La boda de Elene y Quique: Una unión gastronómica y amorosa entre Galicia y Euskadi
La boda tuvo pulpo y zamburiñas, pero también chuletón al estilo vasco, sellando una historia de amor surgida en San Sebastián que unió Tolosa y A Coruña. Las dos ciudades comparten una gran fiesta: San Juan
9 julio, 2024 05:00Elene, de Tolosa (Gipuzkoa), y Quique, de A Coruña, se casaron el 29 de junio en una boda que fusionó las gastronomías gallega y vasca en un caserío, sorprendiendo a invitados que vinieron de todo el mundo. Los novios se conocieron en San Sebastián, de donde procede la familia de Quique, y la boda ha tenido lugar en el interior de la provincia de Gipuzkoa que les ha unido para siempre.
La ceremonia tuvo lugar en la basílica de Loyola, en el lugar de nacimiento del fundador de los Jesuitas, mientras que el banquete se celebró en la finca Narzábal, en Azpeitia. El convite ofreció una mezcla de las gastronomías gallega y vasca y destacó por el asador al aire libre gracias a la empresa Euskal Parrilla. Los muchos invitados que tuvieron que recorrer la A8 desde A Coruña pudieron degustar un auténtico chuletón al estilo vasco como segundo plato.
Antes de los platos principales, se sirvió un cóctel más largo de lo normal incluyendo preparaciones típicas de las dos gastronomías. Por parte de Galicia, pulpo o zamburiñas, mientras que la gilda o el talo de chistorra pusieron el sabor euskaldún a los aperitivos. Los segundos fueron autóctonos: primero rape en vinagreta, y por último la txuleta de vaca vieja con pimientos rojos a la parrilla.
Las amigas sorprendieron a los novios con el baile tradicional vasco
En la boda se sirvió el vino Valdebarón, el favorito de los novios, de las bodegas Ondarre, que fueron el regalo de la hermana mayor de Quique, Elena, su cuñado Luis y sus pequeñas sobrinas, Elena y Elsa.
Otro detalle curioso de la boda es que los pétalos que eligieron para la salida de la iglesia fueron claveles con motivo de San Juan. Como el amor tiene muchos caminos, A Coruña y Tolosa comparten patrón. San Juan es la fiesta principal de Tolosa y ese día se celebra en esta pequeña ciudad el "día de escopeteros", con claveles rojos y blancos adornándolo todo.
Otro detalle muy divertido de la boda fue la sorpresa de las amigas de Elene: bailaron el aurresku, la danza tradicional vasca, a la salida de la iglesia. La boda tuvo otros pequeños detalles, como regalos personalizados a cada invitado relacionados con los recuerdos que compartían con cada persona. Como curiosidad, Elene, enfermera de profesión, encargó 100 jeringuillas con tequila de fresa para sorprender a los invitados... pero en el último momento se las olvidó en la nevera de su casa.
Una novia con sombrero y velo
La elección del vestido ha sido muy original e incluso ha llamado la atención de medios nacionales como Telva. Se trata de un vestido de novia de Sophie et Voila, con un original sombrero tipo pamela y velo. Según ha contado Elene a Quincemil, tenía claras tres cosas: que llevaría un sombrero de Eliurpi, que llevaría velo y que usaría también un vestido corto.
Elene acudió con su padre a Sofía Arribas (la directora creativa de Sophie et Voila), y para el vestido corto de la fiesta eligieron un diseño inspirado en Balenciaga, haciendo un nuevo guiño a Euskadi. Los zapatos fueron de Salo Madrid y el maquillaje y la peluquería de Naiara y Leire, de Frida & Jade. El ramo de flores, regalo de su amiga Nerea, fue de margaritas silvestres.
Las alianzas fueron un regalo del hermano de Elene, Josu, su esposa Alexandra y su sobrino Paul, pero fueron compradas en la mítica joyería Romeu de A Coruña. Los novios cumplieron con la tradición y llevaron algo prestado: Quique unos gemelos de su abuelo, y Elene unos pendientes art decó de la suya. Y, por supuesto, el anillo de zafiro y diamantes que Quique le regaló cuando le pidió matrimonio al atardecer, en la Dune du Pilat, cerca de Burdeos.
Cuenta Elene todo esto a Quincemil desde Tanzania, donde se encuentran de luna de miel, recordando cómo estuvieron saliendo dos años a distancia y finalmente se fueron a vivir juntos en la época de la pandemia, justo antes de que entrase en vigor el estado de alarma. La elección de la luna de miel (Tanzania y la India) no ha sido fácil, ya que por trabajo y placer Quique ha viajado mucho: 66 países en su pasaporte.