Dice la sabiduría popular que “Quien va a Santiago y no va a Padrón, hace romería o no”. También cuenta la leyenda, y la historia extraoficial que el Apóstol Santiago fue degollado en Jerusalén y su cuerpo hecho pedazos para ser devorados por las alimañas. Antes de que esto sucediera, sus discípulos recogieron lo que quedaba de él y llevaron el cuerpo hasta Haffa. Allí embarcaron navegando por el Mediterráneo hasta alcanzar la Ría de Arousa, de allí al río Ulla y del Ulla al Sar, uno de sus afluentes. 

Fue en el Murgadán, el puerto de Iria Flavia donde la barca tomó tierra y se amarró a un antiguo miliario romano, el Pedrón. Hoy, ese miliario de cuyo nombre surgió el topónimo de Padrón, está a buen recaudo bajo el altar mayor de la Iglesia de Santiago, en Padrón. Esta escena, la del traslado de los restos de Santiago Apóstol desde Haffa hasta Padrón se denomina “traslatio”.

 Pedrón (Fuente: Turismo de Padrón)

Esto es lo que narra la leyenda y lo que tratan de confirmar las prospecciones arqueológicas más recientes, en las que los investigadores creen haber encontrado el humilladero y la roca donde los discípulos del Apóstol colocaron su cuerpo al llegar a Padrón

El debate entre la Fe y la razón está servido. Lo cierto es que son miles los peregrinos que cada año caminan hasta Compostela, cada uno con sus propias razones, para acabar su recorrido junto a las reliquias del Apóstol. Otros deciden continuar la ruta hacia otros lugares místicos de Galicia siguiendo el Camino de Fisterra y Muxía y algunos, cada vez más, alargan su particular ruta jacobea hasta Padrón, lugar que se perfila como posible origen del Camino de Santiago. 

Padrón (Fuente: Shutterstock)

Es el Camiño da Pedronía y para llevarlo a cabo hay que cumplir un requisito invariable: caminar un mínimo de 18 kilómetros hasta Padrón saliendo desde Santiago o bien desde cualquier localidad de la Ría de Arousa que pertenezca a la ruta marítimo-fluvial. Este recorrido suele realizarse a pie, pero también puede hacerse a caballo, en bicicleta e incluso navegando hasta Padrón por el río Ulla. 

Una vez hecha la ruta puede solicitarse la Credencial da Pedronía, similar a la Compostela que se expide tras haber hecho el Camino de Santiago. Eso sí, obtener este certificado oficial no es tan sencillo. No sólo se trata de caminar, si no de conocer también algunos de los monumentos de Padrón relacionados con la odisea del Apóstol. Por eso el peregrino que llega a Padrón tiene que visitar la iglesia parroquial de Iria Flavia, el Pedrón o piedra original donde se amarró la barca que trasladó a Santiago (situada en el Iglesia de Santiago) y Santiaguiño do Monte, una pequeña ermita en una colina donde predicó el Apóstol y en la que se encuentra el Cruceiro de Santiaguiño. 

Casa museo de Rosalía de Castro (Fuente: Turismo de Padrón)

El peregrino deberá cumplir, además, con otro importante requisito: visitar la Fuente del Carmen, en la que está representado el bautizo de la Reina Lupa celebrado por Santiago peregrino. Esta fuente tiene gran relevancia en la historia porque en ella hay un relieve con una escena de la “traslatio”. Sin embargo, esta “traslatio” no es la más relevante de Galicia. La primera y más antigua escultura del mundo que representa la “traslatio” se encuentra en otra iglesia dedicada a Santiago, la de Porto de Cereixo en Vimianzo, por lo que este municipio también reclama un posible Camino de Santiago que partiría desde allí. 

Como datos prácticos aclarar que para tramitar la Pedronía hay que descargar en la web del Concello de Padrón un impreso llamado “Carta para la obtención de la acreditación de la Pedronía”, que hay que sellar en el municipio de salida y, tras ver los monumentos requeridos, en el Concello de Padrón o en el albergue de peregrinos. 

 Puente de Santiago en Padrón (Fuente: Shutterstock)

Una vez hechos los trámites, ya que estamos en Padrón, una de las villas con más encanto de Galicia y cuna de grandes autores literarios, no podemos dejar de visitar algunos de sus puntos más emblemáticos. Entre ellos, su puente de piedra construido sobre uno medieval, su casco viejo y su Convento del Carmen o los museos dedicados a Rosalía de Castro y Camilo José Cela. 

Tras pasear por su zona fluvial y probar los famosos pimientos de Padrón, cruzando dedos para no dar con los que pican, concluye este Camiño da Pedronía que, más que una ruta de peregrinación es una completa experiencia de aprendizaje

Emma Sexto

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