Esta semana se ha celebrado en Bilbao uno de los grandes eventos anuales organizados por Wind Europe; la asociación que promueve el desarrollo de la energía eólica en Europa y de la que la Autoridad Portuaria de A Coruña es miembro activo desde hace varios años

Un evento donde se dan cita numerosas empresas del sector y que representan a toda la cadena de valor de la energía eólica, incluyendo fabricantes que cuentan con una participación líder en el mercado mundial de energía eólica, proveedores de componentes, institutos de investigación, asociaciones nacionales de energía eólica y renovables, desarrolladores, contratistas, proveedores de electricidad, compañías financieras, compañías de seguros, puertos y consultores, entre otros. 

Ha sido una semana intensa, donde hemos recibido la visita de la delegación de la plataforma de puertos europeos al puerto de A Coruña (la OWPP – Offshore Wind Ports Platform) y tras desplazarnos conjuntamente a Bilbao, hemos mantenido múltiples reuniones con los distintos agentes clave de la industria a los que me he referido anteriormente.

Por ponernos en situación, existen numerosos parques eólicos marinos implantados en los mares Europeos, fundamentalmente en Reino Unido, Alemania, Holanda, Dinamarca y Bélgica, con 28 GW de potencia total conectada a la red. Cabe destacar también que el 80% de todos los parques europeos se concentran en el Mar del Norte.

Parques de eólica marina instalados en Europa de forma acumulada (las cifras del mapa están en MW). Fuente: Wind Europe

Las previsiones de desarrollo muestran un crecimiento exponencial en el escenario 2026, con 28 GW adicionales de energía eólica marina a instalar en Europa, que supondrán disponer de un total acumulado de 56 GW. 

Previsiones de la evolución de capacidad instalada de energía eólica marina hasta 2026 en Europa. Fuente: Wind Europe

Es de todos conocido que la guerra de Rusia contra Ucrania ha generado también un amplio debate sobre la dependencia energética de Europa con respecto a Rusia, planteándose la Unión Europea la necesidad de reducir la dependencia de la demanda del gas ruso en dos terceras partes para finales de año, buscando incrementar un 20% las energías renovables, y aplicando medidas para hacer frente a los elevados precios de la electricidad. Ello puede suponer priorizar y agilizar la transición ecológica de la que tanto se habla, y que se encuentra englobada dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. 

Esquema de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Fuente: Web de Naciones Unidas (https://www.un.org)

Con la revisión de los objetivos, los gobiernos se han comprometido a alcanzar hasta 135 GW totales de energía eólica marina en 2030. Los números podrán decirnos más o menos, pero la gráfica siguiente no deja lugar a dudas de que el compromiso en Europa es claro y el crecimiento se desarrollará de forma exponencial a nivel global europeo. 

Evolución de los compromisos de instalación de energía eólica marina en Europa en 2030. Fuente: Wind Europe

Dicho esto, para poder asumir la fabricación y suministro de los distintos aerogeneradores con sus diferentes componentes (turbinas, palas, cimentaciones, etc), es necesario disponer de infraestructuras que puedan dar soporte a la industria, y en esto, los puertos adquieren un papel clave y cada vez mayor. Los aerogeneradores cada vez se ubican a mayores profundidades, alejados de la costa, y con turbinas cada vez más potentes. Esto supone que los aerogeneradores sean cada vez más grandes, y se requieran más necesidades de espacio para poder asumir su construcción, ensamblaje y exportación, entre otros, además de requerir nuevas tecnologías que soporten estas condiciones.

Si hacemos una cuenta rápida, consistente en dividir los 28 GW adicionales que hemos comentado que sería preciso instalar en toda Europa de aquí al 2026, entre un promedio de 14 MW por aerogenerador (las turbinas más grandes que se están instalando ahora mismo), nos arrojaría un mínimo total de 2.000 nuevos aerogeneradores, que tendrán que construirse e instalarse en Europa en los parques que están en tramitación y desarrollo. Y si vamos a turbinas más pequeñas, la cifra se incrementará, lógicamente. 

Es imposible establecer una relación única de las necesidades de espacio que estas piezas pueden requerir, puesto que dependerá muchísimo del proceso constructivo que se plantee, la solución tecnológica adoptada, la logística, y un amplio etcétera. Pero por poner un ejemplo para hacerlo más fácilmente comprensible, podríamos pensar que la construcción de unas 10 cimentaciones podría requerir más de 100.000 m2, por lo que no es difícil imaginar las superficies que se necesitan para poder acoger la fabricación y ensamblaje de todas estas piezas, unidas a otras necesidades que se generarán en Europa en cuestiones de operación, mantenimiento, desmantelamiento, etc. que previsiblemente se desarrollarán más cercanas a los parques que estén operativos. 

Y es aquí donde el puerto de A Coruña podría tener un papel decisivo a medio plazo en el suministro y exportación de cimentaciones para la energía eólica marina hacia los países del Norte de Europa que están más desarrollados en su implantación. ¿Por qué me atrevo a decir esto? Pues porque tenemos un puerto con un potencial enorme, no sólo por las grandes superficies disponibles para la construcción y exportación de grandes piezas, sino por los grandes calados disponibles y la posibilidad de disponer de espacios de agua abrigada para colocar las piezas en fondeo (mientras esperan para su exportación).