En plena isla de La Toja ha venido creciendo desde 2015 una comunidad "Grobit" a la que no cesan de acudir niños en busca de estas mágicas criaturas termales. Originarios de O Grove, concello al que pertenece la isla y que les da nombre, los Grobits permanecen escondidos a la espera de que algún pequeño intrépido los descubra. Visitamos con entusiasmo a estos primos de los viejos Hobbits que conocimos gracias a J.R.R. Tolkien y su saga El Señor de los Anillos.
Un proyecto municipal
El proyecto Aldea dos Grobits fue ideado en 2012 por la concellería de Medio Ambiente de O Grove, que propuso este plan como medida antiespeculativa sobre el parque forestal de La Toja tras permanecer abandonado durante varias décadas. La primera acción para dinamizar la zona fue acercar fauna al parque, con dos burros en honor a la leyenda que doña Emilia Pardo Bazán refirió acerca de la isla, pero pronto se consideró adicional la creación de un parque infantil fuera de lo común. El espacio fue "emocionalmente señalizado" con la pintada multicolor de un grupo de árboles que indican desde lejos la ubicación del parque, lo que evita la necesidad de seguir letreros. Tras casi 3 años de reacondicionamiento low cost del área, construida con materiales locales reciclados, el concello declaró su apertura en 2015. Desde entonces, cada día decenas de niños visitan con sus familias las instalaciones de este fascinante lugar, especialmente concurrido durante la época estival.
Soñar no tiene precio
La zona es de titularidad municipal, por lo que el área recreativa es pública y el acceso al parque, libre y gratuito. Todos tienen, por tanto, las mismas posibilidades de disfrutar de esta miscelánea de cultura, ocio y naturaleza dentro del gran pinar de la archiconocida isla gallega. El parque cuenta con atracciones infantiles de todo tipo: columpios, balancines, escaleras, un tobogán… perfectamente dispuestos en un entorno que invita a la diversión.
La ilusión que amplió el espacio
En 2018 el concello decidió ampliar el parque debido a las demandas de los más pequeños para acceder al interior de las casitas de los Grobits: "llamaban a las puertas", señalan desde el consistorio. Y es que quién no querría hacerlo. Una encantadora vivienda Grobit se levanta en las inmediaciones del parque para dar paso a un interior de cuento en el que se está preparando una biblioteca infantil, donde habrá libros reales que ayudarán a los menores a sumergirse en el apasionante mundo de la lectura y desarrollar su imaginación. Recientemente, la Xunta acordó financiar la ampliación exterior del parque y una pequeña zona de juego.
Un recurso turístico muy familiar
Desde el ayuntamiento afirman estar satisfechos de haber logrado crear un espacio con el que los vecinos sean capaces de establecer vínculos afectivos y del que se sientan profundamente orgullosos; así, se evitará una eventual privatización del espacio en el futuro. Actualmente, la cada vez más famosa Aldea dos Grobits no solo alegra el día a día de los grovenses, sino también atrae a multitud de familias de otros municipios cercanos que se deciden por disfrutar del siempre seguro turismo "de casa".