Un pequeño bajo en el barrio coruñés de Os Castros (calle de la Merced, 59) es el centro logístico de la Asociación Draco, una organización lúdica coruñesa fundada en 2009 y que está centrada en el ocio alternativo: juegos de mesa y de rol, juegos de miniaturas y de cartas. Más de una treintena de usuarios solían reunirse los fines de semana antes del confinamiento para jugar (registrados como socios hay un centenar de personas), ya que uno de los objetivos de la Draco es ser un punto de reunión social, y además sus organizadores saben moverse bien ya que han ampliado fronteras y organizan desde hace tiempo actividades como las Jornadas Gygax.
Este evento reúne anualmente a casi 200 personas en el Ágora de A Coruña para probar juegos de mesa y de rol, además de que también pueden escucharse conferencias de profesionales del sector y los beneficios son destinados a la Cocina Económica de la ciudad herculina. La idea de crear la asociación, según cuenta su presidente actual, Javier Brandido, surgió a raíz de un juego de rol en vivo llamado "Irmandiños, a revolta", que se desarrolla en un espacio abierto. Tras iniciar las reuniones de jugadores en un centro cívico y desarrollar algunas jornadas en bibliotecas, pasado un tiempo la asociación Draco se instaló en el bajo que ocupa a día de hoy.
La media de edad de los miembros de Draco es de 30 años aproximadamente y su presidente concreta que "de la treintena de jugadores que se reúnen habitualmente los fines de semana, cinco son chicas" y se muestra optimista porque "esta tendencia está cambiando y cada vez más mujeres se unen a practicar este tipo de actividades". Uno de los juegos con más adeptos entre los miembros de Draco es el Brass, un juego de mesa ambientado en Lancashire (Inglaterra) durante la Revolución Industrial y cuyo objetivo es sumar puntos construyendo minas, fábricas de algodón, puertos, canales, enlaces ferroviarios, y establecer rutas comerciales.
El Azul también es muy popular según los responsables de Draco, aunque es un pasatiempo "más familiar" en el que se pone a los jugadores en la piel de uno de los azulejeros del rey Manuel I de Portugal, que tras una visita a la Alhambra quedó prendado de la belleza de los típicos azulejos moros y decidió decorar su palacio real en Évora del mismo modo. Entre los juegos de mesa, triunfan Viajeros al tren, Carcasonne o Blue Heaven (con campañas de más de 100 horas y un grupo fijo) y también triunfan otros como Terraforming Mars, en el que los jugadores formarán parte de unas compañías que pretenden establecer colonias en Marte y una serie de empresas compiten entre ellas a su vez para conseguir que el planeta sea habitable con condiciones óptimas como temperatura y oxígeno y zonas verdes y gana quien consiga más puntos.
A parte, en la asociación Draco también hay espacio para aquellos que prefieran optar por los juegos de miniaturas, que son de carácter competitivo con bandos que se enfrentan entre sí.
Maquetas de hasta 50 centímetros y quedadas de rol online
La asociación Draco no dispone de gran material, sólo lo básico para poder funcionar como son mesas, sillas, una gran colección de juegos de mesa o una biblioteca de juegos de rol con libros o manuales de aventuras. A mayores, los usuarios disponen de tapetes para aquellos que juegan con miniaturas y escenografía, por ejemplo catedrales en madera y árboles de hasta 50 centímetros de altura.
"La mayor problemática de los juegos de rol es que necesitan programación, un grupo fijo, un horario y hay que quedar antes para hacer las fichas. Hay gente que tiene muchos problemas para jugar a juegos de rol físicamente, entonces se lanzan a los juegos de rol online pero los jugadores notan que no es lo mismo porque opinan que no hay contacto humano", explica Brandido. La modalidad de los juegos de rol online fue la opción mayoritaria de los socios de Draco durante el confinamiento, ya que el bajo que tienen habilitado para sus actividades permaneció cerrado debido a la crisis sanitaria. Su presidente destaca que esta modalidad es atractiva porque "cada jugador tiene un personaje con un trasfondo, una raza y una clase que va mejorando y creciendo a lo largo del juego".
Una de las "pegas" que Brandido le pondría a los juegos de rol es que para él son "muy dependientes de un grupo" y del máster, la persona que dirige la partida. "El máster analiza lo que hace cada jugador y le pide que haga cosas en función de su personaje. A nivel social es muy integrador y también a nivel de desarrollo de historias y de improvisación", comenta.
En Draco recientemente han comenzado a organizar jornadas de iniciación al rol y charlas de la mano de uno de los miembros más recientes "que ha entrado con ganas". "El objetivo es que cada vez más gente conozca lo que es el rol, ya que de primeras suele ser algo oscuro y raro para alguien que desconoce este mundo. Queremos captar nuevos jugadores y para ello diseñamos partidas que se pueden jugar en tres horas ya que cada jugador se monta su personaje y vive una pequeña aventura", detalla con optimismo.