El grupo La Penela aterriza en Ferrol con su primer ‘hotel boutique’ en el chalé de Canido
Tras instalarse hace un año en París, la firma de cocina gallega iniciará a finales de este año la recoversión de la obra de Rodolfo Ucha en un singular espacio de restauración y alojamiento
16 enero, 2024 13:06La actividad del grupo de cocina gallega La Penela, con establecimientos en lugares tan exclusivos como la calle Velázquez y La Moraleja (ambas en Madrid), la plaza de María Pita (A Coruña), en plena vía Pau Clarís de Barcelona, en Cambre, Carballo y hasta en París, a unos 20 minutos de los Campos Elíseos y del Museo del Louvre, aterrizará en unos dos años en Ferrolterra, en el corazón del ferrolano barrio de Canido.
Lo hará en el popular chalé de Canido, entre la calle Alegre y los jardines que desde abril llevan el nombre del arquitecto autor de la edificación, Rodolfo Ucha. La firma se hizo con la propiedad en 2017 con la finalidad de poner en marcha su primer hotel con encanto.
El grupo se adentra así en una nueva faceta, la del alojamiento, aunque la línea principal de negocio de este nuevo proyecto será la misma que identifica a la marca, la restauración y la celebración de eventos.
Esta colosal apuesta del grupo La Penela por Ferrol se debe a que la firma vio claro el potencial que ofrecía tanto la construcción como su ubicación. "El recinto es exclusivo, único, y el emplazamiento es muy bueno para acometer este proyecto", apuntan desde la marca. "Se ajusta muy bien" a la idea de negocio de La Penela; la propiedad es "icónica, espectacular, será algo muy diferente a lo que ya hay en las inmediaciones".
Tras años de trabajo y casi dos de parón como consecuencia de la crisis que provocó el covid, el proyecto básico ya cuenta con el visto bueno de Patrimonio de la Xunta.
La previsión ahora es que en dos meses esté terminado el proyecto de ejecución —que ultima el estudio ferrolano As Built Arquitectura— y tras las pertinentes revisiones de la administración autonómica y local las obras puedan comenzar a finales de este mismo año 2024.
Operativo entre finales de 2025 y principios de 2026
Tendrán un plazo aproximado de ejecución de 12 meses, por lo que según este calendario el nuevo proyecto de La Penela en Ferrol podría estar operativo entre finales de 2025 y principios de 2026.
El chalét se levantó en la década de los años 20 y fue ocupado por la familia Sisto, que tras regresar de La Habana habitó la estancia hasta 2010. Los siete años que pasaron hasta su adquisición por parte de La Penela estuvo ocupada, pero "la fuerza del espacio y la calidad de sus materiales hacen que se mantengan sus caracterísitcas", apunta el arquitecto. Eso sí, el mobiliario y los sanitarios quedaron destrozados y muchos de los elementos de forja ya no estaban.
El chalét cuenta con una parcela de unos 4.500 metros cuadrados, de los que 240 están ocupados por la edificiación. Tras la rehabilitación, el principal foco de atracción del negocio, el restaurante, ocupará toda la planta baja.
El hotel boutique se distribuirá por el resto de plantas: en la primera con 4 habitaciones; en la segunda, con otras cuatro; y en la suite, que abarcará los dos niveles del torreón: la habitación en el inferior y el baño en el superior, al que se accederá por una escalera de caracol.
Desde As Built, el arquitecto Moncho Rey explica que las habitaciones mantendrán su tamaño original —unos 25 metros cuadrados— y en todas ellas se acondicionará un baño. Se restaurará la cubierta y se mantendrán las galerías de colores de la primera planta.
Con invernadero estufa para un uso combinado
El exterior de esta joya arquitectónica lucirá los colores ocre, azul y blanco y en la finca se ubicará lo que se denomina invernadero estufa, un concepto que define estos espacios, generalmente acristalados, y con más encanto y diseño que el tradicional. El de Canido tendrá elementos móviles "para que se pueda dar un uso combinado a este espacio, el de invernadero y para acoger eventos", explica Rey.
Otra de las intervenciones capitales a la que se someterá este emblema de Canido será su apertura al barrio con la sustitución del actual cierre por una verja metálica "que permita aliviar el impacto visual y descomprimir el estrechamiento que se pruduce en la esquina de la parcela con la calle Alegre", explica el arquitecto. "El impacto de esta incorporación del jardín al barrio va a ser muy notable".
El edificio, apunta, "tiene unas características únicas, no hay en los alrededores nada parecido". Es importante, asegura, "desterrar la idea de que todo está mal en Ferrol. Hay pocas ciudades en Galicia con el patrimonio urbano que tenemos aquí".