#CoruñaSecreta En A Coruña se juega al rol (entre otras cosas)

Más de 8.000 personas asistieron en julio del año pasado a la cita veraniega del  Hobbycon, un salón que según su director, José Luis Macía (o Maci), está dirigido a formas de ocio menos estándar pero que triunfan entre jóvenes y no tan jóvenes. Unas 4.000 se personaron en la celebración del Hobbycon en febrero. Parece que los videojuegos, los comics, el mundo asiático o los juegos de rol no son tan minoritarios como podría parecer. Los juegos de mesa vuelven a estar en boga, la música y estética coreana está causando estragos y las partidas de cartas tipo Magic se multiplican por doquier. El 8 de junio, sin ir más lejos, tendrá lugar en el centro Ágora la edición número 10 de las jornadas Gygax, centradas en los juegos de rol y de mesa.

Muchos juegos de rol en las estanterías de Alita Comic

Pero, ¿dónde se mete toda esta gente? ¿Dónde puedo encontrar, si acabo de llegar a la ciudad o me apetece echar una partida, a compañeros de juego? Nos damos un paseo por Coruña adelante buscando esos centros de reunión, salones propios y ajenos aparte, en bajos, locales o incluso altillos.

Bares, son lugares

“Ya no somos tan frikis…”, nos resume Maci, que lleva desde 2013 organizando el Hobbycon, apoyados en la barra de su bar. El Sector 7, situado en Rubine y abierto desde hace tan solo seis meses, parece darle la razón. Hay movimiento en su bar. En la barra, cuatro chavales apoyados de espaldas juegan con una de las dos PlayStation disponibles, mientras el camarero, y el propio Maci, comentan la jugada. Al fondo, las mesas, disponibles para todo aquel que quiera ir a jugar a lo que le apetezca. Cartas, juegos de mesa (el bar te deja unos cuantos), rol… Todo lo que tienes que hacer es cruzar la puerta, coger sitio y tomarte alguna consumición.

Partida de Play en el Sector 7, desde detrás de la barra

También en Rubine está otro de los lugares más míticos donde todo buen rolero ha recalado alguna vez, especialmente de más jóvenes, cuando no había mucho dónde escoger, para tirarse horas jugando una buena partida. Hablamos del Internacional 2, cuya parte de arriba, olvidada para el resto de los mortales, es uno de los templos no-oficiales del rol coruñés. Otra opción menos conocida aún son las partidas organizadas en el Goblin Cojo, un pequeño bar en la zona baja del Orzán, aunque, nos advierten, se juegan cuando el bar está cerrado y las organizan amigos y conocidos del local. Así que si te interesa, ya sabes, a echarte unas cervezas primero y a ver qué pasa.

Hazte -o acóplate- a una asociación

Puede que -a todos- nos llegue el momento de dejar un poquito de lado a los bares porque la vida se va complicando y ya no te tiras 11 horas seguidas jugando una partida de rol. Ahora la divides en varias quedadas de unas 3 o 4 horas cada una. Es el caso de Adrián Alonso García, que se dedica a la informática y lleva 22 de sus 36 años jugando. “A lo que he jugado siempre es al rol, lo que me gusta es la fantasía. Te permite inventar lo que quieras. Jugué desde joven y con un hijo que tengo sigo. Me gusta lo divertido que es estar interactuando con gente que está creando también su personaje sobre la marcha” nos cuenta este miembro de la asociación cultural Terra Lúdica, que se constituyó precisamente en torno a estas inquietudes y a la necesidad de tener un punto de encuentro dónde jugar.

Terra Lúdica tiene un local abierto a todos los socios, por supuesto, pero también a externos. Puedes incorporarte a algún evento e incluso proponer alguno, siempre que lo hagas de la mano de algún socio. Tienen una web que funciona como foro -unos abiertos y otros privados- en la que enterarte de qué están haciendo. O bien puedes contactarles por mail. Al igual que la asociación Draco, que va publicando eventos en su página web.

Los juegos de estrategia con miniaturas necesitan mucho espacio – y atrezzo

En el local de Terra Lúdica caben unas 40 personas jugando simultáneamente, aunque sea raro que coincidan tantos, y tiene una sala con una mesa grande algo apartada para jugar al rol. Luego hay mesas para juegos de mesa y cartas y otras, elevadas, para juegos de estrategia con miniaturas como Warhammer, o  Flames or War. “Requieren mucho espacio para jugar. Hay que montar escenario y tener miniaturas y para eso sirven este tipo de asociaciones. Puedes ir cualquier día y vas a una mesa adaptada y tenemos escenografía comunitaria que te ayuda para ambientar este tipo de juegos”, nos cuenta Adrián.

¿Hace un cómic?

Mesas altas forradas de simulacro de césped con miniaturas de puentes, árboles y castillos también nos encontramos en otro de los centros de juego de la ciudad, el sótano de Alita Comic. Aquí se entra sin llamar, como quien dice, ya que la mítica tienda de cómics en su local inicial, en la ronda de Nelle 20, tiene un enorme sótano acondicionado con mesas y hasta una máquina expendedora a disposición del personal. En horario comercial, a ser posible.

Roberto y Fátima, en la parte de arriba de Alita Comic

“A veces nos viene alguien a la tienda y nos pregunta, ¿conocéis a alguien que juegue al rol? Y nosotros les ponemos en contacto”, cuenta Fátima Ameijeiras, que lleva junto con su compañero Roberto Sanmiguel unos 14 años siendo la cara de esta tienda de comics, juegos de mesa y juegos de rol. “Viene mucha gente. De rol y mucha también para jugar a las cartas Magic, Pokemon, Warhammer… Que vengan es muy divertido, da vida. Hablan, se conocen, es un punto de encuentro, que es un poco lo que queremos”, resume Fátima.

Con eventos o sin ellos, el sótano de Alita Comic está bien concurrido

Además de ceder su sótano, Alita también organiza eventos de vez en cuando, así que atentos a sus redes sociales. Otra tienda que organiza eventos y cuenta con espacio para ocio es Metrópolis Comics. Tanto en su tienda de Coruña como en Ferrol, tiene una zona integrada con el local destinada a jugadores de cartas o juegos de mesa o rol. Eso si, recuerda, si quieres organizar una partida de 5 o 6 personas, llama primero para reservar o asegurarte que hay espacio. Que esto de minoritario le queda poco, y no vaya a ser que te quedes sin mesa.