En ocasiones la toponimia gallega también nos hace viajar más allá de nuestras fronteras. Sin ir más lejos, en plena península do Barbanza, en un acogedor lugar del municipio coruñés de Boiro, se localiza una aldea cuyo designio es capaz de trasladarnos con la mente hasta la mismísima África y aquel paraíso a orillas del río Nilo enclavado entre pirámides, momias y templos. Lo más curioso sobre esta pequeña aldea llamada Exipto ―que sin duda conforma uno de los nombres de pueblos más curiosos de Galicia―, es que esconde entre sus límites una reproducción a menor escala de uno de los vestigios arquitectónicos legados por los egipcios más emblemáticos de todos los tiempos.
Con todo, y a pesar de lo singular del nombre y su guiño a estos monumentos del país del sol, lo cierto es que la historia del Egipto gallego tiene mucho más que ver con la religión católica que con la herencia de esta antigua civilización. De hecho, el núcleo boirense también alberga un templo religioso dedicado a la Virgen de Exipto (más conocida como Nuestra Señora de Zeitoun o Nuestra Señora de la Luz) y en cuyo interior todavía se conserva una bonita representación de la Sagrada Familia huyendo hacia Egipto, tal y como relata el Antiguo Testamento.
La historia detrás de la pirámide gallega
En la parroquia de Abanqueiro se encuentra un enclave conocido como Monte de Exipto donde se alza majestuosa la réplica reducida de una antigua pirámide egipcia. Pero, ¿cómo acabó este emblemático monumento extranjero luciendo su figura en el corazón de una pequeña aldea gallega? La realidad es que la fama detrás del nombre del pueblo tuvo mucho que ver en esta iniciativa, pues la curiosidad suscitada por el topónimo del lugar lleva décadas atrayendo visitantes hasta el entorno. Es por ello que hace sólo algunos años, el gobierno local decidió erigir en una de las principales plazas de la aldea una simbólica pirámide de tres metros de altura como homenaje a un país que de forma involuntaria le ha dado nombre.
Y decimos de manera inconsciente porque la verdad es que el origen del topónimo de Exipto responde a una simple advocación y evolución mariana referida a la madre de Dios en su huída hacia Egipto. Un nombre del todo evocador que les ha valido a sus habitantes una reputación derivada del país de las pirámides. Además, tal y como citamos al comienzo del reportaje, la iglesia parroquial de esta aldea boirense todavía conserva una imagen de dicha virgen, a la cual puede llegarse fácilmente después avanzar por un antiguo viacrucis que conecta el entorno el templo con la ermita románica de San Cristovo de Abanqueiro. Cabe destacar asimismo que cada verano, concretamente el primer domingo del mes agosto, suele llevarse a cabo la celebración de la Romería de la Virgen de Egipto en el bosque que rodea al templo religioso. En este idílico lugar se juntan las familias de vecinos y visitantes para festejar entre música, gastronomía y tradiciones en una jornada típica del folclore gallego.
Que ver en los alrededores de Exipto
Más allá de su monumento e importante romería campestre dedicada a la Virgen de Egipto, los alrededores de esta aldea coruñesa también esconden algunos puntos de interés turístico, natural, gastronómico y hasta patrimonial que merece la pena anotar en el mapa de cualquier persona en ruta por Boiro. De hecho, otro dato curioso sobre esta localidad también la relaciona con la pequeña pantalla y el séptimo arte, ya que en sus costas se rodaron algunas de las escenas de descargas más emblemáticas de la serie Fariña. Lo cierto es que la naturaleza conforma uno de los grandes atractivos del municipio, pues desde sus playas de aguas cristalinas hasta los bosques autóctonos del interior, la riqueza paisajística es digna de admirar con calma. Sobre todo en lugares como la cascada de Cadarnoxo, una de las más grandes de Galicia por su caída de cerca de 30 metros de altura.
Por otro lado, en el apartado más culinario y tradicional, esta villa marinera gallega es famosa por el marisco que llega hasta la lonja de Cabo de Cruz, cuyo antiguo muelle es además uno de los más antiguos de toda la ría de Arousa. En lo referente al patrimonio arqueológico, el municipio de Boiro también alberga un importante legado de la historia antigua que se mantiene vivo a través de milenarias construcciones funerarias (túmulos o mámoas), las muestras del arte rupestre galaico o incluso los castros de Neixón y Archadizo.