Bosques, lagunas, ríos, embalses, o acantilados: la diversidad de ecosistemas y paisajes ―marinos fluviales y montañosos― hacen de Galicia uno de los mejores destinos del norte peninsular para la observación de aves en las distintas estaciones. Y es que, por sus extraordinarias características, la región gallega cuentan en todo su territorio con un sinnúmero de especies nidificantes o de paso que pueden ser vistas en función de la época del año.
De hecho, los amantes de las aves y sus costumbres podrán disfrutar en Galicia de una de las migraciones de aves marinas más espectaculares de toda Europa. Además, en el corazón de nuestras rías invernan cada año decenas de miles de aves acuáticas, mientras que en la cara más montañosa e interior incluso es posible encontrar grandes grupos de llamativas aves rapaces como el buitre. Lo cierto es que son infinitos los rincones en Galicia destinados a la observación de aves, y es por ello que hemos preparado un recorrido completo por 15 de los mejores destinos, desde la costa a la montaña o los grandes valles fluviales, para vivir una experiencia de turismo ornitológico de lo más completa.
Humedales da Terra Chá (Lugo)
Los humedales y llanuras que se extienden a lo largo y ancho de la comarca lucense de la Terra Chá son el lugar perfecto para la observación de aves, especialmente las acuáticas. De hecho, en este territorio es posible encontrar diferentes casetas de observación habilitadas en puntos como la laguna de Cospeito, el lago de Caque o los pastizales de A Espiñeira y A Veiga do Pumar. En el caso particular del espacio abierto de A Espiñeira resulta especialmente interesante su visita en temporadas de primavera o verano, ya que se trata de un lugar idóneo para el avistamiento de avefrías comúns, sisóns dos nabos e incluso tartarañas cincentas. En la lago de Caque, también llamada Lagoa de Bardancos, las aves acuáticas son las grandes protagonistas, destacando especies como la cerceta común, la galiñola negra, el mergullón pequeno y hasta la garza real.
Encoro de Castrelo de Miño e Baixo Avia (Ribadavia y Castrelo, Ourense)
El embalse de Castrelo de Miño y Baixo Avia, en Ourense, se ha convertido en un importante punto de atracción para todo tipo de aves acuáticas a la hora de nidificar o invernar. Lo cierto es que el ecosistema que se forma en el lugar, repleto de densa vegetación, permite acoger a una rica comunidad de aves en un entorno rodeado de viñas. En toda la lámina de agua es frecuente encontrar ejemplares de mergullóns cristados, así como también patos chupóns y cristados; mientras que otras especies como el millafre negro o la águila pescadora sobrevuelan la zona en estaciones como la primavera. Resulta también curioso el reposadero improvisado que muchos alados encontraron sobre el tendido de alta tensión en el entorno del pantano, donde es posible ver, sobre todo, a grandes corvos mariños. En las zonas más boscosas también habitan ejemplares tan curiosos como el rousinol o el picafollas ibérico, en primavera, o el rousinol bravo ya durante todo el año.
A Mariña lucense: rías de Ribadeo y Foz (Lugo)
Al este de la Mariña lucense, las rías de Ribadeo y Foz conforman dos destinos de paso obligado para el turismo ornitológico en Galicia, especialmente durante el otoño e invierno. Lo cierto es que durante la migración otoñal, son muchas las especies que recalan en ambas rías y en estos tramos entrecortados de la cornisa cantábrica, pues destacan en ambos puntos grandes extensiones de láminas intermareales. En estos ecosistemas es posible observar miles de anátidos entre los que destaca el pato rabilongo, el pato asubiador, el chupón o el cristado. También otros más singulares como los patos bastardos o los gansos de cara negra. A la larga lista se suman del mismo modo los corvos mariños grandes, los mazaricos reales, las garzas y garzotas. Con suerte también los visitantes podrán avistar a la sorprendente águila pescadora. Por otro lado, en los alrededores de la Illa Pancha, especialmente en las zonas de cultivo, aves como la carriza dos xuncos o el lagarteiro común son las grandes protagonistas del lugar.
Ría de Ortigueira, Serra da Capelada y Estaca de Bares (A Coruña)
La costa norte de la provincia de A Coruña también es un gran paraíso para los amantes de las aves y sus costumbres. Desde la ría de Ortigueira, pasando por la Serra da Capelada, Cariño e incluso Estaca de Bares, cualquier rincón es perfecto para la observación de estos alados en sus distintos hábitats. De hecho, el espacio protegido de Estaca de Bares constituye un corredor natural para las aves marinas y dispone de su propia estación ornitológica. En las zonas más urbanas, los alrededores del puerto de Espasante son el lugar perfecto para disfrutar de la belleza de ejemplares como el arao, la mobella grande o el gaivotón real. En el embarcadero de Ladrido, por su parte, es más habitual encontrar aves limícolas y patos como el lavanco, la píldora cincenta o el mazarico real. En la villa de Ortigueira, también en la cercanía del puerto los visitantes podrán divisar grupos de patos asubiadores comunes, patos rabilongos, mazaricos chiadores e incluso biluricos escuros. Y ya antes de alcanzar la localidad de Cariño, en el entorno de Figueroa o la playa de Fornos será posible encontrar algunos grupos de pentumeiros y mobellas.
