Imagen de una edición pasada de ‘El Camino a vela’.

Imagen de una edición pasada de ‘El Camino a vela’. Cedida

Escapadas

Treinta veleros y 800 millas náuticas: de Francia a Santiago en una ruta jacobea por mar

Un total de 120 "peregrinos náuticos" recorrerán la costa que separa La Rochelle (Francia) de Vilagarcía de Arousa para realizar el Camino por mar más largo del mundo

24 junio, 2022 06:00

Hoy el puerto francés de La Rochelle se convierte en punto de partida de un muy especial Camino de Santiago, en el que 120 "peregrinos náuticos" viajarán en barcos de vela hasta la capital gallega. Durante tres semanas, un total de treinta embarcaciones de varios países recorrerán la costa oeste de Francia, la cornisa cantábrica y la Costa da Morte para llegar al puerto fluvial de Padrón, desde donde los viajeros continuarán el Camino a pie.

‘El Camino a vela’, que comenzó hace siete años con el objetivo de promocionar el turismo náutico en el norte de España, homenajea además en su séptima edición la primera circunnavegación al mundo de Magallanes y Elcano. Esta particular singladura se divide en cinco etapas recorrerá los puertos de Hondarribia, Getaria, Bermeo, Santurtzi, Laredo, Santander, Gijón, Ribadeo, Cedeira, Sada, A Coruña, Muxía, Muros, A Pobra do Caramiñal y Vilagarcía de Arousa.

El último tramo de este Camino, quizás el más especial, se realiza por la parte navegable del río Ulla, entre Vilagarcía y Padrón. Allí, los 120 peregrinos náuticos que conforman la flota amarrarán sus veleros y continuarán a pie, hasta completar los 25 kilómetros que separan la capital del Ulla de la plaza del Obradoiro, en Santiago.

Peregrinos náuticos en La Rochelle antes de comenzar el Camino. Foto: Cedida

Peregrinos náuticos en La Rochelle antes de comenzar el Camino. Foto: Cedida

Con el fin de conseguir sus compostelas y de realizar un recorrido único en un especialísimo Ano Xacobeo, los navegantes partirán hoy del puerto francés de La Rochelle, el más grande del país gracias a sus más de 4.000 amarres. Desde allí llegarán hasta Hondarribia, donde recalarán tras haber hecho la primera y única noche de la travesía que se hace en alta mar, para comenzar a disfrutar del otro Camino: el gastronómico.

La ruta cuenta con el patrocinio de Repsol, Quironsalud, Mapfre y Seasy;  ycon el apoyo institucional de otros organismos como Turespaña, Puertos del Estado, EKP (Puertos de Euskadi), Xunta de Galicia y Portos de Galicia, así como los Ayuntamientos de las diferentes localidades por las que discurre: Hondarribia, Getaria, Bermeo, Santurtzi, Laredo, Santander, Gijón, Ribadeo, Cedeira, Sada, A Coruña, Muxía, Muros, A Pobra do Caramiñal y Vilagarcía de Arousa.

Navegación en el norte

Patricia Alcubilla es la coordinadora de ‘El Camino a vela’ y cuenta, emocionada, que este año se han visto obligados incluso a rechazar solicitudes. "Ha influido que sea Año Santo y que llevamos dos años sin hacer el recorrido, pero hay embarcaciones a las que hemos tenido que decir que no porque no cabíamos en alguno de los puertos de destino", explica.

Tan solo un día antes de la salida, ya desde La Rochelle, Patricia ha podido explicar a este medio cómo se prepara y cómo se vive una travesía tan especial como la que está a punto de comenzar. "Recorreremos casi 800 millas náuticas en tres semanas y llegamos a Santiago muy unidos, el mar une muchísimo y es casi como acabar un buen campamento", confiesa.

Explica que fueron los pioneros en realizar el Camino de Santiago por mar, aunque ahora hay otras iniciativas como la ruta Iacobus Maris, pero ellos comenzaron con la intención de recorrer la costa norte de España. "Cuando mi compañero, Federico Fernández-Trapa, empezó a hacer esta travesía hace siete años, tenía la idea de impulsar el turismo náutico en el norte del país", en un mar al que tradicionalmente se le ha tenido más respeto.

"Estamos intentando desestacionalizar este tipo de turismo en el Cantábrico y el norte del Atlántico, para dar impulso a la navegación en una zona poco conocida", explica Patricia. Por esta razón, ‘El Camino a vela’ es una travesía que se realiza "en flotilla", en la que todos los barcos navegan juntos: "así los navegantes tienen más seguridad, porque estamos ahí para lo que necesiten y planificamos y organizamos en función de cómo se presenten las jornadas y las condiciones meteorológicas".

El otro Camino

A pesar de que el foco está puesto en la navegación, Patricia cuenta que hay otra parte muy importante del Camino en la que tratan de implicar a todos sus "peregrinos náuticos", como ella los llama. "Cuando recalamos en un puerto los ayuntamientos e instituciones se encargan de que hagamos turismo cultural, alguna visita y, por supuesto, degustemos la gastronomía local". Confiesa, de hecho, que ya están pensando en el delicioso marmitako que les espera en Hondarribia, el primero de los puertos en los que harán noche.

Durante las tres semanas que dura el recorrido, además, realizarán varias paradas de "descanso", en las que aprovecharán para conocer más a fondo algunas localidades y recuperar fuerzas para llegar hasta Santiago a mediados de julio. En una de esas paradas, en Gijón, será donde conozcan a los miembros de la Asociación ELA Principado, a la que pertenece uno de los navegantes que participa en la ruta. "Las 800 millas que recorreremos tienen, de hecho, un fin solidario, pues recaudaremos fondos para ayudar a enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica y a sus familias", dice Patricia.

Después de recorrer Asturias y visitar varios puertos de la cornisa cantábrica gallega, la flota llegará al puerto de Vilagarcía de Arousa, donde comenzará "el tramo más bonito", según dice Patricia Alcubilla. "Gracias a la Mancomunidade do Salnés podemos recorrer el río Ulla viendo varios cruceiros y un paisaje único hasta llegar a Padrón". En este último puerto será donde comiencen la travesía a pie, para recorrer de este modo los últimos 25 kilómetros de Camino de Santiago.

Gracias a NorthMarinas, entidad que organiza ‘El Camino a vela’, "en cada puerto se puede sellar la credencial del peregrino: para conseguir la compostela hay que recorrer, como mínimo, 100 millas náuticas y alguna etapa a pie". Así, después de tres semanas de ruta por mar y por tierra, tras haber recorrido el norte del país disfrutando de la gastronomía, la cultura y la historia del Camino, estos más de cien peregrinos náuticos habrán completado una de las travesías jacobeas más especiales del planeta.