Desde hace tres años, el barrio coruñés de Matogrande cuenta en la calle Juan Díaz Porlier 9 con un agradable establecimiento en el que poder disfrutar de un desayuno, comida o merienda con productos caseros hechos al momento, todo ello rodeado de una curiosa decoración que pretende ser acogedora y llamar la atención del cliente, para sentir el espacio como el salón de su propia casa.

Los responsables del Revive son la pareja formada por Arturo Pumares y Fiorella Ameijeiras, de Betanzos y A Estrada respectivamente, pero que llevan viviendo y emprendiendo juntos en A Coruña desde hace seis años. La oportunidad de levantar su proyecto personal surgió en pandemia, cuando vieron que el local se traspasaba, por lo que decidieron coger las riendas, darle un lavado de cara e imprimir su sello.

Revive de Matogrande.

"Tenemos claro que el trato personalizado al cliente es básico en hostelería. Somos un sitio donde se hacen las cosas con cariño y se nota", explica Arturo, que se muestra orgulloso de la carta variada de la que disponen. En un principio centraban sus esfuerzos en desayunos, pero como el rodaje fue bien con el paso de los meses, empujados por la propia clientela decidieron ampliar la oferta a comidas, meriendas y take away (sobre todo de ensaladas y pokés).

Todo se hace al momento en el local, donde se puede empezar el día con contundentes tostadas de gran tamaño y pan de un obrador de Culleredo (A Coruña), hasta gofres, tartas y bizcochos caseros, pasando por smthies y batidos de fruta natural.

Revive de Matogrande.

Unas bebidas entre las que triunfan aquellas elaboradas a base de melón, piña, sandía o fresa, destacando sobre todo el batido de piña, mango y fresa con base de zumo de naranja es de los más populares y otra elaboración con plátano, helado de vainilla y chocolate.

Yogures, sándwiches y bocatas calientes al gusto del consumidor

En el Revive, los más clásicos pueden disfrutar de la típica tosta de jamón con aguacate a la que le añade parmesano para darle un toque diferente y los más atrevidos pueden optar por la de mozarella,tomate cherry, pesto y aceite de oliva, entre otras.

Aquellos que quieran cuidarse y hacer comidas menos copiosas para sobrellevar el trabajo, tienen a disposición ensaladas para llevar personalizables en la que cada comensal elige los ingredientes. Las más demandadas son la César y la Veggie (apta para veganos con una base de arroz y lenteja, zanahoria, maíz, pepino y vinagreta con fresa).

Revive de Matogrande.

Los yogures son uno de los puntos fuertes del establecimiento y con los que empezaron a darse a conocer en el barrio. Se sirven cantidades respetables en un bowl, valiendo un yogur para un desayuno completo, y se aderezan con fruta fresca a elegir o açaí. Los bocadillos son también muy demandados: disponen del sándwich de pollo (con medio sirve para comer), que está hecho a base de un pollo braseado o sándwiches calientes a la plancha con lechuga, tomate, bacon o queso.

El Revive invita a darse "caprichos dulces", muy recomendables por la buena mano de Fiorela con la repostería. Un imperdible son los gofres con helado, las tartas caseras (la carrot cake es la especialidad) o el tiramisú, que depende del día hasta sirven para acompañar con el café. Los bizcochos también son populares, como el de yogur y el de chocolate y en su oferta se incluyen también las galletas de mantequilla.

Revive de Matogrande.

El café es otro de los aspectos que más se cuidan del local: "Puedo considerarnos a los dos baristas, el mundo del café nos gusta mucho e intentamos tener buenas marcas y estándar de calidad alto sin cobrar tres euros por una taza", expone Arturo, que añade que también sirven infusiones de una marca diferente con combinaciones de sabores poco habituales.

El Revive es pintoresco y todo el espacio llama la atención: desde un oso de peluche que invita a compartir el desayuno hasta un original cuadro animado y colorido del Guernica de un artista local o un skyline de A Coruña con sus principales monumentos. "La gente entra a probar y suele repetir", cuentan los dueños.

La clientela es abundante dado el bullicio del barrio con el colegio Liceo la Paz a pocos metros, además de numerosas oficinas y negocios de hostelería. Los precios son competitivos: un desayuno con café, zumo y tostada no llega a 9 euros y por las tardes salen muchos bocadillos, vendiéndose el medio de pollo a 4 euros.

"Hay mucho estudiante en la zona y adaptamos los alimentos y precios", cuentan los responsables, que atienden a sus clientes en el interioor del local y en la amplia terraza exterior y cubierta ubicada en un soportal. 

De cara al futuro, tienen en mente hacer una pequeña reforma para ampliar el espacio de cocina y poder agrandar la oferta de su carta. Los horarios son de lunes a viernes de 08:00 a 22:30 horas.