Con más de diez años en el mundo del desarrollo personal, María Fernández está considerada una de las 100 mejores conferenciantes del mercado hispano hablante. Es autora de “El pequeño libro que hará grande tu vida” (6ª Edición) y “Hazte cargo de tu poder” (2ª edición), ambos de Planeta – Alienta.
Frente a audiencias de hasta 2.000 personas, María no sólo es conferenciante internacional, sino también motivadora de equipos, y formadora en habilidades directivas y sociales. Además, es Es coach personal, ejecutivo y de equipos por la Federación Internacional de Coaching (ICF), mentora de emprendimiento, y ha participado en medios audiovisuales y escritos, como El Español.
Algunos de sus clientes han sido: FCC, Banco de España, Banco Santander, SegurCaixa Adeslas, Caja Rural, CaixaBank, Fyde Caja Canarias, el Colegio de Abogados de Madrid, Mondelez, Mahou, MásMóvil, Land Rover, Lacoste, Mahou, Aristocrazy o las farmacéuticas Abbvie y Johnson & Johnson. Además, ha colaborado con organismos como la Fundación Atresmedia.
Estás considerada una de las mejores conferenciantes del mercado hispano hablante. ¿Cómo de satisfactorio es para ti hablarles a miles de personas sobre crecimiento, amor propio o consecución de metas?
Me parece un lujo. Es adrenalínico, pero da sentido a mi vida. Siento que no puedo estar en otro sitio que no sea ahí.
Me llama la atención que eres una de las pocas motivadoras que no llevas Power Point a tus presentaciones, conferencias… ¿Por qué?
Sí. No me gusta hablar de la vida con un puntero en la mano. Creo que hay ciertas reflexiones que no se pueden explicar desde la razón de un Power Point. Me gusta llegar al corazón sin filtros, y que ese mensaje retumbe en la mente de la audiencia, por mucho tiempo. Por eso llevo objetos y metáforas visuales porque éstas llegan a la parte emocional de nuestro cerebro. Las personas pueden olvidar una larga explicación, pero nunca una metáfora.
¿Y cómo reacciona el público, cuando te ve desde la desnudez de un objeto?
Están expectantes, pero también me dejan en entrar en sus corazones. Eso es algo que se siente desde el escenario. Voy poco a poco… La gente no soporta que se les dé lecciones de vida, pero aman sentirse aprendices. Y ahí, aparezco con mi flecha o mi perla. Juntos descubrimos el significado
¿En qué piensas, María, cuándo estás frente a audiencias de más de 2.000 personas?
Hay algo de “Mente de Samurai”, hay un momento en que ya no pienso en nada y me entrego a ese momento. Paso por diferentes estadios, pero una vez salgo al escenario, sólo intento conectar con el poder dormido de la audiencia. Digo “dormido” porque es obvio que casi ninguno vivimos a la altura de nuestras capacidades. Siempre hay un poder dentro de nosotros, esperando ser rescatado.
Por otra parte, desde tu faceta de “mentora de emprendimiento, ¿Podrías descifrarnos algunas claves de éxito?
Te dirían sólo una. Una Fe inquebrantable en ti mismo. Para emprender y que te vaya bien tienes que ser una apisonadora, si hacer daño a nadie, claro. Pero esto va de ir determinado como una flecha, y tener foco obsesivo en aquello que quieres conseguir. El resto sale solo. Encontrarás la forma de triunfar, conocerás a las personas adecuadas, te darán esa financiación y serás convincente en aquello que vendes. Si crees en ti y en tu producto o servicio, serás tan bueno que no te podrán ignorar. Pero para ello tú tienes que ser tu primer fan.
Veo en tu trayectoria que también has hecho coaching a niños en escuelas de África y Haití. ¿Cómo son esas experiencias?
Esas experiencias te conectan con la raíz de la vida. Te conectan con algo muy profundo, que ensancha tu corazón. Cuando estás ahí todo tiene sentido. Vuelves a sentir la plenitud de no tener nada y sentirte dichoso. Poder comunicar con una persona que no habla tu idioma, pero que, mirándole a los ojos, ya os comprendéis… ¡Wow! Eso es volver a nuestra esencia.
