Galicia, una tierra que combina mar y monte por igual y donde caminar es toda una experiencia para los sentidos. Rutas hay de todo tipo y para todas las condiciones físicas, pero hoy te acercamos a algunos de los senderos de montaña más extensos y difíciles, reservados para caminantes experimentados. ¿La recompensa a tanto esfuerzo? Disfrutar de algunos de los paisajes vírgenes más sorprendentes de Galicia.
Subida a Pena Trevinca, Ourense
Al este de la provincia de Ourense y lindando con Zamora se encuentra el punto más alto de la comunidad gallega, Pena Trevinca, un espacio natural protegido cuya cima tiene más de 2.000 metros de altitud.
Es una de las zonas vírgenes que aún quedan en Galicia, pero quien quiera ascender hasta ella deberá recorrer una ruta de 25,5 km con gran desnivel y dificultad alta. Para ello hay que partir de A Ponte, en el municipio ourensano de A Veiga, y comenzar una subida que nos llevará por lagos de ensueño, como la Lagoa da Serpe, y miradores de auténtico vértigo, entre los que sobresale el Alto do Fial, a 1800 metros, desde el que se divisa el valle zamorano de Bibei.
Una vez en la cumbre de Pena Trevinca, tendrás a tus pies el valle glaciar del Tera y los vecinos picos de Peña Negra y Peña Surbia. Un paisaje para el recuerdo.
Camiño dos Faros, Costa da Morte
Aunque sigue luchando por su homologación, el Camiño dos Faros sigue siendo una de las rutas a pie más bonitas que se pueden hacer por la costa gallega. No está exenta de cierta dureza, ya que son 200 kilómetros que nos llevan por la Costa da Morte desde Malpica a Fisterra pasando por todos sus faros.
La ruta se divide en 8 largas etapas en terreno irregular y continuas subidas y bajadas, por lo que sólo es apto para avezados senderistas acostumbrados a este tipo de experiencias. Si te gusta caminar y te ves capaz de andar unas 9 horas diarias a lo largo de esta recortada costa, te espera una gran recompensa: la de disfrutar de los increíbles paisajes de este tramo del litoral coruñés.
Ruta do Cañón do Eume, Fragas do Eume
Las Fragas do Eume es uno de los parques naturales más visitados de Galicia y una zona perfecta para aficionarse al senderismo. Son varias las rutas de baja dificultad que se pueden hacer en el parque, siendo las más conocidas la Ruta dos Cerqueiros y el Camiño dos Encomendeiros.
Pero las fascinantes fragas también tienen recorridos con mucha miga, senderos cuyo recorrido supone un gran esfuerzo físico, como la llamada Ruta do Cañón do Eume, que se alarga durante 11 kilómetros entre antiguos canales de agua y zonas pedregosas.
La ruta se inicia en el concello de A Capela, muy cerca de la Central del Eume, y cruza por pozas y paredes de escalada hasta llegar al punto cumbre, el Mirador del embalse del Eume. Llegado este punto, sólo queda descender un par de kilómetros, tras haber disfrutado de las espectaculares vistas del embalse y sus aguas de intenso azul.
Roteiro de Augas Mestas, Ribeira Sacra
En la localidad de Parada, comarca de Terra de Lemos, nos encontramos un sendero al margen de la carretera que conduce hacia una de las rutas más bellas, aunque exigentes, de la Ribeira Sacra: el Roteiro de Augas Mestas o PR-G 157.
Son algo más de 27 kilómetros subiendo por constantes desniveles y gradas donde crecen los viñedos, pasando por balcones situados a cientos de metros sobre los ríos Lor y Sil, lo que permite contemplar unas vistas privilegiadas del entorno fluvial, especialmente desde el mirador de A Pena do Castelo.
Aldeas abandonadas como Barxa, Froxende o Vilar de Mouros, senderos vinícolas, caminos forestales y bosques de castaños centenarios, son algunos de los encantos que se pueden disfrutar en esta ruta dura, pero muy especial.
Ruta do Pico Tres Bispos, Os Ancares
Esta es, sin duda, una de las rutas más accesibles de nuestra selección, pues a pesar de transcurrir por senderos de montaña en pleno ascenso durante 18 kilómetros, la Ruta do Pico Tres Bispos tiene menos desnivel que alguna de las anteriores.
Sin embargo, no te confíes, pues las cambiantes condiciones meteorológicas de la zona exigen buen estado físico para afrontarlas: no es difícil encontrar nieve en las montañas ancaresas. Refugios de montaña, vacas pastando libremente en las campas y hasta un bosque de acebos son algunos de los atractivos de esta ruta, que nos lleva por lo mejor de Os Ancares.
Ruta da Ribeira Sacra do Miño, Pantón
Otro de los recorridos a pie por la Ribeira Sacra, esta vez en su vertiente al Miño, es la denominada PR-G 162 Ruta da Ribeira Sacra do Miño. A pesar de ser un sendero considerado de pequeño recorrido, con 37 kilómetros de longitud, es uno de los más dificultosos de Galicia y exige hacerse al menos en dos etapas de unas 12 horas cada una para poder completarlo.
La ruta nos lleva por otros de los parajes más bellos de la Ribeira Sacra, desde Santo Estevo en O Saviñao hasta Pantón, en Lugo, pasando por bosques de castaños centenarios, aldeas tradicionales, ermitas aisladas y viñedos donde se producen los caldos con la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Ideal para hacer en otoño, cuando bajan los calores del verano, la ruta nos muestra la mágica variedad cromática de los paisajes de la completa comarca ourensana.
Camino Primitivo de Santiago
Son varios los caminos que llevan hacia Compostela, pero el más duro de ellos y el más antiguo es el Camino Primitivo, una ruta utilizada por vez primera por Alfonso II el Casto para constatar la existencia de los restos del Apóstol en Santiago. Consta de 321 kilómetros divididos en 13 intensas etapas.
El Camino Primitivo parte de Oviedo y entra en Galicia en la provincia de Lugo a través del Alto do Acebo, en A Fonsagrada, siendo en su mayor parte un recorrido de alta montaña por encima de 800 metros de altitud y de gran dureza. La complicada orografía de esta zona, así como sus condiciones climáticas, con nevadas frecuentes y viento fuerte, lo convierten en un trayecto realmente difícil, sólo apto para senderistas experimentados y desaconsejado para iniciados en el Camino.
Emma Sexto