Viven a nuestro lado en parques y jardines y las escuchamos a diario aunque muchas veces no nos demos cuenta. La ciudad de A Coruña es el hábitat y también el lugar de paso de muchas especies de aves que pueden observarse si se presta atención. Desde las más grandes y conocidas, como las gaviotas, urracas o palomas, hasta algunos pajarillos que pueden pasar desapercibidos. Recogemos algunas de las aves que pueden verse en la ciudad así como consejos y los mejores lugares para observarlas.
A Coruña es hogar y también lugar de paso de muchas especies de aves que pueden verse (y escucharse) en distintos puntos y momentos del año. Para empezar encontramos a aquellos pájaros que tienen la ciudad herculina como su residencia principal. Santiago Vázquez, vicepresidente de la entidad coruñesa GN Hábitat, detalla que a estas aves se las llama "sedentarias" y son comunes en parques y jardines.
En este grupo encontramos a la paloma torcaz, el pito real, el picapinos (estos últimos en zonas forestales de Elviña o Novo Mesoiro); además del petirrojo, el gorrión común, el colirrojo tizón, el verdecillo, el jilguero, la urraca, el cormorán moñudo (en las Illas de San Pedro), la gaviota patiamarilla; así como algunas rapaces, como el cernícalo vulgar, el halcón peregrino o la lechuza.
Después estarían aquellas aves que pasan en A Coruña tan solo algunas temporadas del año. Uno de estos grupos es el de las "aves estivales", que son las que llegan a la ciudad para pasar el verano. Son especies que llegan a inicio de la primavera y se marchan en septiembre.
El grupo más importante de aves estivales, destaca Vázquez, es el de las golondrinas. También veranean en la ciudad los vencejos y los aviones comunes, además de la tórtola europea, el cuco, el chotacabras gris o la lavandera boyera.
Por último, estarían las aves que eligen la ciudad para pasar los meses de más frío, son las "invernantes", aquellas que llegan a la ciudad a inicios de otoño y se quedan hasta marzo.
Entre las aves invernantes se encuentran el cormorán grande, los alcatraces, la garza real, la gaviota sombría, el martín pescador, el correlimos común, el búho chico, la lavandera enlutada, el zorzal real o el esmerejón, "una pequeña rapaz que se puede ver en las Illas de San Pedro", apunta Vázquez.
Estos serían los momentos clave del año a tener en cuenta para comenzar a conocer a las aves que viven o pasan por la ciudad, sin embargo, existen además otras dos fechas importantes en las que llegan hasta A Coruña especies que no se pueden ver en otro momento.
Dos momentos clave en el año
Esos dos momentos clave son los que coinciden con los corredores migratorios. "Hay que marcarlos en el calendario ornitológico. Es una auténtica revolución, como una operación salida. En estos momentos podemos disfrutar de una variedad amplísima de aves en tan solo mes y medio", destaca el vicepresidente de GN Hábitat.
Así, el primer momento migratorio tiene lugar en los meses de abril y mayo y recibe el nombre de "paso prenupcial", que es cuando esas aves suben desde África hacia el norte de Europa. "Estas aves han pasado el invierno en Doñana, o en el norte y centro de África, y buscan latitudes con circunstancias climatológicas más benignas que puede haber en Suecia, Noruega, Groenlandia, Finlandia o en Francia", explica Vázquez.
Este momento "es menos importante en Galicia" porque las aves "utilizan otras rutas y pasan más por el centro de España, pero igualmente es posible ver a algunas de estas aves", de hecho, según señala, "este año fue especialmente interesante porque los vientos del norte provocaron que muchas de estas aves pasaran por Galicia".
No obstante, unos meses después se produce el segundo momento migratorio, que se da a finales del verano, entre agosto y septiembre. Este sí es muy relevante en Galicia y recibe el nombre de "paso postnupcial", que es cuando las aves que han criado en el norte de Europa vuelven al continente africano y en ese viaje pasan por la comunidad, atrayendo hasta la costa una gran variedad de ejemplares.
En ese momento, apunta Vázquez, "te vas a Punta Herminia, a la zona de los campos de la Torre de Hércules, y en ese mes y medio puedes ver abubillas, torcecuellos, tarabillas, aguiluchos laguneros, collalbas, y después si echas un vistazo con un telescopio al mar, pues puedes ver pasar bandos de negrones, alcatraces, págalos… o sea un montón de especies que no están aquí normalmente".
El vicepresidente del grupo naturalista coruñés destaca asimismo que algunas circunstancias meteorológicas facilitan la observación de aves, por ejemplo, el frío. "Las olas de frío muy centradas que vienen del norte de Europa empujan especies hasta aquí. Los ornitólogos no nos frotamos las manos cuando vemos olas de frío. También cuando vemos ciclogénesis explosivas", reconoce.
Reto: ver 100 aves en A Coruña
Con toda esta información, Vázquez comparte cuáles serían las claves a tener en cuenta para disfrutar de ver estas aves en la ciudad, ya que no todas pueden verse en los mismos entornos. En ese sentido, apunta que "la clave para ver aves es visitar diferentes hábitats, ya que no vamos a ver las mismas aves en punta Herminia, que en el campus de Elviña. Cuantos más entornos diferentes visitemos, nuestro listado de especies crecerá exponencialmente", subraya.
Así, propone el reto de conseguir ver 100 especies de aves en A Coruña, para ello habría que visitar varias zonas:
- Visitar algún parque público, como el de Santa Margarita o los Jardines de Méndez Núñez.
- Visitar alguna zona periurbana de la ciudad, con algo de mosaico agrícola. "Es el típico hábitat un poco agrario que aún nos queda en la zona del Agra o Mesoiro. En estas zonas periurbanas podemos observar especies ligadas a la campiña", detalla.
- Visitar una zona costera o un cabo, como puede ser Punta Herminia, en la Torre de Hércules.
- Por último, en A Coruña también es interesante visitar la zona de la Ría del Burgo y las islas del Portiño, donde, explica, "hay una buena población de de especies de cormorán grande y cormorán moñudo".
Además, habría que echar mano de alguna guía de aves que nos ayude a identificarlas, como la de ediciones Omega; la que ofrece SEO BirdLife en su web; o la Guía das Aves de Galicia de Carlos Pedreira y Carlos Silvar.
Asimismo, la Xunta también tiene publicadas unas recomendaciones para comenzar a identificar aves; y en GN Hábitat organizan periódicamente actividades para identificar aves en A Coruña y su área.
Respecto al mejor momento del día para salir a buscar aves, Vázquez recomienda salir a primera hora de la mañana o a última de la tarde. "Por la mañana están muy activas porque van a buscar alimento", cuenta. También es recomendable tener en cuenta las mareas cuando se vayan a observar aves marinas o acuáticas, ya que "con la marea baja los bichos están muy lejos y la marea alta nos los acerca".
Por último, es importante tener en cuenta el código de conducta del observador de aves que publica la Sociedad Española de Ornitología. "Lo fundamental es recordar que vamos a ir a disfrutar de las aves, pero no a espantarlas ni a molestarlas, porque las aves tienen que completar esos viajes migratorios y si las estamos espantando continuamente, algunas no van a llegar. Así que no debemos molestarlas ni siquiera para sacar una foto chula".