Las modas son pasajeras y al igual que sucede con las prendas, como en este 2024 en el que el estampado de leopardo está de regreso, el mundo gastronómico no iba a ser una excepción. Hace unos meses que en A Coruña proliferaron los negocios que elaboraban el denominado croissant supreme o enrrollado, un dulce originario de Nueva York que arrasó en redes sociales, pero ahora ya ha quedado atrás y la nueva tendencia viral (y muy dulce) se llama crookie.
¿Cuál es su origen y qué ingredientes lleva? Esta es una pregunta a la que responde el fundador y chef ejecutivo de la pastelería coruñesa Habaziro, Pablo Morales, que junto a su hermana, con la que comparte entorno familiar y proyecto repostero, Ana Morales, han ideado su propia versión.
Se trata de un croissant con galleta que comenzó a popularizarse en un barrio de París porque los responsables de un negocio querían hacer un "reciclaje" del croissant clásico. Tras ser descubierto por fooders (un anglicismo para referirse a personas aficionadas a la comida) causó tanto furor tanto que a día de hoy se venden miles de piezas de este dulce y muchos lo desean tras no parar de verlo en redes como TikTok.
Habaziro ha querido subirse a este carro de las tendencias gastronómicas y tras varias pruebas han llegado a la versión definitiva que ofrecerán a sus clientes en sus tres locales de la ciudad herculina (Habaziro Matogrande, Habaziro Arty y Veracruz Boutique) desde este viernes.
Además, el crookie será el croissant especial de fin de semana del negocio este mes de abril. Partirán de una remesa de aproximadamente una veintena de piezas en cada uno de los locales y para que nadie se quede sin probarlo ofrecen la posibilidad de reserva y avanzan que tendrán servicio a domicilio de este dulce.
"Bollería actual y diferencial" y 18 minutos de elaboración
Morales y su equipo, en uno de los obradores de su negocio, ya preparan decenas de piezas de crookie. Parte de un croissant artesano cocido que se abre y mete en medio una masa de galleta cruda, que a continuación cierran. Además, parte de esa misma masa cocida se coloca en las esquinas del croissant.
Advierte que el croissant debe estar bien cocido porque sino no aguantará el peso de la galleta, unido a que este punto exacto de cocción permite que el dulce no tenga mucha grasa y así no se la aporte a la galleta.
Morales apuesta por un toque salado en la cookie con la que realiza esta elaboración, que cuenta también con un chocolate de calidad "para que tenga un punto fundente". Por este motivo, en la cookie de Habaziro se mezclan chocolate negro y con leche aderezados con azúcar moreno para darle un toque crunchy.
El pastelero destaca que en su empresa tienen un proceso de marketing y de i+D+i, que se unen a su apuesta por las redes sociales, donde trabajan contenido propio e investigan nuevas tendencias gastronómicas. El crookie han decidido incorporarlo a su oferta porque une dos productos artesanos que elaboran en líneas separadas en su obrador: las galletas y los croissant, estos últimos casi considerados ya como la marca principal de su identidad como negocio.
"Nos gusta hacer bollería actual, diferencial y de distintos sabores y seguramente a raíz de que el crookie llegue a la ciudad otros locales se animarán a hacerlo", apuestan los hermanos Morales, a la vez que se muestran orgullosos de su nueva elaboración que comenzará su andadura tras el éxito de otras innovaciones de Habaziro como el croissant lanzado recientemente de lemon pie. "Ahora viene el crookie para quedarse en el mes de abril", anuncian.
Estos días han anunciado en sus perfiles en redes sociales que harán un lanzamiento nuevo y la expectación entre su comunidad de clientes fieles crece a medida que pasan las horas. Ellos se muestran confiados en esta nueva elaboración: "creemos que funcionará bien porque tenemos un punch con la bollería muy fuerte, pero veremos si ha llegado para quedarse o será un dulce temporal", comentan.
Según Morales, casi podría decirse que el crookie es un dulce más yankee que francés porque lo considera "una pieza de bollería golosa". El tiempo total de elaboración son 18 minutos aproximadamente, teniendo el croissant cocido previamente y la masa de galleta preparada (10 de cocción y cuatro para colocar la galleta dentro y fuera del croissant).