Se dice que gallegos y asturianos son primos hermanos y no mucho más lejos se encuentran los portugueses, que además de proximidad geográfica con Galicia, guardan más similitudes de las que inicialmente parece con los gallegos.
Es habitual que en periodos vacacionales o puentes tanto los lusos acudan a la comunidad para hacer turismo y conocer sus mejores rincones, como los gallegos provocan grandes atascos en la frontera entre Galicia y Portugal por la gran afluencia de viajeros a destinos populares para una escapada como Lisboa, Aveiro, Valença y, por supuesto, Oporto (Porto para los portugueses).
A Coruña y Oporto están exactamente a poco más de tres horas en coche y gracias a una reciente modificación, quienes viajen entre ambas ciudades no tendrán que pagar peajes a partir de Vigo desde el próximo año. Las urbes tienen una dimensión bastante cercana, ocupando Oporto 41,4 kilómetros cuadrados y A Coruña 37,8.
En cuanto a población, según los últimos datos oficiales, la ciudad herculina supera a la ciudad portuguesa pero ambas se sitúan en el rango de las 400.000 personas (la primera con 244.850 habitantes y la segunda con 214.349). Ambos lugares cuentan con una cerveza indiscutible de referencia (Estrella Galicia y Super Bock) y con presencia notable del arte urbano (más en Oporto con su famoso Medio Conejo en Vila Nova de Gaia que el artista Bordalo II ha creado con basura, aunque A Coruña luce desde esta semana un mural en honor a la poeta Luisa Villalta, entre otros).
De cara a futuras visitas de los coruñeses a Oporto, desde Quincemil proponemos 10 paradas obligadas que esconden la relación entre ambas ciudades:
1. Estadio do Dragao
Para los coruñeses muy deportivistas que allá donde vayan tengan a su Deportivo y al estadio de Riazor muy presentes, en Oporto pueden calmar sus ganas de fútbol visitando el Estadio do Dragao del FC Porto. Fue inaugurado en noviembre de 2003 con un encuentro entre el equipo local y el FC Barcelona y tiene capacidad para más de 50.000 espectadores.
Está ubicado en la parte central de la ciudad de manera muy natural rodeado de espacios verdes y rodeado de vías anexas residenciales y comerciales. Ha sido escenario de conciertos histórico como el de los Rolling Stones, One Direction, Coldplay o Muse.
2. Torre de los Clérigos
Se trata de un conjunto arquitectónico que está considerado como monumento nacional desde 1910 y que está integrado por la iglesia y su popular torre, a la que se puede subir. Ambos elementos datan del siglo XVIII y son de estilo barroco y están unidos por la Casa da Irmandade que está abierta al público desde 2014 tras convertirse en museo.
Se trata de una torre solidaria realizada en 1753 a petición de la Hermandad de los Clérigos y diseñada por el arquitecto italiano Nicolau Nasoni. Es un símbolo de la ciudad y está a 75 metros de altura, ofreciendo una panorámica espectacular de la ciudad portuguesa, aunque solo podrán contemplarla aquellos que suban los 225 escalones. En temporadas especiales el horario se amplía hasta las 23:00 horas.
Se trata de una opción apetecible para todos los coruñeses con morriña de su mayor símbolo, la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo en funcionamiento y al que se puede subir para contemplar la ciudad y la inmensidad del mar. Este monumento tiene 234 escalones aproximadamente y una altura de 55 metros.
3. Livraría Lello
Está considerada como la "librería más bonita del mundo", abrió en 1906 y lleva más de un siglo de historias e infinitas visitas. La estampa más habitual frente a sus puertas es la de colas interminables de turistas que quieren verla por dentro. El edificio en el que se enmarca es uno de los pocos de estilo neogótico de la ciudad.
Se trata de un espacio lleno de originales detalles arquitectónicos e incluso coloridas vidrieras, todo ello a cargo del ingeniero Francisco Xavier Esteves. Está dividida en diferentes partes, como Gemma, aquella en la que se pueden encontrar libros raros, manuscritos o primeras ediciones. La Sala José Saramago es fruto de una colaboración entre la Librería Lello y la Fundação Saramago y está compuesta por obras traducidas a distintos idiomas u objetos personales del escritor portugués.