A Costa da Morte (A Coruña)
Enclavada entre acantilados, islas, playas, dunas y montes bajos, los paisajes de la Costa da Morte albergan un sinnúmero de especies aladas: desde aves marinas o acuáticas, hasta grandes concentraciones de ejemplares limícolas en otoño e invierno e incluso especies procedentes de puntos geográficos más singulares como el caso de Norteamérica. En el corredor natural del cabo de Fisterra, los más curiosos podrán observar aves marinas como el mascato do atlántico, furabuchos das baleares, el pentumeiro así como otras más frecuentes como el cuervo. En el famoso arenal de Langosteira, los inviernos son la época ideal para divisar gaivotóns atlánticos y picas costeiras; mientras que en la playa del Rostro las grandes protagonistas son las píllaras das dunas, el pilro tridáctilo, la gaivota arxéntea europea (en paso de estadía invernal) o la choia de bico vermello. También durante el invierno la playa de Nemiña es un rincón imprescindible para divisar ejemplares como las picas costeiras o la escribenta das neves. Y en los campos más próximos, es posible encontrar la poco frecuente pica de Richard. Para los buscadores de aves migratorias, el trayecto hasta Muxía es uno de los mejores espacios abiertos para su avistamiento en la Costa da Morte.
Parque Natural de Corrubedo (Ribeira, A Coruña)
El Parque Natural de Corrubedo constituye uno de los lugares más visitados de las Rías Baixas, gracias, en parte, a su enorme duna móbil de más de 20 metros de altura, sus idílicas playas y el patrimonio megalítico. Además de su riqueza natural, este espacio protegido también alberga un enorme valor ornitológico. A los pies de esta especie de desierto gallego, en el extremo más al norte del Parque Natural, de la mano de un telescopio será posible encontrar algún ejemplar de alcaraván común. En las lagunas de Xuño e Muro, en primavera son más frecuentes las cercetas albelas, mientras que en las últimas semanas del verano, las folosas dos xuncos y otras aves limícolas son las grandes protagonistas. En los alrededores de la playa de Arealonga, entrando por su flanco norte hasta la zona dunar encontraremos píllaras das dunas y lavercas comúnes; y en el estuario del río Sieira otras como las gaivotas arxénteas y las canas.
Complejo Intermareal Umia- O Grove (Pontevedra)
El Complejo Intermareal Umia- O Grove está declarado como zona de Importancia Internacionacional para las Aves, Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves. Lo cierto es que se trata de uno de los humedales más importantes de Galicia, donde cerca de 13.000 aves de hasta 220 especies diferentes invernan cada año. Además existen observatorios repartidos a lo largo y ancho de sus 7.300 hectáreas, donde es posible avistar concentraciones importantes de especies como la espátula, el ostreor euroasiático, el ánade silbón y el rabudo, el zarapito trinador o el corremolinos tridáctilo. Las mejores zonas para el turismo ornitológico en este espacio protegido se encuentran en el entorno de la ensenada de O Vao, las lagunas de Rouxique o el estuario del río Umia.
Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia
El Parque Nacional das Illas Atlánticas es otro de los paraísos indiscutibles del birding en el sur de Galicia. Abruptos acantilados, tranquilos arenales y bajas arboledas se extienden por los diferentes archipiélagos del parque, donde las grandes protagonistas son las colonias de aves marinas. También es posible divisar aves terrestres como el busardo ratonero, el azor, el halcón peregrino, el cernícalo, el chotacabras o las paseriformes. Cabe decir que en el caso de las islas Cíes, Ons y Sálvora, las mejores épocas para disfrutar del turismo ornitológico tienen lugar entre los meses de abril y junio, así como también entre mediados de agosto y principios de noviembre.
A Guarda y estuario del Miño (Pontevedra)
En el límite natural entre Galicia y Portugal, la desembocadura del río Miño forma una zona húmeda, con diferentes hábitats, ideal para las aves. De hecho, la zona acoge una nutrida población de aves, especialmente aquellas migratorias durante el invierno. Además, el litoral de A Guarda, con su fachada abierta al Atlántico es un mirador natural inmejorable para la observación de aves marinas y limícolas de paso. En el sur del puerto guardés, especies como la gaivota tridáctila o la cabecinegra. Dejando atrás la localidad de Pasaxe, un observatorio ornitológico nos permite disfrutar de la belleza de las especies que habitan en la parte sur de la Illa Canosa, entre ellas las garzas reais e garzotas pequenas, los corvos mariños grandes, las gabitas comúnes o los mazaricos reales. En la zona que abarca la Xinqueria de Salcidos, desde otra de las casetas de observación será posible avistar tartarañas das xunqueiras, gatafornelas, águilas pescadores e incluso algún que otro rousinol papoazul.
