Cuenta la tradición que en el S. XI se aproximaba a las costas lucenses una flota normanda con no muy buenas intenciones y que sólo la intervención de San Gonzalo salvó a sus habitantes de ser saqueados. Las oraciones del santo desataron una terrible tempestad que hizo naufragar la flota enemiga al completo. Es una de las muchas leyendas que aún se transmiten de padres a hijos en este rincón del Cantábrico, la Mariña más oriental. 

Para acercarse a Illa Pancha y observarla de cerca, ya que su acceso está cerrado al público en general,  hay que situarse en la localidad de Ribadeo y en un relajado paseo de media hora por la costa nos hallaremos frente al diminuto islote. Este trayecto está incluido en la Ruta de Miradores y pasa por distintos puntos de interés del municipio lucense, como la Capilla de San Miguel, con buenas vistas al mar, y el puente dos Santos, hasta llegar a un magnífico parque etnográfico donde se ubican tanto el famoso Cargadoiro como el Castillo de San Damián, fortaleza que defendía la Ría de Ribadeo ante posibles asedios por mar.

Sendero hasta Illa Pancha (Foto: turismo.gal)

Desde aquí, un sinuoso sendero nos dirige hacia el norte, llevándonos por delante de Pena Apóstolos y de un entrante de mar llamado Porto do Cocho. Ascendemos y volvemos a bajar hacia la isla, que nos espera a lo lejos con su recortada silueta, unida a tierra firme por un estrecho puente metálico. Aunque la entrada no está permitida no hay nada que nos impida contemplarla casi en su totalidad, sobre todo si lo hacemos desde el Mirador de Illa Pancha, con vistas a la bocana de la ría. 

Su visión resulta más espectacular si cabe a inicios de la primavera, cuando florecen las “uñas de gato”, una bella flor que crea espesos tapices de color morado, cubriendo la isla por completo.

Puente hacia el faro (Foto: turismo.gal)

La coqueta Illa Pancha alberga los dos faros que tiene Ribadeo. El faro antiguo, de planta cuadrada y rehabilitado como alojamiento turístico, motivo por el que hoy no se permite el acceso a la isla (ya restringido desde 1984 por razones de seguridad) se construyó en 1857. A finales del S. XX, en 1983, se sustituyó por el faro actual, de mayor alcance, construido en hormigón, de forma circular y decorado con anchas franjas blancas y negras. Es el primer faro gallego que nos encontramos si entramos en la comunidad desde Asturias. 

Detalle de los faros de Illa Pancha (Foto: turismo.gal)

El entorno de Illa Pancha es ideal para un reencuentro con la naturaleza y en pleno invierno, el visitante puede disfrutar del romper de las olas contra las rocas, o practicar el “birding” o avistamiento de aves, ya que este rincón de la ría es lugar preferente de paso para un gran numero de aves procedentes del norte de Europa. Antes de continuar su camino hacia el sur, hacen parada o eligen Illa Pancha y sus alrededores para pasar el crudo invierno. 

Por su gran valor paisajístico y medioambiental, la zona del Río Eo, Oscos e Terras de Burón, a la que pertenecen Ribadeo e Illa Pancha, fue declarada en 2007 Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Ría de Ribadeo (Foto: turismo.gal)

La Ría de Ribadeo, donde se sitúa Illa Pancha, es un espacio natural importantísimo incluido en la Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) junto con el río Eo. Declarada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y zona RAMSAR desde 1994, es uno de los únicos cinco humedales de Galicia que han obtenido esta calificación. En estos humedales abundan truchas y salmones y en sus orillas zonas arboladas formadas por pinos y laureles, se refugian cormoranes, gaviotas, patos, garzas reales y otras aves limícolas

Los alrededores de Illa Pancha nos llevan hasta la villa de Ribadeo, con sus señoriales casas indianas, al encantador pueblo marinero de Rinlo y a la famosa Playa de las Catedrales, puntos de visita obligada y perfecto complemento a la visión de Illa Pancha. 

Emma Sexto

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