La escalera de caracol es uno de los elementos más emblemáticos y está situada en la parte central de la librería y fue construida en hormigón armado y no en madera, como aparentemente parece a primera vista, siendo una de las primeras de este tipo en Portugal. A nivel cinematográfico este lugar es famoso dado que se dice que es uno de los lugares favoritos de la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, y que se habría inspirado sobre todo en su escalera para escenarios de las películas del joven mago.
A Coruña de momento no dispone de una librería tan icónica pero están proliferando nuevos y creativos espacios relacionados con la literatura como El Galgo Azul o A Tobeira de Oza, además de librerías muy conocidas a nivel local como Moito Conto o Berbiriana, esta última en la Ciudad Vieja.
4. Mercado do Bolhao
Está ubicado en el corazón de la ciudad y actualmente luce una nueva cara mucho más moderna gracias a la restauración de la que ha sido objeto, aunque conserva su esencia tradicional. En él tienen sus puestos más de 70 comerciantes de diferentes productos: desde pescados, hortalizas o frutas hasta carne, flores y plantas, mariscos, pan, productos naturales y dietéticos, artesanía o hasta una tienda especializada en salchichas.
En el exterior del edificio se ubican 38 comercios y una decena de restaurantes. Está considerado uno de los edificios más emblemáticos de Oporto y un monumento de interés, además de ser una parte importante de la historia de la urbe con más de un siglo de existencia. Por estos motivos, puede ser una buena parada obligada para los coruñeses en Portugal, acostumbrados a acudir al tradicional Mercado Municipal de la Plaza de Lugo con sus puestos de pescado y marisco en la planta baja, además de otros de carne, pasta, embutidos o comida para llevar en el piso superior.
Otra opción coruñesa para compras de buen producto en mercados de este tipo es el mercado de San Agustín, que en los últimos años ha ganado una estética más moderna con diferentes puestos de hostelería además de albergar cada pocos meses el denominado Mercado de las Nubes.
5. Calle Santa Catarina
Es una de las calles comerciales principales de Oporto. Es peatonal, comienza en la Plaza de Batalha, con atractivos importantes como la Iglesia de San Antonio de los Congregados. En este área también se encuentra el centro comercial Vía Catarina y en las inmediaciones se entremezclan restaurantes, originales cafeterías, vendedores ambulantes o músicos callejeros. Uno de los locales más destacados es el histórico Café Majestic, un elegante café de los años 20 que supone una experiencia imperdible cuando se visita la ciudad.
En A Coruña, lo equiparable serían calles comerciales como la calle Real, quizás la más popular por su ubicación en pleno centro de la ciudad, y donde se encuentran numerosas tiendas de ropa, de zapatos, ropa interior, accesorios para móviles, joyerías, tienda de cerámica de Sargadelos, locales de ocio nocturno como el Hemingway recientemente inaugurado, librerías y diversos negocios de hostelería (en los que consumir empanadillas argentinas o pizza, entre otras especialidades).
En esta calle es habitual ver a vendedores ambulantes, músicos callejeros, animadores y en invierno los queridos castañeros.
6. Mirador de la rúa das Aldas
Es uno de los puntos de Oporto que ofrece una mejor panorámica de la ciudad y del río Duero. Está un poco cuesta arriba pero la experiencia merece la pena, sobre todo porque no tiene coste y se puede llegar paseando tranquilamente. Está en las inmediaciones de la catedral de la ciudad, la Sé do Porto, en pleno casco antiguo, con coloridas y estrechas calles que esconden negocios locales que merece la pena conocer.
Por su parte, un mirador coruñés que merece la pena es el del Monte de San Pedro, que sobre todo en días soleados ofrece una visión impagable de A Coruña desde lo alto, distinguiéndose perfectamente la forma de la ciudad y sus playas urbanas de Riazor, Orzán y Matadero y su característico Paseo Marítimo. Cuenta con un ascensor en forma de bola de cristal para iniciar el paseo al lado del mar y que baja por uno de los laterales de este monte.
Otro punto ideal que sirve como mirador especialmente en los días de anaranjados atardeceres es la denominada Ventana del Atlántico en O Portiño.
7. Escuchar fado en Casa das Mariquinhas (la casa de fado más antigua)
Este establecimiento está reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) y es histórico, además de considerado como "la catedral del fado en Oporto". Abrió en 1968 en el barrio de la Sé, al pie de la catedral. Por sus micrófonos han pasado grandes nombres del fado portugués, cantando y tocando, todo ello aderezado con una buena cocina tradicional de Portugal de la mano de la chef Sandra Santos.
