Cáritas Diocesana de Santiago atiende al año a unas 800 mujeres que ejercen la prostitución
La Cáritas Diocesana de Santiago atiende anualmente a unas 800 mujeres que ejercen la prostitución, la mayor parte extranjeras y de 25 a 45 años
9 junio, 2022 18:11SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) –
Cáritas Diocesana de Santiago atiende anualmente a unas 800 mujeres que ejercen la prostitución en el área de Compostela y alrededores, al tiempo que visita más de 30 clubes de alterne dentro de su programa de intervención social.
En este trabajo de calle, Cáritas contacta con este colectivo para informarle de los recursos de los que dispone, repartirles protección profiláctica y material sociosanitario, entre otras cuestiones. Así lo ha explicado este jueves en el Parlamento de Galicia Beatriz García Méndez, asesora jurídica del programa Vagalume, que ha comparecido en la Comisión de Igualdade para explicar su contenido.
En este marco, ha explicado que la mayor parte de las mujeres que ejercen la prostitución con las que contactan son extranjeras (principalmente latinoamericanas) y con una edad que va de los 25 a los 45 años. Se trata de personas con nivel educativo bajo o medio, con cargas familiares no compartidas y con una situación de violencia, exclusión y pobreza en origen. "Cada mujer tiene una situación única y diferente de las demás", ha explicado Beatriz García, precisando que el programa Vagalume se concreta en cuatro proyectos: trabajo de calle, centro de día, piso de acogida y área de sensibilización.
En el centro de día, Cáritas ofrece servicios como asesoría jurídica, atención psicológica o laboral, acompañamientos cuando son necesarios o actividades formativas. El piso de acogida, por su parte, funciona como 2lugar de recuperación", como "piso de autonomía para buscar una alternativa" a la prostitución o como "piso de emergencia para víctimas de trata.
Dificultades
Diariamente, las entidades que trabajan en el ámbito de la prostitución y la traza se encuentran con serias "dificultades", como la difícil exclusión social de las víctimas o los desajustes a la hora de obtener protección o ayudas. En concreto, la letrada ha recordado que las víctimas de trata "tienen protección", pero "cuando no se cumplen todos los requisitos, se quedan en una situación de desprotección".
Otra problemática, ha expresado, es la brecha digital, que se "agudizó mucho con la pandemia". "Hay muchas personas que quedan fuera del sistema: no pueden acceder a un certificado digital, no tienen medios informáticos ni conocimientos", ha dicho Beatriz García, que ha reclamado cuestiones como que se implante la atención presencial para personas con discapacidad.
También las asociaciones se encuentran con una "gran dificultad" para la apertura de una cuenta bancaria, en general en todos los bancos, aunque en teoría está permitido el uso de cuentas de pago básico, ha explicado la letrada.