"Plasmar la conexión con la tierra", sobre todo con la naturaleza autóctona de Couzadoiro (Ortigueira) donde predominan los castiñeiros y carballos, a la vez que se ofrece a los huéspedes un amplio espacio de 30.000 metros cuadrados donde alojarse y que se integren con el entorno. Esta es la filosofía de Naterra Loureiros Lodge, un nuevo y peculiar alojamiento en la provincia de A Coruña que ya está llamando la atención de decenas de personas, porque las reservas no paran de aumentar.
La culpa de este alto volumen de trabajo se debe a "A Tenda" y "Gallaecia", las dos opciones disponibles en este recinto para pasar la noche: la primera inspirada en las tiendas de campaña tipo safari (para dos personas) y la segunda se trata de una casa construida en piedra y madera de dos habitaciones con entradas separadas. Todo dentro de un enclave idílico, ideal para practicar yoga, leer o degustar el buen vino local.
Así lo recomiendan los responsables de este proyecto, que prometen a los clientes "vivir una experiencia única en un alojamiento con mucho carácter y personalidad". El equipo que sostiene la idea está integrado por cuatro personas: el ortigueirés Pablo Maciñeira, que se define como un apasionado de la comarca y está involucrado en iniciativas como Ortegal Surf Escola o Turismo de Ortegal; el valenciano Arturo Sánchez, que tras conocer a Pablo en la escuela Raz Surfcamp visitaba la playa de Razo cada año para practicar este deporte y Philippe y María, un matrimonio belga que quedó enamorado de la zona y hace unos años instaló su residencia vacacional en Couzadoiro, y que a su vez aporta una visión internacional y suma diversidad a Naterra Loureiros Lodge.
Adaptar el alojamiento al entorno
Según Sánchez, Naterra nace del concepto "en la tierra", algo que en el caso del alojamiento que ha creado junto a sus socios es de manera literal porque se encuentran totalmente rodeados de naturaleza. "El objetivo fue plasmar, de una forma natural y directa, el hecho de estar tan conectados con la tierra", explica, sobre lo que añade que uno de los valores que persiguen es "adaptar el tipo de alojamiento en función del entorno del que disponen".
Los 30.000 metros cuadrados de Naterra, incluyen los dos alojamientos y espacio que los huéspedes tienen a su disposición. Los interesados en alojarse en este enclave, pueden elegir entre dos opciones para pasar la noche en función de sus gustos personales. "A Tenda" está inspirada en las tiendas de campaña tipo safari, tiene una capacidad de dos personas y cuenta con cocina completa, salón, comedor y un baño. Su punto fuerte es su espectacular terraza con vistas a la Ría de Ortigueira y Ladrido.
Por su parte, "Gallaecia" es una acogedora casa construida de piedra y madera. Cuenta con dos habitaciones, cada una con su propia entrada. Una habitación está amueblada como dormitorio y la otra como salón. Entre ambas estancias se encuentran la cocina y el baño. Según los responsables, "se trata de una construcción más tradicional pero con capacidad de hasta cuatro personas en un enclave idílico".
Actualmente las reservas se están gestionando a través de las plataformas Booking y Airbnb y se ofrece un descuento del 10% en los alojamientos por semana.
Perderse por playas escondidas y disfrutar del día a día
Naterra está abierto a todo tipo de públicos: local, nacional y extranjero de todas las edades, a quienes los creadores de este alojamiento invitan a "alojarse en plena naturaleza en una zona de gran belleza como Ortegal". Sin embargo, aunque advierten que no les gusta poner etiquetas, admiten que se orientan hacia el tipo de huéspedes que "buscan cierta tranquilidad para poder desconectar de su día a día, sobre todo tras lo más duro de la pandemia, además de descansar y disfrutar del silencio y los sonidos que ofrece la fauna local".
A su vez, en este entorno se pueden explorar los densos bosques que rodean a Naterra, contemplar la inmensidad del Atlántico o perderse en playas escondidas. Los más aventureros podrán probar actividades como el surf, rutas a caballo o senderismo, entre otros. El valenciano Arturo Sánchez se muestra confiado en que el alojamiento tendrá futuro, lo que justifica "con el amor y pasión a la tierra con los que fue creado, siempre teniendo en cuenta el punto de vista del viajero", unido a la "facilidad e ilusión que les ha permitido avanzar y lanzar el proyecto en este 2021 a pesar de la crisis sanitaria del coronavirus".
"Posiblemente ahora sea un momento especial para que nuestros huéspedes puedan valorar todavía más nuestro tipo de alojamientos, el entorno, la naturaleza o la sensación de libertad", enumera. Pese a todo, el equipo de Naterra opta por la prudencia y por seguir la línea del buen hacer que les está llevando a evolucionar progresivamente. Además, tienen programado dentro de un tiempo ofrecer otros tipos de alojamientos "siendo siempre fieles a sus valores". "Somos conscientes de que no hemos inventado nada, pero sí que nos gustaría ser pioneros en ofrecer la mayor cantidad de experiencias posibles en un mismo entorno: glamping, tipi, yurtas, burbujas…", cuentan, mientras aprovecharán los inicios de Naterra y la experiencia para que el alojamiento siga brillando y conquistando a aventureros el máximo tiempo posible.