Un conjunto etnográfico notable y representativo del rural gallego más tradicional, ligado al sentimiento religioso. Así podrían definirse el magnífico y algo abandonado Calvario de Quins y los 24 hórreos o canastros que lo custodian y que se encuentran en Santa María de Quins, una pequeña parroquia del Concello de Melón, en Ourense.
Se trata de una de las mayores concentraciones de hórreos de Galicia, situada en un lugar alto y con buena ventilación para la adecuada conservación de las cosechas. Es la llamada Eira de Quins, donde se disponen los hórreos, de distintos tamaños -los más pequeños de 4 pies, los más grandes de 6- construidos en granito casi en su totalidad excepto sus paredes laterales, hechas en madera. Muchos de los paneles de madera han desaparecido y la mayoría han perdido por completo su color original, que se intuye rojizo y en tonos ocre.
Los hórreos de Quins son de tipo mixto, que en el s. XVII se construían en madera y fueron evolucionando hacia la mezcla de materiales en el s. XVIII, para mejorar la duración de la construcción. Muchos hórreos de Galicia tienen cruces, símbolo protector, en medio de la cubierta a dos aguas, pero los de Quins carecen de ellas aunque algunos conservan las tejas de la techumbre.
Este primer grupo de hórreos sorprende. En primer lugar porque, a pesar de la rehabilitación del lugar llevada a cabo en 2007, muestran un aspecto descuidado, destartalados su mayoría, invadidos sus pies por hierbajos que crecen a su libre albedrío por la “eira” sin que nadie parezca controlarlos.
En segundo lugar porque a los hórreos les hace compañía un Vía Crucis y un enigmático Calvario, formado por tres "cruceiros": el central aloja al Cristo en la cruz, mientras los dos laterales tienen su “patibulum” o tronco horizontal inclinado.
Otro campo próximo, la Eira do Casal, alberga otra concentración importante de estos “canastros”, quizá mejor conservados, algunos construidos en piedra en su totalidad.
¿Qué fue lo que causó que en Quins, una localidad pequeña, se construyeran un gran número de hórreos? Probablemente una época de esplendor y grandes cosechas en esta zona inmersa en la Comarca do Ribeiro, próxima a Ribadavia, que pudo haberse convertido en el “granero” de la comarca.
La necesidad de guardar los excedentes de cereales y aislarlos de roedores y otras alimañas impulsó la construcción de estos graneros tradicionales en la loma de Quins, su zona más alta, una forma de almacenaje que ya utilizaban los pueblos prerromanos en nuestra tierra.
Hay que recordar que los hórreos son unas de las construcciones más típicas de la Galicia rural y que ya se utilizaban en época medieval. De hecho, la primera mención a un hórreo es del siglo XIII, cuando esta construcción se cita en las Cantigas de Santa María del Alfonso X El Sabio. En su origen, el hórreo no era más que un granero aéreo que servía para guardar las cosechas, especialmente maíz, a salvo de humedades y depredadores animales. Su función a lo largo de los siglos siguió siendo la misma, pero en algunos aspectos el hórreo fue evolucionando, aislándose del suelo mediante grandes pilares y cubriéndose con tejas para evitar la lluvia.
En 1973, un decreto nacional promovió la protección de los hórreos gallegos y asturianos como elementos patrimoniales y desde entonces varios hórreos de Galicia han sido considerados Monumento Histórico-Artístico y se han convertido en grandes atractivos turísticos.
Otros grupos de hórreos en Galicia
- Los hórreos junto al mar de Combarro, en Pontevedra
Considerado uno de los pueblos costeros más bonitos de Galicia, la fama de Combarro se mantiene gracias a su espectacular conjunto de más de 60 hórreos, aunque sólo 30 de ellos se asoman al mar. La mayor parte están construidos en piedra para resistir la humedad y se coronan con cruces, símbolo de protección que también podemos encontrar en los cruceiros que se disponen a lo largo del pueblo.
- Los hórreos de montaña de Piornedo, en Lugo
En la comarca de Os Ancares, provincia de Lugo, casi rozando León, sobreviven las viviendas más primitivas del noroeste peninsular: las pallozas de Piornedo. La aldea está catalogada como Bien de Interés Cultural y sus peculiares hórreos, algunos de forma redonda y con cubierta de paja, destacan entre las construcciones del conjunto. Es un destino muy frecuentado en invierno, ya que suele nevar y el manto de nieve dota de un gran encanto a todo el enclave y al propio poblado.
- El mayor conjunto de hórreos de España: A Merca, Ourense
Llegamos al que es el grupo de hórreos más numeroso de España, con 34 hórreos alineados sobre una cima y dispuestos de forma escalonada. Están construidos de la manera más tradicional: en madera y con cubierta de teja del país. Los encontramos en A Merca, en la provincia de Ourense, una zona donde la construcción de hórreos aún sigue siendo habitual.
Emma Sexto