La Farmacia Rosalía de Castro de Santiago comparte imágenes de un nuevo hurto en la botica
Las cámaras de seguridad de la farmacia captaban a una persona que metía en su bolso diferentes productos de cosmética por valor de más de cien euros. El pitido del arco de seguridad alertó a los trabajadores que de inmediato comprobaron por las grabaciones cómo se había llevado a cabo el hurto
22 septiembre, 2021 20:07Eran las 21:50 h de ayer, 21 de septiembre, cuando una persona de mediana edad entraba por la puerta de la Farmacia Rosalía de Castro y sin ningún disimulo se acercaba a una de las mesas en la que tiene expuestos diferentes productos de cosmética y acto seguido los metía en su bolso para, en cuestión de segundos, abandonar la botica.
En esta ocasión la suma de los productos sustraídos asciende a 106,80 euros y recalcan que suelen llevarse productos de alta gama con fácil reventa.
Las cámaras de seguridad del establecimiento situado en el número 115 de la Avenida Rosalía de Castro captaban las imágenes del robo y la propia farmacia compartía en sus redes sociales este vídeo dando muestra de su cansancio y temor por unos actos que se vienen repitiendo en los últimos tiempos.
Tal y como ha podido saber este medio al contactar con Dolores Sánchez, farmacéutica titular de la Farmacia Rosalía de Castro, estos incidentes se han producido en otras ocasiones y en horarios diferentes, siendo mucho más habituales en las horas centrales del día. Esta farmacia compostelana permanece abierta todos los días del año y su horario de cierre se sitúa entre las 22:00 y las 22.30 h.
El método para el hurto es siempre con un procedimiento similar ya que primero les vigilan desde la calle, observando los movimientos del personal de la farmacia, intentando disimular o despistar haciendo que están mirando el escaparate y en un descuido, bien sea porque los farmacéuticos y auxiliares están atendiendo a otro cliente o porque se encuentran en el almacén, los delincuentes entran a tiro fijo y roban en cuestión de segundos. Esto lo han podido ver a través de las imágenes que su sistema de seguridad capturó y de lo cual les avisó el arco anti hurto que tienen instalado en la entrada.
Robos que se repiten
En todas las anteriores ocasiones los dueños de la farmacia denunciaron los hechos ante la Policía, poniendo a su disposición las imágenes de la grabación certificada y esta vez harán lo mismo puesto que consideran que se trata de un problema serio de seguridad que afecta a sus negocios y por el que siente una gran impotencia. Además de la pérdida económica relativa a los productos sustraídos destacan que han perdido tiempo de trabajo en los trámites que suponen formalizar la denuncia y esperar por los juicios en los que, desgraciadamente, dicen, no han puesto remedio al problema.
Dolores Sánchez insiste también en que de forma habitual tienen que lidiar con robos menores pero que al fin y al cabo producen pérdidas económicas “Un señor venía por aquí para robar esmaltes de uñas que luego le regalaba a su nieta, los tuvimos que esconder. Era robar por robar y por unas cantidades de 3 o 4 euros ni te molestas en denunciar, lógicamente”
Desde la gerencia de la farmacia entienden que la vigilancia es complicada y que en muchos casos tampoco solucionaría o evitaría futuros robos pero sí les gustaría que las penas para los que cometen este tipo de delitos se endureciesen una vez que sean juzgados ya que perciben cierta impunidad una vez que se celebran los juicios.
Los negocios de la zona piden ayuda
Por otro lado, ponen el foco en que en los últimos meses diferentes negocios y garajes de la zona de Rosalía de Castro y del barrio de Santa Marta han sufrido este tipo de hurtos y piden a las diferentes autoridades que les ayuden a evitar que la situación siga perjudicándoles.
El pasado mes de enero se producía un robo en la farmacia de Vite entrando por una de las ventanas para acceder al interior, llevándose la caja. En este caso las cámaras y el servicio de seguridad alertaron del incidente a la policía. Sin lugar a dudas estos métodos de alerta son de gran ayuda para los comercios ya que tienen a su disposición las pruebas del delito, puestas a disposición de las autoridades pertinentes y facilitando la identificación de los ladrones.
Por su parte, la Farmacia Rosalía de Castro decidía compartir el desagradable episodio en su Instagram para que sus seguidores pudiesen ver la rapidez con la que actúan los delincuentes y para llamar la atención sobre los hechos que, esperan, no se vuelvan a producir.