Hace una semana, cantidad de hogares gallegos recibieron un email notificándoles que sus hijos habían sido elegidos mediante sorteo para asistir al campamento solicitado, una gran noticia para los niños, pero también para sus padres, lo que no sabían estos era “el lío” que se les venía encima al llegar el momento de formalizar la inscripción.
Hoy en día comprar un artículo en una plataforma on line es cuestión de minutos; facilitas tus datos personales y tarjeta bancaria de forma totalmente segura, y en cuestión de días o incluso horas tu artículo te llega a casa, mientras que realizar una gestión en la mayoría de las plataformas institucionales es todo lo contrario, como es el caso de la web de Xuventude de la Xunta de Galicia, en la que para navegar en ella y dar con lo que buscas requiere unas grandes dotes informáticas y administrativas. El tiempo es oro, y realizar este tipo de gestiones no pueden suponer una pesadilla.
Hablo en mi nombre y en el de muchas personas que me rodean a las que llevar a cabo estas gestiones les ha costado sangre, sudor y lágrimas; puedes navegar en bucle por la web en cuestión durante horas hasta que por fin encuentras el enlace que te lleva a los documentos de descarga, y después de descargar todos esos documentos tienes que buscar otro enlace que te deriva (previa aceptación de certificado digital, si lo tienes) a la plataforma de pago de las tasas, y aunque crees que ya estás a punto de finalizar el proceso… No, aún tienes que acceder a la sede electrónica, buscar el expediente y subir todos los documentos que previamente has cumplimentado y organizado en tu ordenador para no dejarte ninguno. Y cuando por fin llegas al botón de enviar documentación no te lo crees y al mismo tiempo te quieres morir, un trámite que debería ser rápido, intuitivo y sencillo es en realidad una tarea que requiere paciencia, conocimientos informáticos, administrativos y tiempo, mucho tiempo.
Cuánta razón tenía mi buena amiga Paloma cuando hablando del tema “campamentos” con ella me dijo “el lío no es solicitar la plaza, el lío llega cuando el niño consigue la plaza y tienes que inscribirlo, prepárate (añadió)”, completamente cierto… hace unos días me las vi y me las desee para realizar toda las gestiones administrativas, aún disponiendo de todos los documentos digitales necesarios para facilitar el trámite (certificado digital, chave 365, firma digital…) y también de habilidad informática, manejo de programas, portales institucionales, etc… la formalización de la inscripción me pudo llevar entre 2,5 y 3 horas.
¿Cuál es la parte inclusiva en todo esto? ¿Si no tienes conocimientos informáticos, cómo haces? ¿Y si no tienes certificado digital, chave 365 o firma electrónica? ¿Y si no tienes ordenador? Desde que recibes el SMS o email de que a tu hijo le ha tocado una plaza en el campamento, tienes exactamente 1 semana para acceder a la web (enlace que en el email informativo de Xuventude, viene incorrecto) encontrar en esa web los links para descargarte todos los documentos y formularios que tienes que cubrir (autorizaciones varias sobre natación, COVID, salud, etc…), escanear DNI, tarxeta xove, tarjetas sanitarias, libro de familia, recibo del pago, etc… y subir todos los documentos perfectamente cumplimentados a la plataforma de la sede electrónica de la Xunta de Galicia, lo que es una auténtica odisea que no le deseo a nadie.
Si este tipo de actividades son inclusivas, ¿cómo podemos pretender que una familia con pocos recursos pueda hacer esta gestión sin pedir ayuda? Y si no tienen la habilidad de manejarse en una plataforma virtual, más de lo mismo, ¿tendrán que pedir ayuda o renuncian a esa plaza?
Marcos, Paloma, Fany, os dedico este artículo, en el que quiero hacer un llamamiento a los programadores informáticos o técnicos que desarrollan este tipo de programas, pues la percepción del usuario es que desarrollan plataformas que no prueban y no son conscientes (o no quieren serlo) de lo que este tipo de tareas administrativas suponen en esfuerzo, atención, concentración, tiempo y paciencia, mucha paciencia.
La iniciativa es fabulosa y las actividades enriquecedoras, pero queda mucho por hacer para que la formalización de las inscripciones para participar en este tipo de actividades sea una tarea sencilla, apta para todos, intuitiva y ágil, en definitiva, que sea tan sencilla como hacer una compra en una tienda online.