El Black Widow no ha cerrado sus puertas desde que terminó la pandemia. Abre los 365 días del año: Navidad, Noche Vieja, Año Nuevo y Reyes incluidos. "Nos hemos convertido en referente, si alguien pregunta ‘a dónde vamos’ la respuesta es el Black Widow", explica Javier Gordon, el propietario del pub. Situado en plena calle Panaderas, este local es conocido en la noche coruñesa por abrir todos los días de la semana hasta las 04:00 o 05:00 de la madrugada.
La historia del local comienza hace 8 años cuando Javier pudo cumplir su sueño: montar un pub en A Coruña. Con 40 años y tras dos décadas trabajando como marinero y electricista decidió dejarlo todo y mudarse: "Dije, ‘si no lo hago ahora no lo hago nunca'", recuerda. El primero en llegar fue Valhalla, un antiguo pub de la calle Socorro que cerró sus puertas hace seis años. El segundo fue el Black Widow y la previsión a futuro no es nada mala: "Un martes cualquiera podemos hacer 600 euros de caja", recuenta Javier.
La gente no se cansa, dice Javi, siempre tienen ganas de fiesta: da igual lunes, martes o miércoles. "Cuando el Ayuntamiento nos amplío el horario dos horas estuvimos abiertos hasta las 07:00. La gente aún venía y preguntaba ‘¿estáis abiertos?’. La gente aguanta lo que le echen", dice entre risas Javi. La existencia del Black Widow es el ejemplo de "andar de parranda e durmir de pe". Lo cierto es que sus tres camareros descansan más que la clientela: libran tres días a la semana (y seguidos).
Los horarios son el sello principal de este pub de heavy metal, aunque no es lo único que llama la atención al pasar sus puertas: un mural de firmas de estrellas del heavy metal, una colección de billetes de decenas de países del mundo y un mural de A Coruña hecho con telas de araña son algunas de las curiosidades que tiene el Black Widow. "El público es muy variado, te puedes encontrar desde un alto cargo de Inditex a un albañil de barrio".
La música no puede faltar. Los bajos y solos de guitarra retumban en las paredes. Javi incluso tiene que bajar el volumen para atender a Quincemil. Aunque para él la clave de su éxito es la variedad: "Tenemos un poco de todo, está la terraza, el futbolín, los dardos, incluso mesas en las que charlar. Eso en un pub es muy raro".
Una colección de billetes de medio mundo
La variedad también incluye la carta de bebidas. El Black Widow tiene más de 100 cervezas en sus estanterías, unos estantes que están acompañados de algo muy especial: decenas de billetes de todo el mundo. Un pagaré de la URSS, libras gibraltareñas, florines húngaros o pesetas de la Primera República Española son algunos de los tesoros que lucen la barra del Black Widow. "Un amigo búlgaro me dio un billete de 5 euros y lo pegó en la balda. Me dijo que daba suerte", recuerda. El resto de billetes los consiguió en mercados, viajes y, la mayoría, gracias a sus clientes.
A escasos metros de la barra unas grandes letras hechas con más de 1.000 chapas de cerveza dibujan "Black Widow", a su lado está el rincón favorito de Javi. En una de las paredes del pub descansan decenas de firmas de grandes estrellas del heavy metal y rock nacional e internacional. Misfits, Decapitated, Gigatron, Texas o Mago de Oz. son algunos de las firmas que adornan la pared.
El Black Widow es un lugar imponente: música alta, tonos oscuros y una energía magnética. Con todo, Javi dice orgulloso que "ninguno de mis camareros fuma ni bebe". Él tampoco lo hace, aunque su apellido sea Gordon.