Mañana 12 de mayo a las 19:00 horas en el estadio de Riazor, el Dépor y A Coruña se enfrentan a una de las citas más importantes de su historia reciente. Este partido no solo representa la oportunidad de ascender al fútbol profesional después de algo mas de cuatro años, sino que simboliza mucho más: la esperanza de una afición que ha visto pasar tiempos difíciles y de una nueva generación que ansía vivir momentos de gloria con su equipo.

La temporada 2023/2024 ha sido un torbellino de emociones para todos nosotros. Después de años de altibajos y decepciones, esta temporada ha despertado un fervor no recordado en todos nosotros. Los partidos en Riazor se han convertido en auténticas fiestas, con aforos que rozan los 30.000 espectadores y una energía contagiosa que recorre las gradas.

En medio de este amanecer azul y blanco, ha emergido una nueva generación de deportivistas: niños que apenas han conocido los momentos de gloria del Deportivo, pero que han abrazado el escudo con pasión y orgullo. Estos jóvenes hinchas, muchos de ellos nacidos en los años más difíciles del club, han crecido viendo las derrotas y los fracasos desde la grada y soñando que algún día, tal vez algún día podrían volver a sonreír abrazados a sus padres, a sus abuelos, a sus amigos, con un nuevo éxito del Dépor.

Esta semana, en los colegios de la ciudad, muchos niños han acudido a clase con sus camisetas del Dépor. Para ellos, el fútbol es mucho más que un juego; es una forma de vida, una pasión que une a generaciones. En los patios de los colegios, se organizaron partidos entre colegas, donde cada uno se repartía ser Lucas, Mella, Yeremay o Barbero, porque en esta ciudad, en esta esquina de Galicia los niños no son ni Pedri, ni Vinicius, ni siquiera Messi, solamente son del Dépor, soñando con emular a sus ídolos sobre el césped de Riazor.

Toda esta semana se ha respirado una atmósfera especial en la ciudad. Las calles se han vestido de azul y blanco, y en cada rincón se escuchaba la emoción. Los pequeños deportivistas cuentan los días, las horas, los minutos para el partido. Para ellos, no han importado los exámenes ni las preocupaciones cotidianas durante esta semana; solo existe el Depor y la posibilidad de vivir un momento histórico.

Para el Deportivo de A Coruña, ascender a la categoría profesional no es solo una cuestión deportiva, sino un símbolo de resiliencia y esperanza. Es la oportunidad de volver a dibujar una sonrisa en los rostros de muchas ilusiones marchitadas durante años, de reavivar la pasión por un escudo y de inspirar a una nueva generación de futbolistas y aficionados.

Este domingo, en Riazor, el Deportivo tiene la oportunidad de poder comenzar de nuevo a escribir su historia y de regalarnos un motivo más para creer. Por los niños del Dépor, por todos los que han mantenido viva la llama en los momentos más oscuros, por la ciudad de A Coruña y por cada corazón blanquiazul, este partido es mucho más que fútbol. Es el amanecer de la esperanza. ¡Vamos Dépor, sí se puede! #ForzaDépor #OrgulloBlanquiazul