El río Tambre constituye uno de los cursos fluviales más importantes de Galicia, cuyo extenso recorrido hasta juntar sus aguas con las del Atlántico discurre íntegramente por la provincia de A Coruña. El Tambre encuentra su nacimiento a más de 500 metros de altitud en el entorno de la laguna artificial de Sobrados dos Monxes, un paraíso natural cuyos orígenes se remontan al siglo XVI.

Desde allí el curso fluvial atraviesa en su descenso cerca de 130 kilómetros hasta la ría de Muros e Noia, donde abraza la inmensidad del océano. Se trata además de un río que puede presumir de albergar una enorme riqueza natural, fluvial, paisajística e incluso histórica, pues entre sus márgenes todavía conserva vestigios de un pasado glorioso en el que incluso llegó a ser una de las grandes mecas de la pesca de la lamprea en Galicia. 

En cualquier caso, las riberas de este río coruñés conforman un entorno ideal para descubrir en familia y mantenerse en contacto directo con la naturaleza. Lo cierto es que son muchas las rutas de senderismo que siguen la estela del Tambre desde Sobrado dos Monxes hasta su curso bajo en la costa de Muros e Noia, dibujando a su paso todo tipo de bosques atlánticos y de ribera, arenales fluviales, molinos, pesqueiras, puentes colgantes y hasta preciosos pueblos medievales.

Es por ello que, en esta breve guía os proponemos un itinerario muy especial por algunos de los puntos más emblemáticos enmarcados a orillas del río Tambre, entre ellos la famosa Vía Verde entre Compostela y Lengüelle, el corazón verde de la Devesa de Nimo o la histórica aldea de A Ponte Nafonso.  

Lagoa de Sobrado dos Monxes

En el punto más próximo al nacimiento del río Tambre, la laguna de Sobrado dos Monxes conforma uno de los rincones imprescindibles en esta ruta fluvial por la provincia de A Coruña. Como adelantamos unas líneas más arriba, este lago artificial hunde sus raíces en el siglo XVI, construido por los monjes de esta zona con el objetivo de contener las aguas de varios arroyos que forman las fuentes del río Tambre. Hoy por hoy, la laguna de Sobrado se encuentra enclavada en un espacio protegido dentro de la Red Natura 2000 y considerado como uno de los humedales más importantes de Galicia. Cabe destacar que dicho entorno natural en la localidad coruñesa abarca una superficie de 10 hectáreas y alcanza una profundidad media de entre 1,5 y 4,5 metros. 

Terras de Ordes

El geodestino Terras da comarca de Ordes está formado por ocho municipios coruñeses donde reinan los paisajes naturales, la historia y elementos-artísticos de enorme valor patrimonial. El río Tambre es precisamente uno de los tesoros de este rincón de Galicia, que continúa por estas tierras verdes entre las localidades de Mesía, Frades, Oroso, Ordes, Trazo y Tardoia. Cabe señalar que esta cuenca media y alta repleta de vegetación de ribeira está catalogada además como zona ZEC y LIC del río Tambre. Sin duda una riqueza natural y paisajística que merece la pena descubrir a través de rutas como el Sendeiro PR-G 117 Fraga dos Muíños, una caminata de cerca de 15 kilómetros que pasa por Mesía y Ordes. 

Vía Verde Compostela-Tambre-Lengüelle

Para los amantes de la naturaleza y las buenas caminatas, si buscamos una ruta de senderismo que descubra la verdadera esencia e historia del río Tambre no podemos perdernos la vía verde más larga de Galicia, un recorrido de alrededor de 28,36 kilómetros que avanza desde Oroso a Cerceda. Este itinerario recuperado a través de una fantástica senda para recorrer tanto a pie como en bicicleta sigue la huella del antiguo trazado ferroviario entre Santiago y A Coruña. Entre los puntos más emblemáticos de la V.V. Compostela-Tambre-Lengüelle destacan rincones como el viaducto sobre el Tambre o la antigua estación de Cerceda.  

