Los habitantes del Concello de Cariño ya pueden consumir agua de la traída municipal. El ejecutivo local recibió ayer miércoles la notificación de la Xunta de Galicia con la que se hacía oficial el cierre de la incidencia que pesaba sobre la ingesta de agua desde mediados del pasado noviembre en las parroquias de Cariño y A Pedra.

Hace dos meses, las fuertes lluvias de principios de noviembre provocaron un ‘efecto arrastre’ que condujo a detectar en la red de abastecimiento una cantidad de níquel y trihalometanos por encima del valor sanitario establecido en la normativa vigente.

Desde aquel momento, Concello, autoridades competentes y expertos colaboraron no solo para analizar de manera periódica los parámetros del agua, sino también para detectar el motivo de la presencia de estos elementos en el agua. En este sentido, en el último año parte de la población cariñesa ha tenido
que ver cómo se restringía el consumo de agua de grifo por la detección de este elemento en la red de suministración pública hasta en dos ocasiones.

Para paliar la ausencia de servicio, el Concello llevó a cabo un reparto inicial de garrafas, que complementó posteriormente con la presencia periódica de un camión cisterna con capacidad para 25.000 litros. Dicho transporte acudía cada semana a la localidad para ofrecer a los vecinos afectados la posibilidad de disponer de agua.

Ahora, casi dos meses después, el Concello de Cariño anuncia que la Xefatura Territorial le comunicó el fin de las incidencias por níquel y trihalometanos, por lo ya no existe un veto al consumo de agua en Cariño y A Pedra.

Por una parte, el resultado de la analítica ofrecía un resultado de 14 microgramos/litro de níquel, cuando el valor paramétrico máximo permitido es de 20 microgramos/litro. Por otro lado, los trihalometanos detectados ofrecían un resultado de 45 microgramos/litro, menos de la mitad del valor paramétrico establecido como límite (100).

Prosigue el control del agua

El fin de esta incidencia no significa el fin del control de la calidad del agua. Continuarán los análisis cada 15 días en el agua tratada en la ETAP de Castro, tal y como se venía haciendo durante el resto del año.

Además, el Concello de Cariño busca soluciones a largo plazo para evitar que este problema se repita. En esta línea, ya está en fase de ejecución la reparación de los filtros de la depuradora. Mientras, se buscan fórmulas definitivas para acabar con esta tendencia recurrente. Entre las propuestas está la construcción de ‘terrazas’, de decantaciones o aumentar la capacidad de otro de los embalses del municipio para que pase a ser suministrador principal.