Además, esos niños tienen más luz que el niño sentado en el restaurante con su tableta. La infancia del tercer mundo tiene mucho de drama, pero también tiene mucho de verdad, y de vivir el hoy.
Tengo que volver un momento a esos inicios y preguntaré por ti misma. ¿En qué momento decides volcarte en este universo de las emociones, la mente humana y el desarrollo personal?
Hace trece años. Dejé mi trabajo estable en el sector del turismo, y me dediqué a lo que realmente hacia vibrar mi corazón. Cuando era adolescente, ya quería estudiar psicología y, por circunstancias de la vida, no pude. Pero, ya sabes, la cabra tira al monte, y al final, tuve que dejarlo todo, e ir a donde mi corazón me pedía. No fue fácil, pero repetiría ese camino mil veces. Iba con las orejeras de la fe ciega en mí misma.
¿Cómo de importante crees que es la figura de coach que tú representas en la actualidad?
Pues ¿qué te voy a decir yo? Super importante! Imagínate tener a una persona a tu lado que no duda de tus objetivos, que tiene la firmeza y la sabiduría de sostener tus miedos, y de darte el espacio de reflexión que no tienes en tu día a día. ¿Te gustaría? Pues eso hace un coach, entre otras cosas.
Ahora bien, tienes que elegir a alguien que te inspire, y con quien sepas que te vas a vaciar emocionalmente. Es importante que sientas que estás en tu entorno seguro y de no juicio.
¿Está mal visto el pedir ayuda, consejo, soporte?
No. Es inteligente. Si tú solo crees que no llegas, o no llegas al ritmo que te gustaría, pide a alguien que te de la mano.
Está claro que tú eres un gran apoyo e inspiración para muchas personas, pero supongo que tú, en tu vida más allá de profesional del coaching, también necesitas ese apoyo en alguna ocasión. ¿A qué o a quién recurres?
¡Qué pregunta más buena! Pues recurro a algunos miembros de mi familia, y a amigos super seleccionados, que algunos se dedican al mundo de desarrollo personal.
A estas alturas, una ya tiene muchas herramientas, y la soledad para mí es vital a la hora de ordenar mis pensamientos y emociones, comprenderme, recargarme… Pero tener a personas que tienen tus mismos estándares, y que ven más allá es un gustazo.
Veo en tu trayectoria que has trabajado con un montón de clientes nacionales e internacionales. Hasta la fecha, ¿Cuál ha sido para ti el mayor reto que se te ha presentado?
Vienen a mí muchas personas que son unos cracks a nivel de negocios, pero que se desconectaron emocionalmente hace unos años para no sufrir. Recolocar esos canales emocionales es interesante…
¿Y la mayor satisfacción?
La verdad es que recibo a diario mensajes de clientes, lectoras, y personas que han asistido a mis charlas, dándome las gracias de algo que dije y les transformó. Para mí es ya algo normal, y lo acojo con gratitud. Sin embargo, no me gusta atribuirme sus éxitos. Siempre les digo, que la puerta del cambio la atraviesan ellos.
Centrándonos en las empresas, en el trabajo. ¿Cuál crees que es la principal causa de desmotivación laboral en los jóvenes?
El no sentirse realizados. Estamos dejando la era del “trabajar para vivir”, del no cuestionarte y hacer un trabajo rutinario que pague las facturas. Los jóvenes de hoy se cuestionan si su trabajo les gusta, si está alineado a sus dones, y si crecen personal y profesionalmente dentro de él. Además, necesitan sentirse valorados, y piden tener un equilibrio con su vida personal, lo cual es lógico.
Si tuvieses que regalarnos una frase, una especie de mantra, que consideres que deberíamos tener presente en nuestro día a día, ¿Cuál sería?
¡Date a la vida! Entrégate al 100%. Experimenta tu potencial. Mira todo lo que sucede como una conspiración a tu favor. Lo bueno y lo no tan bueno. En los momentos dulces celebramos, y en los duros nos forjamos. Todo sirve. Usa todo lo que la vida te envíe. Y, sobre todo, nunca dejes que las opiniones externas aplasten tu propia voz. Una intuición es más poderosa que mil voces ajenas.