Sobre de las tres de la tarde de hoy la central de la Guardia Civil de Coruña alertaba a la Policía Local de Pontedeume (A Coruña) de un incendio que se estaba produciendo en el municipio, en las cercanías de acceso a la planta de Leche Celta.

De hecho, fueron los trabajadores de la firma los que con ayuda de ocho extintores iniciaron las labores de extinción. A continuación se sumaron los agentes de la Policía Local de Pontedeume, que se encontraban a unos cinco kilómetros, con otros dos extintores. La "rápida intervención" de los empleados de la planta evitó una tragedia, "hicieron muy buen trabajo", apuntan fuentes del operativo de extinción.

Gracias a eso, cuando llegó la cuadrilla del Distrito Forestal de Ferrol de la Consellería de Medio Rural en un todoterreno con dos motobombas trabajaron para enfriar la zona y evitar que reviviera el fuego, "de otro modo habrían encontrado llamas de muchos metros de altura". El fuego afectó a una extensión de unos 70 metros cuadrados.