Sigüeiro

Tanto el río Tambre como el Camino Inglés dirigen sus pasos por Oroso adentrándose en el corazón de la parroquia de Sigüeiro. En esta pequeña aldea coruñesa los visitantes podrán encontrar un buen número de áreas acondicionadas a orillas del curso fluvial para disfrutar de una buena jornada en la naturaleza. Uno de esos remansos de paz se conoce como A Illa do Refuxio, un paraje natural formado por una isla situada en mitad del río Tambre, situado muy cerca del entorno del coto de pesca de Sigüeiro. De hecho, este enclave natural dispone de una zona de descanso y en su parte norte cuenta con una pequeña playa fluvial cobijada entre robles, alisos y sauces. También en esta parroquia se localiza el área recreativa de Penateixa, un espacio verde rodeado de bosques autóctonos y provisto de mesas de piedra. 

Ponte Maceira 

Enclavado junto a las aguas del río Tambre a su paso por Negreira, A Ponte Maceira está considerado uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de España. Esta pequeña aldea de poco más de 60 habitantes presume de un entorno rural impresionante y es conocida por su interesante conjunto etnográfico, configurado entre bonitas calles empedradas, un puente centenario, varios viejos molinos de aguas y hasta alguna que otra casona señorial.

Lo cierto es que uno de los elementos más destacados del pueblo coruñés es el puente medieval (de entre los siglos XIV y XVIII) que entrelaza ambas orillas del Tambre y que funcionó hasta bien entrado el siglo XIX como paso principal para salvar el curso fluvial. En su historia más reciente, en el año 2019 A Ponte de Maceira fue elegida para formar parte de la Red de Pueblos más Bonitos de España, convertida asimismo en la primera localidad coruñesa en entrar en esta codiciada selección. 

Central eléctrica do Tambre

Uno de los elementos más emblemáticos vinculados a este importante curso fluvial coruñés se localiza a la altura del municipio de Noia y se trata de la antigua Central Hidroeléctrica del Tambre. El edificio en cuestión hunde sus raíces en el año 1924, fue diseñado por el afamado arquitecto Antonio Palacios y está considerada como la primera gran central eléctrica de Galicia. En los alrededores de la construcción todavía se pueden apreciar los restos de una antigua pesqueira secular que perteneció al cercano Monasterio de San Xusto. Por otro lado, en esta misma zona existe un centro de interpretación de la presa del Tambre, así como varios molinos y un puente colgante que también merecen la pena ser visitados. 

Devesa de Nimo

Para los amantes de la naturaleza y el senderismo, uno de los paisajes más impresionantes que nos regala el río Tambre en su descenso hacia mar abierto es la conocida Devesa de Nimo, una de las mejores representaciones de bosques atlánticos costeros que podemos encontrar en toda Galicia. Se trata de un enclave mágico y lleno de vida en el que conviven todo tipo de ejemplares autóctonos tales como robles, sauces, laureles y hasta manzanos silvestres. Además, cabe destacar que existe una senda que recorre la ribera izquierda de este curso fluvial desde el término municipal de Brión hasta los pies de la Central Hidroeléctrica del Trambre.

Ponte Nafonso 

Enclavado a orillas del Tambre y a medio camino entre los municipios de Outes y Noia, A Ponte Nafoso conforma un auténtico tesoro medieval en la cara más interior de la ría de Muros e Noia. Lo cierto es que esta pequeña aldea coruñesa es conocida por albergar uno de los puentes medievales más extensos e importantes de Galicia. La pasarela en cuestión se encuentra enmarcada en una zona de enorme riqueza natural y paisajística, en un enclave incluido dentro de la Red Natura 2000 y catalogado como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). En la actualidad, el puente medieval es sostenido por 20 arcos de perfil ojival, alcanzando los 270 metros de largo y otros cinco metros de manga. 

Esteiro do Tambre

Ya a las puertas del Atlántico, la desembocadura del río Tambre conforma un rincón de enorme belleza y valor medioambiental al que vale la pena prestar atención. De hecho, los tres últimos kilómetros del curso fluvial discurre por una pronunciada garganta repleta de ecosistemas antes de juntar sus aguas con las de la ría de Muros e Noia. Son precisamente las localidades de Brión, Negreira, Outes, Noia y Porto do Son las que tienen el privilegio de compartir esta Zona de Especial Conservación que abarca más de 1.500 hectáreas de extensión de áreas intermareales fango-arenosos que resultan ideales para la anidación de diferentes aves acuáticas.