Los distintos establecimientos que hay en los barrios son importantes en la vida de las personas mayores, y no solo por los servicios que prestan sino también para acompañarles y detectar algunas patologías. Entre esos locales están las peluquerías. "Por experiencia, pienso que deberíamos estar más atentos a los mayores", apunta Teresa Méndez, de peluquería Maiteva de A Coruña.

Con más de un cuarto de siglo de experiencia, entre la clientela de Méndez hay muchas personas mayores. "Te cuentan sus penas, lo que les pasa día a día", explica la peluquera, que señala que sus clientas le trasladan cuestiones como que sus hijos las ven poco por diversos motivos y que en ocasiones escucha testimonios "muy tristes".

En esta labor de escucha no faltan consejos surgidos del sentido común, palabras de ánimo o incluso una profunda empatía cuando "te enfadas por la situación", según la peluquera, que lleva 28 años en el barrio. "Les das un apoyo moral. No les vas a solucionar la vida", indica Teresa Méndez, que añade: "Con que tú las estés escuchando a ellas ya les llega".

Tampoco faltan los consejos profesionales con respecto al arreglo del pelo cuando se trata de personas que están encamadas o con escasa movilidad. Teresa Méndez va a cortar el pelo a domicilio a las personas mayores o enfermas que no pueden ir a la peluquería y tiene experiencia con clientas con problemas de memoria que vienen acompañadas a su establecimiento, donde el peinado siempre va acompañado de la escucha.