Hace meses que usuarios y profesionales vienen alertando de la dura situación del área sanitaria de Santiago, que comprende Compostela y Barbanza y a cinco hospitales: el Clínico Universitario de Santiago, el de Barbanza, el Gil Casares, el Provincial de Conxo y el Psiquiátrico de Conxo.  

Los pacientes denuncian las largas listas de espera en alguna especialidades, pero también la saturación en urgencias. Dos aspectos a los que los profesionales médicos añaden la falta de personal, los interminables turnos y el mal estado de algunas instalaciones.  

Saturación y listas de espera 

La internista y representante de Atención Hospitalaria del sindicato O’Mega, María Pazo, explica que actualmente sólo hay Servicio de Urgencias en el Hospital Clínico. Anteriormente también había en el Hospital de Conxo, pero hace muchos años que se centralizaron todas las urgencias en un único complejo hospitalario. Esto, unido a la falta de camas, provoca que haya veces que los pacientes tarden días en poder ingresar y que se colapsen las urgencias, según la profesional.

"Una vez el paciente pasa por urgencias, se realizan todas las pruebas y se decide su ingreso, en muchísimas ocasiones el ingreso se demora varios días, lo que provoca que el espacio que se debe de utilizar para ver pacientes nuevos esté ocupado por los que siguen a la espera de ingreso. Hay zonas inutilizadas, si se utilizaran para atender a estos pacientes pendientes de cama no habría sensación de colapso", explica.  

Desde el Sergas aseguran que la atención a los pacientes de mayor gravedad siempre es prioritaria y que, en los últimos años, la inversión en el acondicionamiento de nuevos espacios ha sido enorme: "Existe un sistema de Triaje que determina la prioridad de atención, los pacientes clasificados con prioridad 1 son atendidos de manera inmediata. Por otra parte, en el  Servicio de Urgencias del hospital Clínico se realizó en los últimos años un importante  esfuerzo en ampliación de espacios y adquisición tecnológica, más de 2 millones de euros. Actualmente, el Clínico está inmerso obras de ampliación, con una inversión de 73 millones de euros, que supondrán un incremento del 30% de su superficie".  

Además, aseguran que los datos de Demora Media obtenidos en diciembre de 2019 fueron los más bajos desde que se tienen registros en el área Sanitaria de Santiago. Datos que se vieron alterados por la pandemia, pero que esperan poder alcanzar próximamente.  

Falta de personal 

O’Mega reivindica la falta de personal, sobre todo en servicios de gran demanda como Medicina Interna o Hematología. Explican que cada vez que se produce una baja hay grandes desajustes en los equipos, obligando a algunos profesionales a hacer guardias de hasta 24 horas: 

"Todas las plantillas están tan ajustadas que en el momento que hay una baja los servicios se resienten. En algunos servicios también hay problemas para la cobertura  de guardias, lo que provoca que los médicos más jóvenes estén completamente saturados de jornadas extensas de 24 horas, realizando en ocasiones más de seis y siete al mes aparte de su jornada habitual".  

Desde la administración del Sergas insisten en que ha habido numerosas contrataciones de personal en diferentes categorías profesionales. Sin embargo, hay algunas especialidades médicas en las que no hay disponibilidad en toda España y por lo tanto es prácticamente imposible encontrar profesionales, especialmente en Médicos de Familia y Pediatras de Atención Primaria.  

"Donde se producen las principales dificultades es en la contratación de profesionales para hacer sustituciones. En estos casos se priorizan las sustituciones y se cubren con intersustituciones y prolongaciones de jornada para garantizar la atención a los pacientes. En el servicio de urgencias del Clínico, hubo un crecimiento del 30% en la  plantilla", añaden.  

El Gil Casares y el Hospital da Barbanza, los que más preocupan 

Aunque todos los hospitales presentan los problemas anteriores, los sindicatos médicos se encuentran especialmente preocupados por la situación de dos de los centros, el Gil Casares y el Hospital de Barbanza. María Pazo explica que, si en Santiago hay tensión en las plantillas, en Barbanza mucho más:  

"En Barbanza hay plantillas, como Medicina Interna y Pediatría, que llevan años trabajando con déficit de varios facultativos. Si en el día a día les faltan dos o tres profesionales en la plantilla, imagínate en el momento que alguno de ellos se pone enfermo. La Gerencia del área a veces lo que hace en estos casos es desplazar facultativos desde Santiago, lo que provoca, permíteme utilizar el símil de la sábana, tapar la cabeza y descubrir los pies".  

Hospital de Barbanza. 

Sobre el Gil Casares, María apunta al mal estado de las instalaciones y a la falta de soluciones por parte de la administración: "Hace muchos años que prácticamente no se invierte en él. Justo antes del verano pasado hubo una caída de los falsos techos en la zona de psiquiatría, provocando incluso un herido leve, lo que obligó al desalojo de los pacientes ingresados en este ala. Se ha actuado únicamente sobre estos falsos techos y los pacientes del ala de psiquiatría ya vuelve a estar ubicados en la misma zona".  

Desde el Sergas no aluden a ninguno de los dos hospitales, aunque sí recalcan que se están produciendo mejoras en el CHUS y que, tanto Concello como Xunta de Galicia, están buscando soluciones también para el problema de aparcamiento. En este  terreno, "se contemplan nuevos espacios de aparcamiento y nuevas fórmulas de movilidad".