La Asemblea Aberta por Palestina ha retomado sus protestas y ha accedido a un nuevo edificio de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Este miércoles varias personas entraron al interior de la Casa da Balconada, edificio administrativo de la institución compostelana, para organizar una "jornada de puertas abiertas" e impedir el acceso del gerente de la USC, Javier Ferreira.
Una vez dentro, han instalado un puesto con comida con galletas y fruta gratis para todos, además de repartir folletos informativos sobre Palestina y sobre las demandas que le hacen a la USC. El movimiento pro Palestina lleva protagonizando encierros en la ciudad desde mediados de mayo con el objetivo de que la institución compostelana rompa relaciones con empresas y universidades vinculadas con Israel.
"Nuestro objetivo, lejos de ser alcanzado en la ocupación de la rectoría la pasada semana y ante la inacción de los órganos democráticos de la USC, continúa siendo el mismo: detener la vergonzosa colaboración de la universidad con el genocidio perpetrado por Israel", ha apuntado en un comunicado. Según recoge Europa Press, los estudiantes quedarán en el edificio "todo el día" y han convocado una concentración a las 20:30 horas.
Desde la USC han informado que con el fin de "garantizar el funcionamiento ordinario de los servicios administrativos", desde este jueves los edificios de San Xerome y la Casa da Balconada "estarán cerrados al público".
Los trabajadores deberán acceder con la tarjeta de identificación universitaria en las puertas habilitadas para ello, mientras que las personas que no tengan vinculación con la universidad deberán solicitar cita previa de forma telefónica o a través de correo electrónico en los servicios a los que necesiten dirigirse de forma presencial.
La asamblea retoma sus protestas después de que el pasado lunes 10, unas veinte personas accedieran a la sede del rectorado, en San Xerome, y permanecieran encerradas hasta el miércoles 13, cuando fueron desalojados a primera hora por la Policía Nacional. Ese día también se procedió al desalojo de los cuatro estudiantes que permanecían acampados en la facultad de Historia desde mediados de mayo.