La Oficina de Acogida al Peregrino cifra en 446.041 los peregrinos que llegaron a Santiago de Compostela el pasado año, de los cuales 68.523 lo hicieron en el mes de agosto. Una cifra muy alta teniendo en cuenta las dimensiones de la ciudad y que todavía quedarían por sumar los turistas que no llegan a través del Camino de Santiago.
Esta situación que, según los vecinos de Compostela, "va a peor" hace que muchos ya estén hablando de un turismo masivo. Y es que, pese a que Santiago vive fundamentalmente de este sector, cada vez son más los compostelanos que piden soluciones a los ruidos y el abarrote de las calles, especialmente del casco histórico.
Los vecinos se quejan de los gritos con los que los peregrinos entran al Obradoiro, de la subida de precios que se produce durante los meses de verano como consecuencia de la llegada de visitantes y también de los tours turísticos. Sobre esto último hemos querido saber más.
¿Qué problemas provocan estos recorridos turísticos? ¿Qué piensan los guías de estas reclamaciones? ¿Qué posibles soluciones hay? Santiagueses, guías y dueños de empresas turísticas de la ciudad nos explican qué está pasando.
Situación actual del turismo en Santiago
Carmen, vecina del casco histórico de Santiago, dice que siempre ha habido muchos turistas, aunque no tantos: "El turismo cada vez es más asequible, ahora viajan 10 veces más personas que hace 10 años y 100 veces más que hace 20 y eso hace que Santiago se esté masificando", explica.
Algo en lo que coincide Asier, también local de Santiago, que advierte un aumento del turismo en la capital, pero una pérdida de la esencia de estos viajes: "Dende fai uns anos para aquí, Santiago xa non é ese lugar no cal viñan peregrinos polo feito de facer o Camiño de forma espiritual. Ahora eso masificouse, simplemente está de moda vir a Santiago e colgalo nas redes".
Para ambos, el factor religioso y cultural que motivaba a la gente a hacer el Camino se está perdiendo. Esta pérdida es una de las cosas que más preocupan a guías y empresas turísticas de Santiago, que tratan de dejar en los visitantes la esencia y la importancia patrimonial de la ciudad.
Elena Iglesias, CEO de Galicia Experience, una de las empresas turísticas que operan en Santiago, cuenta que todos sus guías son "oficiales, contratados, con formación en Historia, Historia del Arte o Turismo y con un afán real de hacer los recorridos divertidos, pero didácticos".
La problemática de los tours turísticos
Pese a la importante labor de estos profesionales, son muchos los que los cuestionan por "provocar ruidos en la zona y abarrote de las calles". Los vecinos piden que se limite el número de asistentes a los tours, y también que se regule el uso de amplificadores de sonido. Algo con lo que ellos también están de acuerdo.
Mónica Grille, guía oficial de Santiago, explica que el Concello no tiene estipulada ninguna norma, sólo que en la Catedral es obligatorio llevar audioguía si llevas a más de 10 personas y que no se puede entrar con grupos muy grandes: "Nosotros tenemos establecido un máximo de 25 personas para que la atención sea buena y también llevamos unos audioguías para que nos escuchen mejor y no molestar a los viandantes. Debería haber una ley para regular el tema del ruido y no permitir llevar amplificadores de sonido, con las audioguías prácticamente no haces ruido".
"Es muy fácil echar la culpa a los tours. Es verdad que contribuimos al ruido, pero es que ya hay muchos problemas en Santiago de ruidos. Hace falta un poco de control general de la ciudad, no sólo de los tours. En la Catedral, por ejemplo, hay que hacer cola para entrar. No puede ser tan complicado que se haga un sistema de tickets aunque sea a coste 0 para que no se hagan colas", argumenta Elena.
Posibles soluciones
Aunque sí existen quejas que apuntan al negocio de los tours, tanto vecinos como trabajadores ven más urgentes otras medidas relacionadas con la gestión turística de la ciudad.
"Deberían prohibir a entrada de grupos enormes, cando entran en Santiago en grupos de 100 persoas, prácticamente é unha invasión. Ademais de impulsar que veñan en outras épocas do ano, que se separen un pouco no tempo os visitantes”, propone Asier.
"El Concello también podría no meter grupos gigantes con estancia gratis en el año Xacobeo para que Santiago dejara de llenarse de gente bebiendo por las calles, que es lo que se ve en verano en la ciudad", añade Carmen.
A mayores, los compostelanos piden que se regulen los precios, tratando de evitar subidas de productos, alquileres y servicios durante los meses de mayor apogeo de turistas, pues también acaban saliendo perjudicados los santiagueses.
En busca de un turismo de calidad
En el camino de la búsqueda de un turismo responsable y respetuoso con la ciudad y sus locales, los guías reivindican además la importancia de valorar el trabajo que realizan y el importante papel que estos juegan en la cultura y el valor de la zona.
Piden que no se ponga el foco siempre ellos, pues "siempre intentan ser respetuosos": "Tratamos de molestar lo menos posible, y sólo los hacemos en temporada alta. Para nosotros también es complicado trabajar en esas fechas, aunque se trabaje mucho es agobiante".
Además, hacen un llamamiento a la gente que acude a sus recorridos, a los que piden que valoren su trabajo: "Muchas veces se infravalora el trabajo. Mucha gente piensa ‘yo si a un fontanero le puedo dar 20 euros en vez de 50, pues genial’ y no es así. No se puede reservar un tour pensando en que por 3 euros vas a conocer mejor la ciudad", explica Mónica.
"La gente se cree que con los 2,5 euros que se lleva Civitatis ya está, y no. Luego está el IVA, los salarios de los guías, el alquiler de la oficina… realmente lo justo está en unos 10 euros por persona, pero siempre es menos", concluye Elena.