TODÓLOGOS (el ‘cuñadismo’ profesional)
Como se suele decir, opinar siempre ha sido gratis. Más conocidos como "cuñados" o "todólogos", esta especie ha estado siempre entre nosotros, veamos si reconoces alguno a tu alrededor
11 diciembre, 2021 11:05Pese a no tener una entrada propia en el diccionario es probable que, a la vista del aumento de casos que llevo tiempo constatando, pronto veamos una definición formal del TODÓLOGO/-a profesional. En mi opinión, el sinónimo actualmente más cercano es “cuñadismo” (con permiso de mi queridísima M.L. que para mí es justo lo contrario) y que según la R.A.E, tras su acepción original de nepotismo o favoritismo, ha ampliado su significado para referirse a la tendencia a opinar sobre cualquier asunto, queriendo aparentar ser más listo que los demás.
Aunque el TODÓLOGO/-a no es una nueva especie y ha existido desde el origen de los tiempos y en todos los ámbitos profesionales, la realidad es que este "cuñadismo" laboral o como hemos definido anteriormente, TODOLOGÍA, es un virus actualmente más extendido que el Covid-19, aunque afortunadamente menos contagioso.
Es probable que la actual tasa de reproducción del TODÓLOGO/-a, tan elevada como la de Julio Iglesias, sea ocasionada por la creencia popular de que mostrar defectos, carencias o desconocimiento en un determinado área te hace profesionalmente débil a nivel cuando, en realidad, lo realmente inteligente es tomar consciencia de ello lo antes posible para conseguir rodearte de otros humanos (o incluso máquinas) que rellenen dichos huecos o claroscuros de capacidad.
Hacemos el camino del crecimiento profesional en coche compartido; sin embargo, esta sociedad nos impone la excelencia individual 360 y nos conduce a tratar de ser los mejores en un todo claramente inabarcable por uno mismo. (ver el artículo “equilibristas” si te interesa profundizar en este tema).
Distinguir claramente a un TODÓLOGO/-a no es tarea fácil, ya que muchas veces desprenden un atractivo y cegador fulgor que minimiza los sentidos de quien los rodea dificultando su identificación. A mí mismo me ha costado catalogar a muchos, deslumbrado por el brillo de sus historias de purpurina o sus cantos de sirena. Sin embargo, en mi experiencia, hay ciertas claves que permiten identificar inequívocamente a un doctorado en TODOLOGÍA:
1. Falta de humildad
Normalmente, el TODÓLOGO/-a, para conseguir su título, ha cursado antes con calificación cum laude, un máster en toNtología (que por algo sólo se diferencian en 2 letras). A través de este curso de especialización, el TODÓLOGO/-a desarrolla amplias competencias relacionadas con el uso hábil de la palabra, el manejo de la información pero sobre todo con la soberbia, de tal modo que todos los logros que te cuente (que serán muchos) serán mérito únicamente suyo, mientras que los fracasos (pocos si alguno) serán culpa claramente de otros a los que intentará dejar evidenciados.
2. Exagera o minimiza por defecto
El TODÓLOGO/-a vive en un eterno Black Friday en el que incluso la realidad más innegable o la historia más verosímil tiene un descuento (o un aumento) del 40%. Nunca olvides que sabe menos del 40% de lo que presume y cobra al menos un 40% menos, trabajando un 40% más de lo que te ha dicho. Es incluso probable que con frecuencia te ofrezca 2 cifras o versiones diferentes del mismo dato u hecho.
3. Todo el mundo es “uno de sus mejores amigos”
El TODÓLOGO/- dice no solo conocer a media población terráquea, sino que todos ellos son sus Best Friend Forever. En realidad, lo triste es que puede que su concepto de la amistad real esté más alterado que la cuenta de resultados de Bankia en su salida a bolsa y él ni siquiera es consciente de ello. Es también más que probable que si preguntas fuera del exclusivo círculo de los TODÓLOGOS/-as, tengas que dar su descripción física pormenorizada para que lleguen a identificarlo y que su intersección en el espacio-tiempo con el tercero en cuestión se reduzca a poco más que coincidir en el aseo.
Dicho todo lo anterior, te deseo suerte en la caza y captura de los TODÓLOGOS/-as que te puedan rodear. Puede que la gran mayoría de ellos ni siquiera sean conscientes de serlo o de estar convirtiéndose en ello. Si identificas a alguno/-a, trata de ponerte a salvo hasta que una colleja, normalmente de la propia vida, les vacune frente a la TODOLOGÍA.