Algo está pasando. Somos la generación con los niveles de testosterona más bajos desde que se puede medir esta hormona.

Hoy en día, un hombre de por ejemplo 30 años tiene la concentración de testosterona en sangre correspondiente a un hombre 15 años mayor, es decir, lo que equivaldría a un hombre de 45 años.

¿Qué síntomas pueden darse con bajos niveles de testosterona?

Los síntomas son diversos, pero van desde la falta de deseo sexual, hasta la pérdida ósea y aumento de la grasa corporal. La testosterona tiene un papel fundamental en el proceso de erección y en la calidad espermática, por lo que está íntimamente relacionado con la infertilidad masculina.

¿A que se debe esta bajada de concentración de Testosterona?

Hay muchos motivos pero los más claros son dos: el sobrepeso y el sedentarismo. El exceso de grasa interfiere con la testosterona, produciendo una mayor conversión de la testosterona a estrógenos.

El aumento de un punto de IMC (índice de masa corporal) reduce alrededor de un 2% los niveles de testosterona en sangre

El hombre actual es mucho más sedentario que hace 50 años, por lo que tiene menos músculo y menos fuerza, lo cual también interviene en el metabolismo de la testosterona. En el pasado nuestros padres y abuelos tenían trabajos más físicos lo que producía que sin ir al gimnasio, tuvieran un entrenamiento de fuerza a diario.

Otros factores que pueden influir en la bajada de testosterona son el descanso, los niveles de cortisol (directamente influenciados por el nivel de estrés) y los disruptores endocrinos (VPA, microplásticos…). La temperatura también afecta a la calidad espermática.

Los microplásticos son uno de los disruptores endocrinos que más afectan a los niveles de testosterona.

Fisiológicamente los testículos se sitúan fuera del cuerpo de manera estratégica, ya que necesitan una temperatura de aprox. 37 grados para que se produzca de manera correcta la espermatogénesis. Por lo que el aumento de la temperatura corporal debido a calefacciones elevadas y prendas de ropa excesivamente ajustadas, también puede producir defectos en la calidad seminal.

¿Qué podemos hacer para aumentar estos niveles de testosterona?

La principal medida que se puede tomar es evitar el sedentarismo y disminuir la grasa sobrante.

Tener una buena higiene de sueño nos permitirá dormir un mínimo de 7-8 horas lo cual también nos ayudará a gestionar el estrés y exceso de cortisol.

Una buena alimentación, evitando alimentos procesados y precocinados, también nos ayudará a reducir los microplásticos, siendo estos uno de los disruptores endocrinos que más afectan a los niveles de testosterona, al acumularse en los testículos.

Niveles adecuados de magnesio, zinc y vitamina B son fundamentales para una buena calidad espermática, por lo que en casos necesarios pueden ser suplementados.