Os Ancares e Montes de Cervantes (Lugo)
Las zonas interiores y montañosas de Galicia también son el destino perfecto para el turismo ornitológico. Al oriente de la provincia de Lugo, la cordillera Cantábrica forma una serie de montes de relieve suave que, en algunos puntos, alcanzan los 2.000 metros de altitud. En este punto de los Ancares y los Montes de Cervantes conviven un sinnúmero de especies aladas de gran interés. Entre Doiras y el campo da Braña, las laderas de los montes albergan pequeñas colonias de gatafornelas. En los bosques que recorren los Ancares desde O Piornedo, son más comunes las especies como el peto negro o el gabeador azul. De hecho, en el propio núcleo de la citada parroquia del concello de Cervantes los visitantes pueden descubrir en un agradable paseo aves como las andoriñas comúnes y de cu branco o los picanzos vermellos. Ya en otras zonas como Navia de Suarna, los alrededores del río conforman el entorno perfecto para ala observación de aves ligadas a estos espacios húmedos como las lavandeiras reales.
La Ribeira Sacra y el Cañón do Sil (Lugo y Ourense)
Una de las mejores épocas del año para el turismo ornitológico en la Ribeira Sacra se produce entre los meses de abril y septiembre. En este geodestino del interior de Galicia, los visitantes podrán disfrutar de un gran número de ejemplares alados como el halcón peregrino, abejeros europeos, azores comunes, e incluso cormoranes y garzas reais en los alrededores del río. También otras especies menos comunes como el águila real o el búho real habitan en estos mágicos parajes, aunque suelen ser mucho más difíciles de avistar que los anteriormente citados. Por otro lado, las cercanías del Monasteiro de Santa Cristina son el lugar ideal para encontrar especies como el trepador azul, el pico picapinos, la golondrina dáurica o el mosqueitero ibérico entre otros.
A Limia (Ourense)
Entre amplias planicies, humedales y campos de cultivos, el paisaje único de A Limia se presenta como un auténtico paraíso para los amantes del birding. En el mosaico rural que se forma a lo largo y ancho de la zona de las Lamas, los ávidos observadores podrán encontrar especies como el sisón, el alcaraván o la calandriña, pero también otras más habituales como el paspallás, el millafre negro o el trigueirón. En los alrededores de Ponte Liñares, los picapeixes y el merlo rieiro son los grandes protagonistas; mientras que en las Areeiras da Limia se encuentran un sinnúmero de aves acuáticas y nidifican especies como la garza pequena, el mergullón cristado, la píllara pequena, la andoriña das barreiras y la folosa grande. De hecho, en este espacio natural convive un gran elenco de especies limícolas (en torno a 240) como las bubelas o las perdices rubias. No obstante, fuera de la época de cría también podremos encontrar otros curiosos ejemplares como la cerceta albela, el cullereiro y combatente o el bilurico alinegro.
A Baixa Limia y Serra do Xurés (Ourense)
El macizo granítico que Galicia y Portugal comparten al sur de la región conforma un entorno natural y paisajístico de enorme valor. Es por ello que el Parque Natural Baixa Limia- Serra do Xurés (incluido dentro de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés) es otro de los destinos a tener en cuenta si hablamos del turismo ornitológico. De hecho en las partes altas de este espacio protegido es posible observar ejemplares tan extraordinarios como los buitres leonados y negros, y las águilas reais. En la zona del embalse, por su parte, nidifican especies como la píllara pequena y hasta la gaivota patiamarela. En los alrededores de las aldeas, también resultan interesantes las colonias de andoriñas comúns y de cu branco, así como los rousinoles y picanzos cabecirrubios que se dejan ver por estos espacios más bajos del territorio.
Serra da Enciña da Lastra (Ourense)
La particularidad natural y climática de la Serra da Enciña da Lastra convierte a este parque natural de Ourense en uno de los mejores rincones para la observación de aves. Entre sus ecosistemas variados conviven especies como el alimoche, el buitre blanco, el halcón peregrino o la culebrera europea, principalmente en los alrededores de la aldea de Covas o los Penedos de Oulego. Lo cierto es que uno de los mayores atractivos ornitológicos de está sierra son las aves rupícolas, propias de medio rocosos y acantilados, además de las aves rapaces, cuyos ejemplares suelen ser los más habituales. En las inmediaciones de Biobra, con un poco de suerte los más pacientes observadores tendrán la oportunidad de observar al peto formigueiro y los rabirrubios de testa branca en los sotos.
Serra do Candán e Braxas de Xestoso (Pontevedra y Ourense)
A más de 1.000 metros de altitud, la Serra do Candán se perfila en el horizonte montañoso entre amplias zonas de campos y matorrales. Es precisamente en estos rincones donde se puede disfrutar del espectáculo de la naturaleza y una selección de aves muy escasas en cualquier otro punto de Galicia como es el caso de la gatafornela ―visible en el extremo sur en Pena Pixín, junto a otras como la tartaraña cincenta y el aguia cobreira. También en sus extensas carballeiras es muy frecuente encontrar aves forestales como el miñato abelleiro común. En las proximidades de la población de O Irixio, los visitantes podrán empezar su ruta ornitológica observando ejemplares como el gabeador azul o el estroniño negro. Ya en la zona de A Ermida, los picafollas ibéricos o la escribenta riscada son los grandes protagonistas.