En un rincón mágico de A Coruña, donde el viento susurra cuentos ancestrales y las olas cantan canciones de tiempos olvidados, se alza un palacio de historias líquidas: el Museo Estrella Galicia, conocido en los reinos de la imaginación como MEGA. En un día tan señalado como el 19 de junio de 2019, sus puertas doradas se abrieron por primera vez, invitando a los viajeros de todos los confines del mundo a adentrarse en un viaje interminable a través del arte de la cerveza.
Como en el mundo de Fantasía, descrito con pluma mágica por Michael Ende, MEGA es un reino amplio y diverso, donde cada pasillo es un capítulo nuevo, cada sala un universo por descubrir. Al cruzar el umbral, el visitante se convierte en un aventurero, un nuevo Bastián en busca de secretos escondidos y maravillas sin fin. Aquí, el tiempo se diluye y las horas se convierten en meros susurros, mientras los sentidos se despiertan y el alma se embriaga de historias.
Al comenzar el viaje, se intuye a los espíritus de la cebada y el lúpulo danzar en el aire, susurrando leyendas de tiempos antiguos. Aquí, se puede sentir la presencia de José María Rivera Corral, el fundador visionario que en 1906 plantó las semillas de lo que sería una tradición centenaria. Como un valiente Atreyu, José María se enfrentó a los desafíos del tiempo, sorteando obstáculos y triunfando contra las adversidades para construir un legado que perdura hasta nuestros días.
Cada espacio de MEGA es un portal a un mundo diferente, una página nueva en este gran libro de la cerveza. En la sala de las maltas, los visitantes se transforman en alquimistas, tocando y oliendo los granos dorados que, a través de procesos misteriosos y mágicos, se convertirán en el néctar dorado que es la cerveza. Las manos se sumergen en la malta, sintiendo la textura de los granos, como si tocaran la misma esencia de la propia tierra. El aire está impregnado de un aroma profundo y terroso, un perfume que evoca campos dorados y días de cosecha.
Más adelante, en el reino de la fermentación, se desvela la alquimia de la levadura. Aquí, es donde ocurre la magia. Las levaduras, invisibles y laboriosas, trabajan sin descanso, transformando los simples ingredientes en una bebida cargada de sabor y carácter. Este proceso es un hechizo antiguo, un encantamiento que convierte lo ordinario en extraordinario, lo común en sublime.
La travesía por MEGA no se detiene aquí. En sus salas interactivas, la tecnología moderna se entrelaza con la tradición, creando un tapiz rico y complejo, donde pasado y futuro se abrazan en un vals eterno. Los hologramas cuentan historias de antaño, las pantallas táctiles revelan secretos ocultos y la tecnología nos permite viajar a través del tiempo, viendo cómo Estrella Galicia ha evolucionado desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un símbolo de calidad y excelencia.
Finalmente, el recorrido nos lleva a la sala de cata, un santuario de sabores y aromas, donde cada sorbo es un descubrimiento. Aquí, en este templo de la degustación, los visitantes pueden probar las diferentes cervezas que nacen de esta mágica fábrica. Cada variedad es una historia en sí misma, una aventura líquida que invita a explorar nuevos matices y sensaciones. En este momento, uno se convierte en parte de la historia interminable, uniendo su propia experiencia a la rica tradición de Estrella Galicia.
MEGA no es simplemente un museo; es un viaje épico, una odisea que despierta la imaginación y enciende la curiosidad. Como en La historia interminable, cada paso en MEGA es una página nueva, cada descubrimiento un tesoro escondido. Es un lugar donde la realidad y la fantasía se encuentran, donde los visitantes pueden dejarse llevar por la magia del momento y sumergirse en un mundo de maravillas.
Así, el museo se erige como un faro de cultura y conocimiento en A Coruña, un lugar donde cada visitante puede encontrar su propia historia, su propia aventura. Y al igual que Bastián, salir transformado, con el corazón lleno de nuevas experiencias y la mente abierta a las infinitas posibilidades que nos ofrece el mundo de la cerveza.