No hay ningún elemento que separe lo natural de la piedra antigua en el Monasterio de San Lourenzo de Carboeiro; ni siquiera una vieja cantina que irrumpa visualmente en el fluir del entorno como sucede en el caso del Monasterio de San Xoán de Caaveiro, en las Fragas do Eume. 

En Carboeiro prevalece la esencia medieval de un cenobio fundado en el s. X en medio de un frondoso y verde paraje, que alcanzó cotas de esplendor inimaginables en los siglos sucesivos para posteriormente yacer abandonado a su suerte, devorado por la maleza.

El nacimiento del cenobio medieval

Situación del monasterio (Foto: Emma Sexto)

Según la escritura de su fundación, fue el conde Gonzalo Betótez y su esposa, la condesa Teresa Eriz, hija de nobles, quienes adquirieron en el año 939 una pequeña ermita propiedad de un tal Egica en el lugar donde hoy se alza el monasterio, a las orillas del río Deza, en el Concello de Silleda. Allí se empeñaron en edificar un cenobio que seguiría las normas constructivas de la época, provisto de importantes reliquias que atraían a numerosos peregrinos al lugar. 

San Lourenzo de Carboeiro tuvo en un monje llamado Félix a su primer abad y fue consagrado por el obispo de Lugo, viviendo en los decenios posteriores, hasta el s. XIII, sus mejores años, en los que era lugar de referencia como abadía e importante centro de peregrinaje, pues todo el mundo quería contemplar con sus propios ojos la espina de la corona de Cristo en la cruz que se decía que custodiaba el monasterio. 

En 1835, como muchas otras construcciones religiosas de Galicia, cayó en el más cruel de los olvidos a causa de la Desamortización de Mendizábal, hasta que a finales del s. XX se comenzaron los trabajos de restauración del conjunto, que han logrado recuperar varias de las dependencias monacales. 

San Lourenzo de Carboeiro como símbolo del arte medieval de Galicia

Fachada principal de Carboeiro (Foto: Emma Sexto)

Como obra arquitectónica, la relevancia del Monasterio de Carboeiro es indudable, pues es uno de los monumentos más característicos del arte medieval gallego. Su estilo, románico de transición, está claramente influido por la obra que el Maestro Mateo realizó en la Catedral de Santiago. De hecho, se dice que la iglesia, de cruz latina con tres naves y crucero, fue diseñada sobre el plano por el mismísimo autor del Pórtico de la Gloria. Destacan su gran cabecera y su cripta, la decoración vegetal de sus capiteles y la temática de los ancianos del Apocalipsis, que se representa en la fachada principal. 

El enclave del monasterio es, sin duda, el responsable de gran parte de su encanto. Situado a la vera del Deza, son varios los senderos que lo rodean, siendo el más transitado el que ha dado pie a una ruta de senderismo que comienza en la Fervenza do Toxa y finaliza a los pies del cenobio. Es el PR-G 18 Sendero do Deza, que se extiende a lo largo de 6 kilómetros en sentido lineal y transcurre por los antiguos caminos de peregrinos, donde se conservan aún restos de las viejas calzadas de piedra que conducían a Carboeiro. 

La Senda Botánica de Carboeiro

Senda Botánica de Carboeiro (Foto: Emma Sexto)

Los habitantes del monasterio medieval se dedicaban a la vida monacal y contemplativa, pero realizaban algunas actividades que les permitían subsistir de forma autónoma y también dedicaban sus conocimientos al cultivo y recolecta de hierbas consideradas medicinales. Es por eso que, acompañando al conjunto constructivo de San Lourenzo, se halla, además de un palomar y los restos de un viejo molino, una Senda Botánica

Este sendero, poco frecuente en los monasterios gallegos, se prolonga durante poco más de un kilómetro en el que se desperdigan aquí y allá distintas plantas con supuestas propiedades curativas, especies arbóreas que forman parte del bosque de ribera como los abedules, robles o castaños, seguidos de fresnos o alcornoques. Son muchos los arbustos, helechos y hiedras que se pueden encontrar en este pequeño tramo de bosque dedicado a la experimentación y las prácticas medicinales, en las que distintos paneles informativos nos explican las propiedades de cada especie.

Un puente construido por el mismísimo diablo

A Ponte do Demo (Foto: Emma Sexto)

Por último, no hay que olvidar que el Monasterio de Carboeiro está rodeado de leyendas, probablemente por el aura misteriosa que le confiere la espesa vegetación que lo rodea y el bosque aislado en el que se sitúa. 

Una de ellas está relacionada con A Ponte do Demo, que debe su nombre a los numerosos asaltos e incluso algún asesinato que se cometían en esa zona en época medieval. Hoy en día, el puente luce parcialmente restaurado y es seguro transitarlo, aunque su nombre siga recordando su siniestro pasado. 

El Monasterio de Carboeiro como plató cinematográfico

Interior del Monasterio de Carboeiro (Foto: turismo.gal)

Curiosamente, por su ubicación y su sugerente interior, el Monasterio ha servido como escenario para el rodaje de varias películas, como "Santiago Apóstol", "As reliquias do Santo" o "Flor de Santidad", basada en el poema en prosa de Valle Inclán y dirigida por Adolfo Marsillach. 

Como dato curioso, en su interior se grabó el polémico vídeoclip de Enrique Iglesias subvencionado por la Xunta para dar a conocer Galicia al mundo. 

Cómo y cuándo visitar el Monasterio de Carboeiro

Hoy en día se pueden visitar la nave central del monasterio y su cripta, así como subir a ambas torres, desde las que obtener amplias vistas del complejo monástico. 

La visita tiene coste: la entrada sencilla 1,50 €, mientras que las visitas guiadas oscilan entre los 3,50 y los 4,50. En la página oficial de Turismo de Silleda pueden consultarse horarios y otros detalles de la visita, que pueden cambiar en cualquier momento debido a la actual situación. 

Emma Sexto

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