En A Coruña se guarda tradición de salas musicales donde se desarrollan con frecuencia conciertos y espectáculos como monólogos o teatro. La Mardi Gras, el Garufa Club o los más modernos y recientes Inn Club en el Palexco y Playa Club, concentran gran parte de la actividad musical de la ciudad.
8. Barrio do Barredo
Es uno de los barrios más emblemáticos de Oporto y se encuentra en la zona más antigua. Está compuesto de callejones estrechos y pequeñas plazas donde se intercalan casas de colores dejando una estampa muy mundana con la ropa tendida.
Los puntos más destacados de esta zona son la catedral de Oporto, el mirador rúa das Aldas, Largo da Pena Ventosa (plaza rodeada de casas de colores), escadas do Barredo (189 escaleras que unen la parte alta del barrio con la zona de La Ribeira) o El Senhor da Boa Fortuna (un altar escondido). También es imperdible la Torre do Barredo, uno de los inmuebles con más años de la ciudad.
El equivalente en la ciudad herculina sería la Ciudad Vieja, con sus calles empedradas y plazas, como la de Azcárraga, o Iglesias como la Colegiata de Santa María del Campo o de la Orden Tercera. Además, en verano adquiere aún más encanto debido a la celebración de la Feria Medieval, que traslada esta zona de A Coruña al medievo durante unos días y donde no falta el aroma a crepes o bollo preñado.
9. Palácio da Bolsa
Es sede y propiedad de la Associação Comercial do Porto y un edificio de estilo neoclásico cuya construcción se inició el 6 de octubre de 1842. Esto fue debido al cierre de la Bolsa que obligó a los comerciantes de la ciudad a desarrollar sus negocios en el exterior. Es un lugar único que cuenta con visitas guiadas y atrae al año a más de 300.000 visitantes, siendo uno de los atractivos turísticos con más afluencia de Portugal.
En A Coruña hay varios edificios emblemáticos de este tipo como el del Banco Pastor, donde actualmente se encuentra el Santander Work Café; el Banco de España en la calle Durán Loriga o el antiguo inmueble donde se ubicaba el Cine Avenida en el Obelisco, actualmente en rehabilitación.
10. Bar Maus Hábitos
Abrió al público en 2001 y se ha convertido en un espacio donde se unen gastronomía, música y artes visuales. Está ubicado en el cuarto piso del Edificio Garagem, un edificio Art Déco característico y único en el mundo y en los 90 el espacio fue ocupado por un grupo de artistas, convirtiéndose así en un punto de encuentro del circuito de artistas underground de Oporto.
Desde 2001, primero las instalaciones albergaron exposiciones, luego espectáculos y conciertos, y finalmente, un restaurante. Es un espacio donde las estancias cambian constantemente tanto de disposición, como los colores o decoración, no permaneciendo igual durante mucho tiempo.
Espacios multifuncionales similares, aunque fundamentalmente centrados en la gastronomía, se pueden encontrar en A Coruña como Arty! Market, un espacio con una arquitectura y un diseño rompedores (pista de basket en medio de las mesas, dj con barra de chupitos en el baño o tumbonas y gradas frente a una pantalla de cine). Paralelamente, el bar Malos Hábitos de la calle Galera está inspirado en este espacio de la ciudad portuguesa.
(10+1) Piscina das Marés
A 14 minutos en coche desde Oporto, se encuentra este conjunto de piscinas que forman un conjunto pegado al mar con un original diseño por parte del arquitecto Álvaro Siza. Algunos de los laterales de la piscina son la propia roca y en otros discurre un paseo al lado del mar.
Hay dos piscinas de agua salada, vestuarios y duchas y también se puede acceder desde este punto a una playa cercana. En el lugar hay una gran avenida y un jardín y se puede divisar en el horizonte el faro de Leça. Por la disposición de las piscinas a veces es complicado distinguir donde acaban y donde empieza el mar.
A Coruña también dispone de una zona de baño de agua salada desde el año pasado, concretamente en O Parrote, donde hay una escalera de acceso y unas corcheas delimitando el área. Está previsto que para el verano que viene se construyan unas pasarelas de madera que formen una especie de complejo en este punto donde los bañistas puedan relajarse tomando el sol tras nadar en el mar.