Las calles de Cambre, pasarela por un día de algunas joyas del automovilismo

Cambre se convirtió, por un día, en la pasarela sobre la que desfilaron algunas de las joyas del automovilismo. El Club de Clásicos de Cambre organizó, en colaboración con el Concello, la I Clásica Cambre, la primera prueba que la entidad realiza en el municipio.

En concreto, la cita reunió a cerca de medio centenar de vehículos clásicos que recorrieron, no solo las calles de Cambre, sino también las de otros municipios próximos. Tal y como señaló el presidente del club, Manuel Iglesias, "la idea era celebrar la Clásica en 2020, pero a raíz de la emergencia sanitaria tuvimos que posponerla. Nuestra intención es que se convierta en una de las jornadas de referencia del club".

A la cita, además de Dani Mallo, concejal de Deportes e Xuventude, acudieron Diego Alcantarilla, concejal de Desenvolvemento Socioeconómico y María Pan Lesta, concejala de Economía, Facenda e Recursos Humanos. Mallo felicitó a la entidad por la organización de este evento, "que agardamos que se converta nunha cita anual no calendario de actividades e probas deportivas de Cambre".

Los vehículos partieron, a las 10.00 horas, desde la zona de la Casa Consistorial y a media mañana hicieron parada para comer en este mismo punto, para luego por la tarde retomar la prueba.

Respeto de las normas

Antes del comienzo de la jornada, la organización del Club de Clásicos de Cambre repartió entre los asistentes el itinerario a seguir y el presidente dio las premisas e instrucciones previas a la salida. Durante la prueba, los pilotos tuvieron respetaron en todo momento, las normas de circulación, no pudiendo superar los 50 kilómetros por hora.

Participaron conductores expertos de toda Galicia, así como de otras partes de España e incluso de Portugal. En cuanto a los modelos que se pudieron observar destacaron vehículos de más de 30 años de antigüedad, como Fords Fiesta, BMW E30 y E21, un 600 y clásicos customizados para la ocasión. La cita incluyó, asimismo, la exposición de los propios automóviles en el Campo da Feira para el disfrute de los espectadores de esta jornada clásica y festiva.