Un aspecto fascinante de una clínica psicológica es que cada 60 minutos tiene lugar una historia única e irrepetible, todos estamos siempre en constante cambio y no existen ni dos sesiones iguales con la misma paciente, ni mucho menos dos pacientes iguales. Es por este motivo que a terapia acuden muchos tipos de personas y por motivos muy diferentes (ansiedad, depresión, duelo, aprender a poner límites…) pero todas en mi opinión cumplen dos criterios básicos para poder beneficiarse de terapia:
- Convives con un malestar que sobrepasa tus herramientas de gestión emocional, tu calidad de vida ha empeorado y te percibes sin los recursos suficientes para superar esta situación.
- Tienes ganas de mejorar y estás dispuesta a hacer cambios para lograrlo.
Si sospechas que esta puede ser tu situación pero no lo tienes claro, a continuación te traigo 10 señales comunes de que tu calidad de vida se está viendo negativamente afectada:
- Problemas de sueño:
- Dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos, sueño no reparador, o despertarse antes de lo deseado (habitualmente, no de manera puntual).
- Pensamientos intrusivos:
- Ideas repetitivas desagradables que te generan malestar y no consigues quitar de tu cabeza, algunas de las más comunes son: no valgo, doy asco, nadie me quiere, voy a fracasar, estoy sola, me voy a volver loca, y me va a pasar algo malo a mí o a mis seres queridos.
- No es agradable para ti estar contigo misma:
- Puede ser por tus pensamientos, ya que te hablas peor a ti misma de lo que le hablarías a cualquier otra persona, porque los sentimientos que experimentas son demasiado dolorosos, o porque te desagrada tu propio cuerpo.
- Ansiedad excesiva:
- Te encuentras en un estado de alerta constante, como un nerviosismo o una agitación que raras veces se va del todo, quizá estás más irritable con los demás y te cuesta tener paciencia en tu día a día.
- Tristeza excesiva:
- Estar triste no es malo de por sí, pero sí que resulta un problema si ocurre la mayor parte del tiempo, o sin una explicación clara como por ejemplo un duelo, puedes encontrarte llorando varias veces por semana sin saber a veces ni porqué o cómo pararlo.
- Síntomas físicos psicosomáticos:
- Tu cuerpo te hace notar que necesitas ayuda. Hay personas que presentan dolores habituales de cabeza, bruxismo, diarreas o estreñimiento, dolor de estómago, úlceras, calvas por estrés o caída de pelo, adormecimiento de extremidades, cosquilleos, tics, entre muchos otros.
- Mayor consumo de tóxicos:
- El consumo es una “herramienta de gestión” habitual, aunque claramente nociva para tu salud. Notarás que si sueles consumir ya sea tabaco, alcohol, u otra sustancia, estás consumiendo más para regularte, pero eso sólo te calma a corto plazo y mantiene y empeora el problema a medio-largo plazo.
- Tus relaciones interpersonales se han visto afectadas:
- Ya sea la relación con tus amigos, compañeros, familia, o con tu pareja, el malestar con el que convives requiere tanta atención por tu parte que te ha desgastado, y ahora puedes ofrecer menos a esa relación que antes. Puede llegar incluso a que te de miedo salir a la calle o socializar como hacías antes porque ahora ya no te ves capaz.
- Empeoramiento laboral/académico:
- Tu rendimiento se ha visto afectado, sabes que estás haciendo menos que antes, aunque ahora te cuesta el doble hacer la mitad. Pueden haberte llamado la atención por esto, peligrando así tu puesto o tu futuro académico.
- Ideación suicida:
- Los pensamientos sobre la muerte por desgracia son una idea común en las personas que están sufriendo, la mayoría de las veces por suerte no hay una decisión clara ni un plan concreto, sino la idea de que “para esto sería más fácil no estar” o un “quiero que pare de doler”. Estas ideas pueden asustar mucho, y son una consecuencia lógica cuando te encuentras muy mal y ves que todos tus intentos de mejora son un fracaso. Aquí es necesario que tengas MUY CLARO que porque tú no sepas cómo salir de esta situación no significa no se pueda, ni que el suicidio sea la mejor opción, hay muchos profesionales formados que sí saben cuales son los pasos a seguir para que estés mejor, que pueden ayudarte a darle un giro de 180 grados a tu vida, y que hay muchas personas en este mundo (algunas que ya conoces, otras que conocerás a lo largo de tu vida) que queremos que sigas aquí con nosotras. Como os digo siempre, todo en esta vida tiene solución menos la muerte.
Estas 10 son las situaciones más comunes que traen a personas a consulta en mi caso, aunque cabe recalcar que puedes estar viviendo otra situación que no esté aquí presente y que pueda verse beneficiada de acudir a una profesional, ¡En caso de duda, pregunta! Ninguna psicóloga se va a negar a que le consultes una duda, es normal que no tengas las cosas claras pasando por un mal momento. No sería nada raro que en la llamada no supieras muy bien que decir, o que llorases, ten en cuenta que en nuestro sector estamos acostumbradas a ello puesto que trabajamos el 99% de nuestro tiempo con personas que están pasando por un mal momento, ¡y por desgracia cuando ya estáis bien nos toca despedirnos!
Y recuerda, no es un fracaso que la situación te sobrepase, pedir ayuda a tiempo es un gesto de amor hacia ti misma, y hacia las personas que te quieren.