El buen tiempo invita a disfrutar de una comida relajada al aire libre. Organizar un picnic es una divertida actividad en la que puede participar toda la familia antes de dirigirse a un área recreativa en la que la paz y la tranquilidad inviten a jugar y descansar de la rutina mientras se degustan algunos alimentos preparados con antelación y mucho mimo.
A Coruña dispone en el propio municipio y los ayuntamientos del entorno de varios espacios en los que es posible sentarse con tranquilidad y compartir un bonito momento con la familia, los amigos o uno mismo. En Quincemil hemos seleccionado varias opciones para ir con la manta y el mantel, un picnic con los manjares que más gustan y una baraja de cartas y desconectar cuando el tiempo acompaña.
Opciones más urbanas en A Coruña
Entre los numerosos rincones que esconde A Coruña también hay merenderos, además de zonas como la de la playa del Orzán y Riazor, que tiene varios bancos y mesas en los que es posible sentarse a leer un libro o comer mientras se escucha el rumor del mar. Una forma ideal de evadirse del ruido de los coches que pasan a escasos metros.
La ciudad herculina dispone de varias zonas en espacios verdes perfectas para disfrutar de una rica comida en buena compañía y al aire libre. Un ejemplo es el Parque de Santa Margarita, que en sus 53.000 metros cuadrados dispone de numerosas mesas con bancos en los que sentarse a pasar el día tras visitar la Casa de las Ciencias o degustar las sardinas de San Juan.
La Torre de Hércules es el monumento más emblemático de la ciudad y aquellos que lo deseen pueden sentarse a comer a escasos metros del único faro romano en funcionamiento del mundo. El Parque Escultórico de la Torre de Hércules esconde numerosos rincones en los que merece la pena detenerse, pero también zonas en las que sentarse en una jornada soleada es todo un privilegio.
El Parque de Bens es uno de los pulmones de A Coruña. Este área verde dispone de zona de juegos infantiles, algunos adaptados para pequeños con discapacidad, y de un gran espacio para pasear o sentarse a disfrutar del aire puro y las espectaculares vistas. La cascada, el dolmen y el área canina se suman a los alicientes de este parque perfecto para disfrutar de un picnic.
A Coruña no es el único municipio del área que dispone de merenderos en zonas más urbanas. Sada, a una media hora en coche, tiene una bonita área recreativa en la zona del paseo y la playa, cerca del emblemático edificio de La Terraza que, de hecho, viajó desde la ciudad herculina hasta su actual emplazamiento en 1921.
Merenderos en plena naturaleza
El área recreativa del embalse de Beche, en Abegondo, es una buena opción para desconectar del ajetreo del día a día en un espacio natural en el que, además, es posible alojarse en cabañas. Ubicado en el corazón de la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, cualquiera puede acudir a esta zona para relajarse junto al embalse, pasear por sus senderos, hacer actividades al aire libre o comer.
Arteixo dispone de varios merenderos en los que sentarse a disfrutar de un picnic. El área recreativa O Seixedo dispone de mesas y bancos de piedra, así como de un parque infantil, servicios similares a los que tiene Os Barreiros, ubicada junto al riachuelo del mismo nombre y por la que pasa la ruta de senderismo del río Sisalde.
Bergondo dispone del área recreativa de Lubre, que el ayuntamiento busca dinamizar con la renovación del local social, entre otras medidas. Cambre, por otro lado, presenta As Gamelas como una zona perfecta para descasar "alejado de la fiebre de la vida moderna" en un espacio en el que reina la tranquilidad y bien comunicado con lugares de interés histórico, artístico, cultural y natural.
El área recreativa Marco das Eiras de Carral está a unos 400 metros sobre el nivel del mar, en la ladera del Monte Xalo. Este espacio que dispone de un merendero bajo los árboles y con tejado vegetal se complementa con otras opciones en el municipio como A Brexa, en la que también hay skatepark, o las mesas y bancos de piedra que hay en el Campo da Festa das Travesas.
Culleredo es otro de los ayuntamientos coruñeses en los que comer al aire libre es una gozada gracias a los numerosos espacios naturales de los que dispone. Uno de los más conocidos y concurridos es la zona del Paseo de O Burgo, aunque también es frecuentada la zona de Celas de Peiro, a los pies del Monte Xalo, y el área deportiva de Acea de Ama.
El Parque da Lagoa de Mera es un gran reclamo para las familias del municipio de Oleiros y alrededores que quieren disfrutar de una relajada jornada. El municipio, sin embargo, dispone de otros emplazamientos únicos para comer o merendar, como el Parque de las Trece Rosas (inaugurado en 2020) o el Parque de As Galeras en Santa Cruz.
Y algunos más alejados que merecen (y mucho) la pena
Más allá de la comarca coruñesa, son numerosas las áreas recreativas que tienen mucho que ofrecer. Una de ellas es la de Gabenlle, en A Laracha, que dispone de una amplia zona verde arbolada, bancos para sentarse, dos parques infantiles y, por supuesto, merenderos cubiertos y al aire libre. Este espacio ubicado a solo 500 metros del casco urbano de la capital municipal está muy concurrido durante la época estival.
Ponte Aranga es el punto de inicio de varias rutas de senderismo que discurren bajo la fronda de un bosque de ribera bien conservado e ideales para la observación de aves o para contemplar el paisaje desde sus miradores. Ubicada en el municipio de Aranga, esta tranquila zona junto al río Mandeo tiene un área de merendero conocida como el Barranco da Loba.
El Refugio de Verdes, en Coristanco, es otro de los espacios imprescindibles si se quiere disfrutar de una buena comida al aire libre. Este espacio natural en el que también es posible hacer senderismo para descubrir sus molinos se caracteriza por su tranquilidad y belleza, convirtiéndose en una buena opción también para aquellos que quieran hacer una escapada de fin de semana.
Y más allá de estas áreas recreativas en plena naturaleza, los amantes de la playa también disponen de numerosas opciones. Es el caso de los arenales de Miño (en el que el área recreativa de Bemantes es otra buena opción) o de Balarés, en Ponteceso, donde aquellos que quieran ir a pasar el día entre la arena y el agua pueden sentarse a comer en los merenderos que hay en las inmediaciones para reponer fuerzas.