¿Pagamos adecuadamente a nuestros responsables públicos?
La diferencia salarial entre un dirigente público y uno privado es, en algunos casos, abismal. ¿Somos realmente justos en este aspecto?
13 noviembre, 2021 10:42Criterio, responsabilidad, compromiso y liderazgo. Estos son los 4 valores fundamentales que busco cuando selecciono a alguien como capitán para alguna de mis aventuras empresariales. Normalmente, no es algo ni fácil ni tampoco barato de encontrar…
… ¿Cuánto valen los conocimientos o la experiencia que permiten tomar buenas decisiones? ¿Cuánto cuesta la responsabilidad de tener que asumir errores, tanto los propios como los del equipo a tu cargo?¿Cómo se recompensa económicamente la lealtad? ¿Cuál es el precio de la capacidad de liderar un equipo o un proyecto común?
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, cobró el año pasado más de 6 millones de euros (no he contabilizado su remuneración adicional en acciones), de los cuales, 2,75 son fijos y 3,25 en concepto de retribución variable. El presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, tiene una nómina anual de 78.089,88 euros (datos públicos) sobre los cuales no figura ningún tipo de retribución económica adicional condicionada al cumplimiento de objetivos.
Por resumirlo claramente, con el sueldo de Ignacio, se podría pagar el salario anual de los presidentes autonómicos de más de 4 países como España.
¿Podemos justificar esta diferencia salarial a través de un baremo fundamentado en el “valor” profesional?
Podríamos pensar que la responsabilidad en una empresa privada exige una capacidad de coordinación mayor, pero, sin embargo, la eléctrica del IBEX-35 tiene 36.915 empleados mientras que España paga mensualmente 2.597.712 nóminas (aproximadamente el 56,14% a funcionarios de carrera y un 21,88%, a personal laboral) por no hablar de la complejidad estructural del ámbito público en comparación con el privado.
Tampoco explica esta enorme diferencia salarial el número de beneficiarios entre ambas opciones. Pedro Sánchez, por ejemplo, tiene 46,94 millones de clientes, los ciudadanos de un país del que sólo aproximadamente el 22% son usuarios de Iberdrola (10,05 millones en 2019).
El beneficio de Iberdrola, 3.611 millones de euros durante 2020, queda lejos de la necesaria capacidad para coordinar con eficiencia un presupuesto que, por ejemplo, solo en el caso de la Xunta de Galicia fue de 10.149 millones el año pasado y cuya rentabilidad redunda en nuestro estado de bienestar social y nuestra capacidad de progreso económico, científico, educativo o sanitario.
Entonces, ¿por qué alguien suficientemente responsable, con criterio de decisión, compromiso y capacidad de liderazgo elegiría la política pública frente al ámbito privado para desarrollar su carrera profesional?.
Pese a que todos hemos escuchado demasiados ejemplos de motivaciones poco loables en el acceso a la responsabilidad pública, doy fe de que al menos todos los que yo he conocido con suficiente grado de profundidad (de todos los colores y signos políticos) eligen este camino por 2 buenas razones:
- La vocación. El servicio público es sin duda una oportunidad de contribuir a crear una sociedad mas justa y equilibrada y poder participar en ello es una de las mayores y mejores recompensas personales que podemos alcanzar como ciudadanos.
- La ambición (bien entendida). La política y la alta dirección administrativa te ofrecen una atalaya profesional desde la que poder ampliar al máximo tu visión y pese a que el “poder” pueda atraer hacia ti a muchas personas interesadas o deslumbradas por el resplandor del poder público, también te permite conocer a muchos más que enriquecen tus conocimientos incrementando el valor que aportas, saltando profesionalmente a una nueva dimensión.
Entonces, si consideramos a alguien con suficiente valía profesional (criterio, responsabilidad, compromiso y liderazgo) que además cuenta con la vocación y ambición necesarias para asumir una función de responsabilidad pública con lo que ello conlleva … ¿le pagamos lo suficiente? ¿les remuneramos con la estructura salarial correcta?
Si te ofreciesen dirigir una gran empresa (Iberdrola por ejemplo) o un gobierno (el de la Xunta de Galicia por ejemplo) por un salario 75 veces inferior, tú, ¿Qué elegirías?