El servicio de urgencias del Hospital Clínico de Santiago tuvo en la tarde del lunes un episodio de alta demanda de pacientes por el que, según denuncia una asociación de usuarios, hubo varias sillas de ruedas y camillas "en los pasillos de accesos" esperando a ser atendidas. A lo largo de la tarde se atendieron cerca de 450 personas.

Según la Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS (Complexo Hospitalario Universitario de Santiago), se produjo otro "colapso" en el que se vulneraron los derechos a la "intimidad y dignidad", según recoge Europa Press. De acuerdo al relato de los pacientes, la situación "fue emporando" hasta que a las 15:21 horas eran 24 pacientes "graves".

Este colectivo ha difundido un vídeo de la situación a través de redes sociales, aseguran que lo que debería ser una saturación "excepcional" se está "convirtiendo en normalidad". Desde la plataforma culpan a la Xerencia del CHUS por su "incapacidad" de gestión.

La Asociación de Pacientes y Usuarios han acusado a la Xerencia de hacer "caso omiso" a sus denuncias y a las "múltiples reclamaciones" presentadas por los pacientes. A este listado incluyen distintos requerimientos de Inspección de Trabajo.

La situación "se está normalizando"

Fuentes de la Xerencia del área sanitaria de Santiago consultadas por Europa Press reconocen el repunte vivido el lunes: las urgencias del Clínico atendieron a 450 personas cuando la media diaria anterior a la pandemia de covid-19 era de unos 370. Este martes, la situación "se está normalizando", aseguran.

Según explican, el pico ralentizó el proceso de ingresos en planta. Una situación que habría causado la saturación en el servicio de urgencias. Si bien, defienden que los dolientes críticos clasificados como de prioridad 1 en triaje son atendidos "de manera inmediata" y "no esperan".

Sostienen que los tiempos asistenciales se cumplieron "según los protocolos" y con "un magnífico trabajo por parte de los profesionales". En esta línea la Xerencia ha puesto en valor el "importante esfuerzo" realizado en los últimos dos años en las urgencias del Clínico para ampliar sus espacios, aumentar su plantilla en un 30 por ciento y adquirir tecnología.