa”.

En el recorrido por el buque, la titular de Defensa se ha detenido en el puente de mando y en la enfermería, desde donde ha podido mantener una videoconferencia con el Hospital Militar de la Defensa Gómez Ulla de Madrid. “Esto de la telemedicina es una maravilla, da muchísima tranquilidad”, ha subrayado la ministra sobre un servicio que está disponible ya en todas las misiones internacionales. Asimismo, ha charlado en cubierta con los miembros de la dotación sobre la vida en el barco, la comida o la comunicación con las familias durante los casi cuatro meses de despliegue.

Barco polivalente con sello ferrolano

La Cristóbal Colón tiene su base en Ferrol, está integrada en la 31a Escuadrilla de Superficie, es el quinto buque de la clase F-100 Álvaro de Bazán e incorpora mejoras sobre sus predecesores. Se trata de un barco polivalente especialmente capacitado para la defensa anti-aérea de una agrupación, o de unidades valiosas, teniendo en cuenta que, como fragata que es, su principal misión es proteger y escoltar.

El buque fue construido en los astilleros de Navantia-Ferrol con un 80% de tecnología española y en octubre de 2012 se entregó a la Armada.